Alertan que "por la pandemia y otros factores" hubo una "reducción en coberturas de vacunas en niños y adultos"

"Muchas veces el médico es renuente" a indicar vacunas, destacó experto internacional en un seminario de Pfizer, organizado en Ciudad de México, en el marco de la Semana Mundial de la Inmunización.

Operarios de la planta de Pfizer en Toluca preparan este miércoles vacunas contra neumococo prontas para ser empaquetadas y distribuidas en México.
Operarios de una planta de Pfizer preparan vacunas prontas para ser empaquetadas y distribuidas.
Foto: Pfizer

Enviado a Ciudad de México
Por estos días se celebra la Semana Mundial de la Inmunización, instancia en la que se destaca desde varios ámbitos tanto el rol histórico que tienen las vacunas en salvar vidas, como la importancia de ampliar la cobertura para que personas de todas las edades estén protegidas de enfermedades prevenibles mediante dosis, que en Uruguay y otros países son gratuitas.

“En los últimos 50 años, las vacunas esenciales han permitido salvar al menos 154 millones de vidas. Es decir, seis vidas por minuto, cada día, durante cinco décadas”, graficó la Organización Mundial de la Salud (OMS). Con las vacunas, “uno de los mayores logros de la humanidad”, se ha logrado erradicar la viruela y proteger a personas de todo el mundo contra “más de 30” enfermedades potencialmente mortales.

En este contexto, el laboratorio Pfizer organizó esta semana en Ciudad de México el seminario educativo "Vacunas en el curso de la vida: protegiendo generaciones, creando futuro”, orientado a periodistas de toda la región, que reunió a expertos internacionales y jerarcas de la farmacéutica, al que fue invitado El País. Se ponderó la importancia de la vacunación, no solo a nivel de los niños sino a lo largo de la vida para alcanzar un mejor envejecimiento.

La OMS marcó que la cobertura del esquema vacunal en América Latina cayó en los últimos años, pasando de de una franja de 90% a 94%, a una entre 80% a 89%. “Es muy preocupante, porque es una región muy vacunadora, pero por la pandemia y otros factores vemos una reducción en las coberturas en niños y adultos”, resaltó al respecto Sinan Atlig, presidente de Pfizer en América Latina, en línea con otros especialistas. Uruguay, que se destaca por un amplio esquema de vacunación, sigue manteniendo con Chile las mejores coberturas de la región.

El factor “miedo” en la población, coincidieron desde varios ámbitos, es lo que hace subir las coberturas en todas las edades. Frente a este vaiven, es que los médicos, la OMS y otros actores insisten con la necesidad de alcanzar una concientización “sostenida” de los beneficios de la inmunización, para restituir los porcentajes y acercarse al 100%.

Para ello se plantea desde revertir la desinformación en torno a las vacunas de niños y adultos, como que generan autismo, algo que se repite en ámbitos antivacunas; así como mejorar su acceso en la región, donde en muchos casos las dosis se cobran lo que impacta en la población más vulnerable; y hasta impulsar que los médicos recomienden más la inmunización.

Para el caso de las vacunas que se brindan a los niños, por ejemplo, la percepción del riesgo de las vacunas tiene que ver con que “son víctimas de su propio éxito”, señaló Gabriela Abalos, líder del área médica de vacunas para Latam de Pfizer.

Muchas personas jóvenes que hoy son padres de niños pequeños “no saben” lo que es el sarampión, la polio o la meningitis, debido a que los programas de inmunización cuentan con vacunas que disminuyeron “drásticamente” esas y otras enfermedades prevenibles con las dosis, añadió.

La contracara es que si bien los padres “no tienen reticencia” a vacunar a sus hijos, el problema es que si “no es prioridad”, por un desconocimiento de los riesgos, esto implica no brindarlas o hacerlo fuera de la fecha de vacunación indicada, lo cual en ambos casos genera perjuicios en el presente y futuro.

Expertos médicos resaltaron los beneficios de la inmunización, considerada la segunda medida de salud pública más exitosa después de garantizar el agua potable; así como los desafíos de sostener una adecuada cobertura vacunal a lo largo de la vida, que comienza en la gestación.

La pediatra infectóloga mexicana Martha Áviles, así como el obstetra español que además integra el Colegio Mexicano de Ginecología y Obstetricia Zigor Campos, coincidieron en el evento del 23 y 24 de abril que las embarazadas deberían contar con cuatro vacunas “muy seguras”. Estas son recomendadas por el Ministerio de Salud Pública (MSP), sin costo, en el plazo indicado.

La dosis contra la influenza (gripe) y la anticovid buscan prevenir un perjuicio en la madre, y las restantes más que nada en prevenir la enfermedad en el niño. Estas últimas son la vacuna contra la difteria, tétanos y tos ferina o triple bacteriana acelular (dpaT), indicada a nivel local a las embarazadas a partir de la semana 28; y la dosis contra el Virus Respiratorio Sincitial (VRS), que se ofrece hasta agosto a todas las embarazadas de entre 32 a 36 semanas y seis días de gestación.

La vacuna dpaT es para que la madre genere anticuerpos contra la enfermedad, que pasarán al bebé por el cordón umbilical, explicó Áviles. Mientras que la dosis contra el VRS, “la causa número uno de bronquiolitis en los niños y lo que más genera hospitalización en los menores de un año de edad”, busca brindarle anticuerpos por la placenta, añadió.

"Es el primer producto que se aplica a la madre para proteger al recién nacido los primeros seis meses", dijo el obstetra sobre la vacuna contra VRS. “La principal complicación reportada es dolor en el sitio de inyección. Cuestiones como prematurez o hipertensión no son estadísticamente significativas”, añadió a El País.

Campos puntualizó que si hoy una embarazada cursa un cuadro grave de covid-19 se debe realizar un parto prematuro para evitar un perjuicio mayor. Si bien esto lo han visto más que nada en la peor etapa de la pandemia, “sigue vigente porque sigue habiendo covid”, recordó el obstetra.

Consultado sobre por qué entiende que sigue habiendo resistencia para obtener estas cuatro dosis, Campos señaló a El País que “es una cuestión de informar a la gente, al personal de salud y a los médicos, porque muchas veces el mismo médico es renuente por un cierto miedo”.

“Está bien estudiado que cuando un médico recomienda una vacunación o un procedimiento, es más factible que sea exitoso o que se lleve a cabo”, añadió sobre el impacto que pueden tener los profesionales. Sin embargo, el obstetra también consideró que la población, informada, debería “exigir” al médico que le de una “recomendación” sobre las vacunas.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar