El Tiempo/GDA
En los últimos años, ha surgido una tendencia conocida como "snackeo consciente" o "mindful snacking", una práctica que fomenta comer con intención y atención. En otras palabras, se trata de ser consciente de qué es lo que se quiere comer, por qué razón y qué sensación causa este consumo.
De acuerdo con el cuarto informe global "State of Snacking", realizado por Mondelēz y The Harris Poll, el consumo de aperitivos tiene una presencia asegurada dentro de la dieta alimenticia, ya que, a pesar del aumento de los precios de los alimentos, el 75% de los encuestados asegura que siempre hay dinero disponible para adquirir snacks.
Frente a esto, Silvia Saenz, nutricionista de Mondelēz International, afirma que “cada vez más gente ve los snacks como parte importante de sus dietas y busca maneras de consumirlos de forma responsable sin alterar sus metas nutricionales”.
A esto habría que sumar que algunos snacks comerciales contienen altos niveles de azúcar, grasas poco saludables, sodio en exceso o aditivos artificiales, lo que puede ser perjudicial para la salud si se consumen en exceso.
Además, los aperitivos poco saludables a menudo tienen un alto contenido calórico y bajo valor nutricional, lo que puede contribuir al aumento de peso y a problemas de salud a largo plazo como la obesidad, enfermedades cardíacas y diabetes.
Sin embargo, no todos los snacks son malos. Hay opciones saludables, como frutas frescas, verduras, frutos secos, yogur griego o palomitas de maíz caseras, que pueden ser nutritivas y satisfacer el antojo de algo entre comidas sin afectar negativamente la salud. La clave está en elegir opciones equilibradas y consumirlas con moderación.
De modo que, para aprovechar al máximo el consumo de estos alimentos y, al mismo tiempo, mantener hábitos saludables, es importante considerar ciertos aspectos.
- Determinar la razón por la que se desea un snack y elegir el alimento idóneo.
- Porcionar el snack en una cantidad adecuada.
- Reducir las distracciones y disfrutar plenamente de la experiencia.
- Comer a un ritmo más pausado.
- Utilizar todos los sentidos para saborear el snack.
El snackeo consciente es un método de comer con atención, por lo tanto, tomar estas decisiones a la hora de alimentarse trae múltiples beneficios para los consumidores al permitirles construir una relación positiva con la comida, sentir un mayor placer y satisfacción al disfrutar con todos los sentidos y tener un menor riesgo de comer en exceso al identificar mejor las sensaciones de hambre y saciedad.