Orsi removerá a director del Frente Amplio en el Inisa para que Saavedra continúe en el cargo

El sindicato sostiene que la institución está “paralizada” y evalúa medidas en caso de que la decisión para terminar con el conflicto se siga demorando.

Asuncion de Carlos Negro como Ministro del Interior
Yamandu Orsi, presidente de la República.
Foto: Estefanía Leal

Los dos últimos directorios estuvieron salpicados por el conflicto. El de la coalición republicana terminó en torre de Presidencia. En el gobierno anterior, el último del Frente Amplio, paso lo mismo. Eso me parece inadmisible”.

El presidente del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa), Jaime Saavedra, pronunció estas palabras de forma textual en una entrevista en En Perspectiva el pasado 18 de junio.

Solo una semana después, el 24 de junio, la ceremonia de asunción de las autoridades del Inisa fue repentinamente suspendida y hasta el presidente de la República, Yamandú Orsi, se mostró sorprendido.

“No he hablado con él. A Jaime lo quiero en mi equipo siempre, a como dé lugar. He visto lo que está haciendo. Está bueno que ustedes me lo comenten, porque ya lo estoy llamando”, respondió el primer mandatario cuando se enteró por la prensa que Saavedra tenía la intención de renunciar por diferencias insalvables con el otro director por el Frente Amplio en el organismo, Eugenio Acosta.

Jaime Saavedra, presidente del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente.
Jaime Saavedra, presidente del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente.

Desde entonces, sucesivas reuniones han tenido lugar en Torre Ejecutiva entre Orsi y Saavedra. El presidente le ha manifestado su total respaldo al jerarca y la decisión por parte del gobierno está tomada: Acosta deberá dejar su cargo como director del organismo.

“Se va a tener que ir”, resumió a El País un alto jerarca de Presidencia.

Además de contar con el respaldo del presidente, que alineó al Movimiento de Participación Popular (MPP), la exvicepresidenta Lucía Topolansky Saavedra también elogió a su primo hermano.

“Aplaudí cuando nombraron a Jaime Saavedra. Es una persona dedicada, no está mirando el reloj. Es como un cura laico. Lo mostró en el ex Comcar cuando montó el polo industrial durante la administración frenteamplista. Después estuvo trabajando en Argentina sobre los mismos temas. Es un especialista. Al otro no lo conozco, no tengo la menor idea de quién es. Si llega un momento en el que un equipo no funciona, te tenés que quedar con uno y elegir. Yo no tengo dudas. La excelencia de Jaime Saavedra debe ser la línea”, opinó la referente del MPP en declaraciones a Canal 5.

No obstante, la demora del Ejecutivo para concretar la resolución de apartar a Acosta del cargo comenzó a generar inquietud en el Sindicato de Trabajadores de INAU e Inisa (Suinau), dado que el conflicto entre los jerarcas desemboca, sostienen, en un estancamiento en el funcionamiento de la organización.

“No era un tema sindical, pero estamos notando que está totalmente paralizada la institución. Y para nosotros ahora sí es un problema. Hay muchos expedientes que hay que tratar y el directorio no se reúne para hacerlo. Hay reclamos sindicales, institucionales. Estamos al límite de que se convierta en un lío sindical. Si no se resuelve, vamos a tener que salir a la cancha”, dijo a El País el dirigente del Suinau Víctor Mango.

Instituto Nacional de Inclusion Social Adolescente (Inisa).
Fachada del Instituto Nacional de Inclusion Social Adolescente (Inisa).
Foto: Estefanía Leal/El País.

Insalvables

Más allá de casos puntuales, las grandes diferencias entre Saavedra y Acosta se enmarcan en ejes centrales de lo que para el presidente del Inisa debería ser la gestión a lo largo de los próximos cinco años.

El jerarca, que llamó la atención antes de la polémica con declaraciones de que contaba con presupuesto suficiente, que había un grupo estrictamente reservado de jóvenes que eran irrecuperables y que respetaba los discursos de mano dura porque hay “crímenes que no tienen perdón de Dios”, jerarquizó tres líneas estratégicas en su “Propuesta Programática del Inisa Periodo 2025-2030”.

En el documento, Saavedra identifica políticas fundamentales para la transformación del sistema de detención de menores en conflicto con la ley: la reorganización de la carrera funcional, el fortalecimiento de medidas socioeducativas no privativas de libertad y una mejora de la infraestructura con el objetivo de lograr “un quiebre definitivo con lógicas carcelarias o punitivas heredadas, que refuerzan el aislamiento, el castigo y la deshumanización”.

Dos de estas prioridades, la de una mayor impronta en los procesos pedagógicos y la de profesionalización del personal, fueron las que desencadenaron la confrontación insalvable entre los dos jerarcas nombrados por el oficialismo.

Frente a la intención manifestada al directorio y públicamente por parte de Saavedra de impulsar a partir de 2026 concursos públicos para el ingreso y ascenso del personal que se ha gestionado a través de designaciones interinas (llamadas encargaturas, las que son casi 200) y contratos temporales, el presidente de la institución se molestó con nombramientos hechos por Acosta, en particular por una sesión extraordinaria. El 19 de junio, informó El Observador, Acosta convocó al directorio para tratar dos nuevas encargaturas que finalmente salieron por dos votos contra uno.

Los dos directores, Ángel Fachinetti (cargo que la coalición definió le corresponda al sector de Gustavo Zubía) y Acosta votaron a favor de dos ascensos a los que Saavedra se opuso. “El Inisa es el reino de la discrecionalidad. Si yo el 1° de abril hubiera querido hubiese definido 187 encargaturas”, había declarado un día antes Saavedra, al cuestionar prácticas de amiguismo para las designaciones. Para el presidente de la institución, en el Inisa hay “una cultura organizacional basada en la discrecionalidad y precariedad” que es histórica.

Torre Ejecutiva
Fachada de Torre Ejecutiva, sede del gobierno nacional.
Foto: Estefanía Leal.

El acumulado de este tipo de hechos, más diferencias de raíz en la concepción de hacia dónde tiene que ir la institución implicaron un punto de inflexión, un parteaguas en el vínculo de ambas partes.

Acosta, que según supo El País fue impulsado para ocupar el cargo por un funcionario del Inisa miembro del Movimiento de Liberación Nacional (MLN), es de profesión policía (fue director de seguridad del Inisa entre 2016 y 2018 durante la administración de Gabriela Fulco) y tiene una impronta más penitenciaria de reclusión que la de Saavedra.

El actual presidente del Inisa, en tanto, concibe una institución con mayor intervención socioeducativa que se direccione hacia una lógica “restaurativa”, de “inclusión social”, no “de castigo y control”.

Un plan ambicioso

Para Mango, del sindicato del Inisa, el proyecto presentado por Saavedra “es muy ambicioso” y considera que plantea algunas cuestiones utópicas. Sin embargo, “en líneas generales está muy bueno e incorpora algunas reivindicaciones históricas como el de la carrera administrativa, los concursos y la mayor apertura de algunos centros para que los gurises tengan oportunidad de trabajo”.

Con respecto a la evolución del Inisa en los últimos años, Mango comentó que la institución está “estabilizada” y se terminó la época en que se escapaban los adolescentes o había funcionarios lastimados “prácticamente todos los días”.

“Es multicausal la mejora. Hubo un descenso de gurises y el ratio de la cantidad de trabajadores por jóvenes mejoró. Eso permitió tener un mayor trato directo. Además, hubo también un cambio en el perfil de los jóvenes”, opinó.

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