RICARDO BERNARDI

El psiquiatra uruguayo Ricardo Bernardi, integrante del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) que aconseja al gobierno en el manejo de la pandemia, dijo este viernes sobre la situación del COVID-19 en Uruguay: "Tiene que haber alerta, nos estamos yendo para la banquina. No estamos más en el medio de la carretera. Estamos pegaditos a la banquina".

El jueves el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) informó que Uruguay sobrepasó por primera vez los 1.000 casos activos de la enfermedad y se registraron 129 contagios nuevos. Desde la aparición de los primeros casos, el 13 de marzo, 74 personas fallecieron por coronavirus en Uruguay.

En diálogo con "Informativo Sarandí" (Radio Sarandí), el experto señaló este viernes que "estamos pasando el amarillo, no estamos ya en el verde", en referencia al nivel de alerta por el aumento de casos.

"Todos esperamos la vacuna, pero por unos meses dependemos de lo que se llaman medidas no farmacológicas (...) Prevenir, la vacuna, son las medidas que tomemos", remarcó.

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Señaló que cuando se informaron los primeros casos de coronavirus en Uruguay "todo el mundo se asustó". En ese sentido, contó que las llamadas que se recibían por la línea habilitada por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) frente a esta situación inédita eran "por miedo al coronavirus, ansiedad, la gente estaba preocupada, asustada", mientras que había un 87% del cumplimiento del confinamiento y distanciamento, dijo. 

"Tengo la impresión que bajó el miedo y bajó el cuidado", comentó.  También señaló que cuando la gente "tiene miedo, se cuida. Baja el miedo, deja de cuidarse".

"¿Qué es lo que está detrás de la fatiga? ¿Negación de riesgo? Hay que investigarlo", dijo Bernardi, quien insistió en crear un "Observatorio de Comportamientos", que esté integrado por un "grupo de Ciencias Sociales", para evaluar estos aspectos.

"Llevamos ocho meses con el cuento del pastor mentiroso. Acá todavía no vino la pandemia como difusión comunitaria del virus y crecimiento exponencial que hubo en otros lados. Entonces, pensamos que no viene el lobo, que es un perrito faldero que anda por ahí", graficó el psiquiatra.