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Coronavirus en América Latina: los uruguayos son los que enfrentan el virus con más calma

Uruguayos se sienten menos ansiosos e intranquilos que resto de ciudadanos latinos. Foto: Leonardo Mainé

COMPARACIÓN REGIONAL

Son más los compatriotas que durante esta crisis sintieron “optimismo” que quienes padecieron “intranquilidad” (31% a 23%). Ayer, por tercer día seguido, no hubo casos nuevos en Uruguay.

Los uruguayos, esos que hicieron de la yerba mate con agua caliente su bebida tradicional y a los que otrora se los tildaba de “grises”, viven la pandemia de COVID-19 con más tranquilidad y optimismo que sus pares latinoamericanos. Al menos eso ha demostrado una encuesta de alcance regional.

Mientras el Fondo Monetario Internacional vaticina que la economía del planeta se contraerá al menos un 3% en el presente año, con un futuro que depende de la solución de un problema sanitario, el continente latinoamericano, sumergido en la incertidumbre, modifica a pasos agigantados su cotidianidad y forzosamente sus hábitos de consumo.

En este contexto, la encuestadora Tendencias Digitales en alianza con el Grupo de Diarios América (GDA), que integra El País, iniciaron un estudio para conocer los efectos de la pandemia en la población. Fue así que se supo que los latinoamericanos se sienten golpeados económicamente, intranquilos ante el distanciamiento social y, sobre todo, ansiosos.

En el estudio, al menos la mitad de los encuestados dejó ver su ansiedad y uno de cada tres dijo estar intranquilo con la situación. Viendo el lado positivo, dice el médico y periodista colombiano Carlos Francisco Fernández, el alto índice de ansiedad “demuestra la capacidad de las personas para adaptarse, algo que se ratifica con las bajas cifras evidenciadas de irritabilidad, molestias y enojo”. Pero, viendo el lado negativo, agrega, estas cifras “podrían ser en algún momento detonantes de conflictos domésticos”.

El 38% de los uruguayos manifestó sentirse ansioso por las medidas de confinamiento , una distancia significativa del promedio regional (45%) y un escenario muy diferente a los brasileños (59%). Pero el mayor corrimiento de los uruguayos, respecto a sus pares del continente, se ve en los sensaciones de intranquilidad y optimismo.

Ocurre que solo el 23% de los compatriotas dijo sentirse intranquilo. Eso ubica a Uruguay como el país en que la pandemia se vive con más calma, 11 puntos por debajo del promedio de América Latina.

Como correlato, el optimismo local es superior al promedio regional (31% a 28%). Aunque en este sentimiento hay países que expresan porcentajes mayores que Uruguay.

El optimismo alcanza más a los panameños (con un 46%) y “ordenar la casa” al igual que las conversaciones con la familia son las actividades que más se mencionan para mejorar el estado de ánimo en toda la región. También los uruguayos.

En la búsqueda de herramientas para pasarla mejor, los mexicanos son los que más se ejercitan y los colombianos los que más leen, mientras que los puertorriqueños y los ecuatorianos son más dados a la meditación y la oración que el resto del continente. En este sentido, y como correlato del alto porcentaje de ateos, solo el 15% de los uruguayos ha rezado para sentirse mejor frente a la pandemia.

Sandra Herrera, psicóloga clínica, afirma que le llama la atención que el 46% de los encuestados en la región considere que su situación es buena o muy buena y que solo 9% se ubique en un extremo negativo, en razón a que esta situación se puede modificar rápidamente al tenor de la evolución de la pandemia . “Es claro que en la medida que casos y muertes aumenten la percepción de seguridad personal puede cambiar”, apunta.

Aquellos países que presentan mayor estabilidad económica y menor saturación del sistema sanitario son los que, a la vez, mejor califican la actuación de sus gobiernos y se sienten más esperanzados. Tanto es así que Colombia presenta indicadores superiores al promedio con 67% de la población que califica su condición personal como “buena” y “muy buena”, en contraste con Venezuela y Brasil que son los más deficitarios en la escala del optimismo.

Estos resultados, según la antropóloga Edith Fernández, tienen alguna lógica al relacionarlos con las condiciones sociales y económicas previas a la pandemia. Queda claro que una percepción de seguridad en términos de ingresos, trabajo y protección social brinda mayor soporte a la hora de enfrentar momentos críticos, remata Fernández.

Sin embargo, el psiquiatra Rodrigo Córdoba sostiene que también hay un alto grado de aceptación de la realidad al ver que el 90% de los encuestados aplazaron componentes que consideraban importantes para su vida con la esperanza de realizarlos en poco tiempo. Puerto Rico, por ejemplo, tiene los porcentajes más altos con un 78% de aplazamientos, principalmente viajes y estudio, a la par que los venezolanos postergaron emprendimientos y el éxodo, o el 71% de los uruguayos que suspendieron viajes.

En toda la región, la salud personal, la de la familia y la duración de esta crisis son las principales preocupaciones. Pero en Uruguay, donde es “muy baja” la inquietud por la marcha del sistema sanitario, tres de cada diez manifiestan preocupación por la educación de los niños y jóvenes.

Esa preocupación por los demás adquiere más significado al leerse otra curiosidad del sondeo: el 13% de los latinoamericanos aseguró estar solo durante el aislamiento social . En Uruguay, lo está el 15%. Frente a esto, el psiquiatra Córdoba expone que los resultados evidencian que si bien la familia sigue siendo el principal refugio en la mayoría de habitantes del continente, no se puede dejar de lado el hecho que América Latina transita hacia comunidades marcadas por la individualidad y la soledad.

Uruguayos, de los que más avalan al gobierno

Solo el 31% de los latinoamericanos cree que el manejo que sus gobiernos le han dado a la crisis es mejor que la de otros países, mientras que cerca de la mitad asegura que es peor. Y en este sentido, solo 11% declara que la información oficial de la pandemia es confiable y el 20% expresa una desconfianza total por estas fuentes.

El 36% de los encuestados considera que los gobiernos han sido buenos o muy buenos al mirar las medidas locales y el 21% los descalifica completamente. Al mirar esto en el plano particular Costa Rica y Uruguay son los que califican mejor las acciones de sus mandatarios, mientras que los venezolanos en un 40% las rechazan.

De los sistemas de salud, los mejor calificados son, otra vez, los de Costa Rica, Uruguay y Panamá y el peor, el de Venezuela.

Pedro Cifuentes, administrador y analista, considera que estas cifras demuestran la fragilidad de la credibilidad institucional en el continente por parte de la población, algo sensiblemente significativo en momentos en que el manejo de la pandemia depende de las estructuras oficiales. “No es extraño observar que los mejores resultados están relacionados con gobiernos en los cuales los ciudadanos creen en sus instituciones, como ocurre en algunos países nórdicos”, apunta.

El 87% de los latinoamericanos encuentra en internet la vía más efectiva para mantenerse al día. De hecho, el 87% presentó este canal como la primera opción, seguida en un 45% por la televisión abierta, la radio (25%) y los periódicos impresos (16%), dejando las revistas en último lugar.

En Internet, el 60% acude directamente a los portales de noticias, cuatro de cada diez lo hacen a través de los buscadores y en un porcentaje menor a las páginas de organismos internacionales. Por su parte, los mexicanos prefieren las instituciones académicas, los venezolanos echan mano a Twitter y Whatsapp y Costa Rica es el más adepto a confiar en los sitios de gobierno.

Los uruguayos, en este sentido, siguen la tendencia regional. Eso sí: son los que menos revisan las revistas especializadas.

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