Uruguay vive una nueva etapa de la pandemia de covid-19. El gobierno decidió adelantar la vacunación con una quinta dosis para los mayores de 80 años e inmunodeprimidos, prevista para marzo, para los últimos días de diciembre en la capital, y ayer en el resto del país. El motivo es claro: el país registra un aumento sostenido de los casos. Se debe tener en cuenta que hay nuevos sublinajes en circulación, lo que explicarían los rebrotes en una época de más encuentros sociales.

El Ministerio de Salud Pública (MSP) informó ayer que hubo 8.957 nuevos casos de covid entre el 25 y el 31 de diciembre. En el informe anterior semanal se habían reportado 8.216 contagios, lo que significó una suba de 9%, la más leve en el último mes. Por otra parte, hubo cuatro muertes cuando en el reporte previo hubo diez, marcando una reducción en la cantidad.

También indicó el nivel de positividad, que marca el porcentaje de test positivos sobre el total que se realizan. Esa cifra se mantuvo estable entre la última medición (31,5%) y la anterior (30%).

Son tres los nuevos sublinajes de la variante ómicron detectados en las últimas semanas: XBB.1, BQ1 y DL.1. Claro que cada uno tiene sus propias características, aunque los estudios sobre su impacto continúan. El Grupo Técnico Asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó en octubre que las infecciones por los dos primeros -según los datos disponibles a ese momento- no sugieren que haya un aumento en la gravedad de la enfermedad.

Por otra parte, la DL.1 “deriva de la ómicron original y se reportó en pocos países, incluyendo Brasil”, por donde “seguramente entró a Uruguay”. Además, “no tiene una ventaja biológica sobre el resto de los sublinajes” en infectividad o transmisibilidad, ya que “no se expandió globalmente”. Así lo explicó a El País el integrante del departamento de bacteriología y virología de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, Santiago Mirazo.

El virólogo explicó que “hay una ‘sopa’ de sublinajes que circulan al mismo tiempo” y que, “evidentemente, este rebrote tiene que haber tenido un aumento de la frecuencia de algunos”. Porque -continuó el especialista- se ve en XBB.1 y BQ1 la “capacidad de evadir la repuesta inmune, evadir los anticuerpos y volver a reinfectar”.

No obstante, aclaró que “no se ve un aumento de la severidad de la infección ni de la hospitalización asociadas a estos sublinajes”, algo que calificó como “lo más importante”.

Uruguay administra la vacuna monovalente contra el covid, diseñada para la cepa original. Después el virus evolucionó y llegó la variante ómicron. Ante esa situación, laboratorios -uno de ellos Pfizer, a quien el gobierno le compra las dosis- realizó una variedad “adaptada” a esta nueva realidad. ¿De qué se trata? En pocas palabras, contiene un componente de ómicron para dar una mayor protección.

Esta nueva vacuna recibió la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) el 31 de agosto, y el domingo, por ejemplo, Perú comenzó a administrarla a parte de su personal sanitario. Sin embargo, el gobierno uruguayo no las adquirió y hasta ahora continua dando las anteriores, que de todas maneras siguen siendo efectivas contra el virus.

La Comisión Nacional Asesora de Vacunas -que se reunió en noviembre- recomendó realizar el refuerzo de la inmunización con cualquiera de los modelos de vacunas que existen, dijeron a El País fuentes del MSP. No obstante, el ministro Daniel Salinas dijo la semana pasada que, mirando a 2023, “seguramente ya se pueda contar con (la vacuna) bivalente”.

Por su parte, el virólogo Mirazo marcó que hay una diferencia en la efectividad pero “no como se preveía que iba a ser”. Y explicó: “Además, el virus sigue evolucionando a nivel de la proteína S, por lo cual, la vacuna bivalente también va a quedar ‘obsoleta’ en algún momento”.

En ese marco, señaló que, si bien es más efectiva, “no se aumenta sustancialmente como para que en este momento justifique hacer un cambio absoluto de la vacunación”.

Al mismo tiempo, indicó que, “en un futuro cercano, conforme vayan dominando estas variantes XBB, XBB.1.5 (en crecimiento es Estados Unidos, por ejemplo), probablemente haya que pensar en un esquema bivalente hasta tanto no vengan las vacunas aerosolizadas o nasales”.