Manini Ríos: blancos y colorados "nos veían casi como el enemigo" y "buscaron de todas formas debilitarnos"

Un congreso nacional extraordinario que se celebrará este sábado, previsto para reformar los estatutos, servirá también como arranque de un proceso en el que Cabildo Abierto, autocrítica mediante, intentará iniciar el camino de recuperación del cimbronazo de las pasadas elecciones nacionales, en donde pasó del 11% a poco más del 2% del electorado.

"Se cometieron muchos, demasiados errores", le dijo a El País el general Guido Manini Ríos, que con los últimos resultados quedó por fuera del Senado. Entre ellos menciona algunos de su propia responsabilidad. Por ejemplo, en la "selección de gente" que representó al partido en distintos cargos políticos, y que en muchos terminaron abandonando sus filas. "Muchos buscaban su beneficio personal", aseguró. Manini menciona el "surgimiento aluvional" del partido en 2019 como atenuante para ese error. "En abril 2019 no le había visto la cara a ninguno de los once diputados que resultaron electos" reconoció. "Me los presentaron a lo largo de la campaña".

En la autocrítica también incluye algunos errores estratégicos. Como plantear "sin filtro" temas que afectaban grandes intereses, en sus posturas sobre la usura o la forestación. O por su "defensa de la vida" ante el aborto, o por sus críticas a las políticas de drogas de los últimos gobiernos.

"Nos metimos con el verdadero poder" que, afirmó, no es el que se pone la banda presidencial. "Le daba lo mismo que fuera Yamandú Orsi o Álvaro Delgado, dijo. "Es que el maneja los hilos, la economía", insistió. "El verdadero poder no perdona a quién plantée determinados temas. Y eso se paga".

Foto: Francisco Flores

Manini atribuyó buena parte de la debacle de su partido a la "campaña totalmente agresiva" de la que fue víctima por plantear estos temas, por parte de todo el arco político. "No cabe duda de que en estos años fuimos el objetivo a debilitar", afirmó. Y no solo por parte del Frente Amplio, si no también por sus propios socios en la coalición republicana. "Nos veían como un convidado de piedra en la política", dice. "Le captamos parte de su electorado y buscaron de todas formas debilitarnos. Consultado, el conductor de Cabildo Abierto se reafirmó. "Se buscó siempre debilitar a un competidor interno, con cierta mezquindad. Nos veían casi como un enemigo".

Más allá de algunas coincidiencias que lo llevaron a formar parte de la alianza en 2024, Manini señaló que hoy la coalición republicana, en la oposición, no tiene sentido. Allí señaló que, en los temas prioritarios para su partido, blancos y colorados están en la vereda de enfrente. "Por qué me habría de representar a mí alguien del Partido Nacional", se preguntó.

El ex senador señaló la posibilidad de acuerdos puntuales con el Frente Amplio y adelantó que su partido intenterará hacer prosperar en la próxima ley de Presupuesto sus prioridades y subrayó la necesidad de que, en el actual escenario político, su partido se fortalezca.

El terreno está "fértil", afirmó. "Tenemos la expectativa optimista de una recuperación de buena parte del electorado perdido", concluyó.

-¿Qué balance hace de lo que pasó con su esposa y que derivó en su salida del Ministerio de Vivienda?

-No fue la misma vara que hubo con otros ministros, que sí estuvieron en casos escandalosos, y que fueron respaldados hasta el último momento. A Irene, por una equivocación que cometió, ya que no hubo corrupción, ni siquiera una denuncia de nadie, se toma una medida injusta. Fue una injusticia lo que hicieron con ella. Venía haciendo un ministerio excelente, con cambios trascendentales.

-¿Cómo valora la marcha del gobierno de Yamandú Orsi?

-Aún es difícil hacer balances. Recién está comenzando. Nuestra vocación no es el “palo en la rueda”. Trataremos de aportar todo lo que podamos, cuando se trate de mejorar la calidad de vida de la gente. No es tiempo de valoraciones, más allá de algunos incidentes que hoy alimentan la discusión pública. Ojalá le vaya bien a este gobierno, porque le irá bien al pueblo uruguayo. Vamos a estar siempre del lado de la gente. Sabemos que difícilmente este gobierno, por sus posiciones filosóficas, dé solución a los temas que nos preocupan.

Foto: Francisco Flores

-Entre esos incidentes está la polémica compra de una estancia de 4.400 hectáreas para Colonización.

-Con respecto al costo, si hubo un privado que estaba dispuesto a pagarlo, quiere decir que el precio no debe estar lejos de lo que se pagó. La duda es si ese campo es divisible en 15 parcelas para que esas familias tengan la posibilidad de vivir sin estar pidiendo apoyo al Estado toda su vida. Después, la conveniencia. Se van a gastar US$ 2 millones por familia. Con eso ¿a cuántas familias que están hoy viviendo en asentamientos sacamos de la indignidad? Esa es la discusión. Filosóficamente, no soy contrario al Instituto de Colonización. Tiene una función que cumplir, en base a su ley fundacional, que se ha aplicado mal. No era para que los producto-res se eternizaran como propietarios de tierra.

-Usted también se vio envuelto en una polémica con Colonización.

-A mí me involucraron de forma alevosa. Nunca fui colono. Fue una gran mentira, que quedó bien clara. Ensuciaron la cancha y, hasta hoy, un sector de la opinión pública se hace eco de eso. Si no lo menciona, yo hasta me había olvidado del tema. Fue una de las tantas falacias que han girado en torno a mí.

-¿Cómo reaccionó ante la muerte del expresidente José Mujica?

-Mujica representó el sentir de muchos uruguayos. Hay un sector amplio de nuestra sociedad que se sintió representado por Mujica, y que se vieron dolidos por su muerte. Lo primero, respeto a ese sector de la sociedad. Nosotros tuvimos diferencias con Mujica, está demás decirlo. Y, también, algunas coincidencias en distintos momentos. El trato que tuve con él fue siempre correcto, deferente.

-¿Qué valoración hace de su legado?

-Mujica era una persona polifacética. Hay varios Mujica. Está el Mujica que en su juventud empuñó las armas contra un régimen democrático ejemplar en el continente. Ese Mujica guerrillero, para mí, fue tremendamente negativo. Él y los que lo acompañaron fueron causantes, en cierta forma, de una época muy oscura para el país. El Mujica político, pragmático, creo que cometió errores. Hay leyes que impulsó su gobierno, como la del aborto o la de la marihuana legal, que fueron tremendamente negativas para la sociedad. Pero también está el Mujica conciliador, el que quiso dar vuelta una página de la historia reciente, que nos enfrenta. En este momento del Uruguay, es el Mujica a rescatar. El que una y otra vez hablaba de la barbaridad de lo que se está haciendo, la venganza que se está consumando contra quienes hace más de medio siglo se opusieron al mismo Mujica. De allí su valor. Cuando la tribuna llora, homenajea o se rasga las vestiduras invocando a Mujica, sería bueno que no omitan a ese Mujica conciliador. Me quedo con ese Mujica.

-¿Es posible dar vuelta esa página, como usted dice, con este gobierno?

-Se aleja de Mujica. Tanto homenaje que, al final… Se anuncian cosas como para seguir alimentando el fuego. El anuncio (de que se le retirarán las pensiones a los militares prófugos de la Justicia por delitos de lesa humanidad) no es nada nuevo. Nunca se le pagó la jubilación a nadie que no se presentara a la Justicia. Desde hacer rato. ¿A quién le sirve alimentar ese fuego? Es más fácil estar contra un enemigo, que si no es real hay que crearlo, y exigir cosas que, se sabe, no tendrán respuesta.

Foto: Ignacio Sánchez.

-¿Qué cree que se busca con esto?

-Lo que se busca es mantener viva la fractura. En esta etapa que vive el Uruguay, no le hace bien a este país.

-Hay gente que, con toda justicia, reclama saber qué fue de sus seres queridos.

-Es justo. Ahora, cuando se sabe que no va a haber respuesta, y se pone eso como condición para dar vuelta una página, y se aplica un proceso de venganza para quienes en aquella época vestían el uniforme… Se está llevando presa a gente con testimonios falsos. La propia Lucía Topolansky lo reconoció, y Mujica le dio la razón.

-¿Por qué no es posible saber la verdad?

-Yo fui comandante en jefe con (Eleuterio) Fernández Huidobro. ¿Usted piensa que él no hubiera querido encontrar todo? Me encargó encarecidamente que buscara. Y yo traté de aportar todo lo que había. ¿Usted piensa que hoy hay alguien que sabe y no lo quiere decir, de malo nomás? Pienso que esa información que están reclamando, sencillamente, no está. Entonces, seguir reclamando lo que no está es seguir apostando a la fractura y al enfrentamiento.

-¿Qué sería para usted dar vuelta la página?

-De la misma forma y con la misma grandeza que lo hicieron a lo largo de la historia contendientes de guerras terribles. 1851, 1872, 1897, 1904. Dieron vuelta la página y miraron para adelante. En 1870, en la Batalla del Sauce, el jefe militar del gobierno, Gregorio “Goyo” Suárez, mandó degollar a 400 prisioneros. ¿Hay terrorismo de Estado más grande que ese? Un año después, firmaron la paz mirando todos para adelante. Suárez murió en su cama, de viejo. ¿Esos ejemplos no sirven para nada? En pleno siglo XXI ¿los uruguayos están condenados a ser rehenes de algo que pasó hace 50 años? ¿No nos damos cuenta de que el mundo sigue andando y estamos cada vez más lejos, empantanados en estas rencillas internas? No se dan cuenta de que estamos sien- do usados, como sociedad, para mante-ner viva la fractura?, porque le sirve a los de afuera que los uruguayos estén todos cerrados y enfrentados. Somos mucho más débiles como sociedad. Esto se ter-mina con un gesto de grandeza de todas las partes.