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“Los homicidios que se están produciendo no son evitables sin los allanamientos nocturnos”, dice Botana

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Senador del Partido Nacional Sergio Botana
Nota a Sergio Botana , Senador por el Partido Nacional, Palacio Legislativo, Montevideo ND 20200429, foto Francisco Flores - Archivo El Pais
Francisco Flores/Archivo El Pais

ENTREVISTA

El senador evita hablar de candidaturas, pues dice que es tiempo de gobernar, y alerta que pese a los votos que aportó el interior a la coalición, la representación en el gobierno es poca.

Ante cada problema -en particular cuando es económico, pero no solo- el senador Sergio Botana suele tener una idea. No siempre es escuchada pero igual la explica con su particular hablar pausado, cargado de referencias a una perspectiva de defensa del interior -con sus problemas propios que requieren de soluciones propias. Es desde ese lugar que el exintendente arachán reclama en entrevista con El País por una “política de fronteras” que atienda de una vez la diferencia de precios, que el gobierno tome en cuenta “las capacidades” no montevideanas, y que vuelvan a discutirse los allanamientos nocturnos, ya que sin ellos “los homicidios no son evitables”.

-¿Cuál es la principal debilidad de este administración?

-Este es un gobierno que tiene liderazgo y que le ha dado certezas a la ciudadanía. Tiene mesuras para el manejo económico, aunque le falta encarar y profundizar algunos cambios para hacer competitiva la economía.

-¿Cómo cuáles?

-Hay que hacer una reforma del mercado de los combustibles, que a esta altura es imprescindible, y hay que bajar costos financieros -los aranceles de las tarjetas de crédito son un tema muy complicado. Hay que generar algunas desregulaciones en el comercio exterior y hay que animarse a abrir la importación para terminar con algunos márgenes abusivos de algunos importadores. Además, me gustaría una política monetaria que no sea contractiva.

-Bajar los costos fue una promesa de campaña...

-Es una promesa de campaña, cuyo cumplimiento hay que acelerar. La presión fiscal ha bajado del 35% al 32%. No es una transformación menor, pero de cualquier manera seguimos siendo el país de más presión fiscal de América Latina. Son cambios que hay que acelerar. Y en el tema de los combustibles, se han ajustado al alza en bastante menor proporción que lo que marcaba el precio de paridad de importación, pero estamos lejos aún de tener un combustible competitivo.

-Eso último, a juzgar por reclamos que en 2019 se decía que iban a atenderse, parecería un debe que sectores como Un Solo Uruguay han hecho notar este año.

-El gobierno está trabajando con seriedad y mesura en esa dirección, pero debería salirse un poco de la ortodoxia en algunos temas, y también debería encontrar maneras de proteger a nuestra industria nacional.

-Más allá de anuncios, no hay novedades todavía sobre medidas para atender el problema de las diferencias de precios en la frontera, y también era una promesa de campaña. ¿Por qué cuesta atender esto?

-Lo que pasa es que el gobierno no tiene una política de fronteras.

-Pero el Compromiso por el País decía que había una y que iba a aplicarse…

-Se comprometió a tenerla y en ese sentido hay un incumplimiento que a esta altura es preocupante. La situación de las fronteras es cruel, el desempleo en el litoral es del orden del 13% y 14%, y en la frontera con el Brasil la situación es peor. No se ve en la tasa de desempleo sino en la tasa de actividad, que es cruelmente baja.

-Usted viene insistiendo con que el interior ha sido, de una u otra forma, relegado. ¿En qué ve esto?

-El interior tiene un 50% menos PIB que Montevideo, y un 40% menos de ingresos de los hogares, en promedio. Tiene zonas complicadas en acceso a la educación, a la salud y al empleo, y los funcionarios públicos están concentrados en la capital. El país debe hacer un esfuerzo mayúsculo y debería descentralizar la gestión en todas las áreas vinculadas a lo humano. El Mides primero que nadie, para darle a la gente lo que necesita y no lo que el Estado cree que necesita.

-¿Dice que el Mides no da lo que la gente necesita?

-El Mides fabrica su menú de un modo centralizado y le da a la gente lo que su diagnóstico dice que la gente necesita. Nuestro programa de gobierno decía que íbamos a administrar el Mides desde los gobiernos departamentales y municipales, reconociéndoles el conocimiento de las demandas y de las verdaderas necesidades de los ciudadanos.

-¿Pero esto el Mides no lo ha atendido?

-El Mides está haciendo un enorme esfuerzo, pero sería mucho más eficiente la aplicación de los recursos si se cumpliera con la idea y la filosofía de nuestro programa de gobierno.

-Hasta acá parece haber varias promesas electorales que estarían quedando por el camino. ¿Le preocupa el panorama?

-No, porque el gobierno se ha animado a encarar otras reformas fundamentales y de largo plazo, como la de la previsión social o la de la educación; y porque además el gobierno ha venido generando un récord de inversión en infraestructura, algo nunca antes conocido en el Uruguay, y lo ha hecho de afuera para adentro, con lo cual me parece que es un gobierno que viene muy bien. También está la seguridad pública, que ha dejado de ser el centro de la preocupación del país o de cada uno de los ciudadanos.

-Pero está volviendo a ser un problema…

-Lo que yo digo es que ha dejado de ser el centro principal de las preocupaciones que tiene la gente.

-Me refiero al sostenido aumento de los homicidios y la preocupación creciente de la sociedad con ese tema.

-Los homicidios que se están produciendo no son evitables con la legislación actual. Tenemos que legislar habilitando el allanamiento nocturno para darle a la Policía las herramientas que necesita. Nos están matando a nuestros jóvenes antes de que puedan conocer las cosas de la vida, y nosotros estamos inmóviles y quietos en una discusión filosófica que ya no es de este tiempo. Claramente una boca de drogas no es un hogar. Y como tal se la debe tratar.

-No hay unanimidad en el sistema político para la reforma constitucional que es necesaria para habilitar este tipo de allanamientos.

-Deberíamos ir a una consensuada interpretación de la Constitución, si es que nos importan más nuestros jóvenes y nuestro país que salirnos con la razón en un debate jurídico.

-Mencionaba recién la reforma de la seguridad social. ¿Realmente no hay costo político con lo que implica aumentar la edad de jubilación?

-El único costo político que hay lo van a pagar los irresponsables que no piensan en las generaciones futuras. Pero gracias a Dios los irresponsables son pocos y hemos visto muy buenas actitudes respecto de la reforma de parte de los líderes de peso del Frente Amplio.

-¿Qué quiso decir el sábado pasado, en el encuentro nacional del sector Mejor País, cuando afirmó que el interior no está debidamente representado en el gobierno?

-Parece muy claro, es de toda evidencia, que al armar el equipo de gobierno no se vio en la gente del interior las capacidades para integrarlo. Le mal copiamos al Frente.

-Mejor País no tiene casi cargos en el Ejecutivo y eso estuvo presente en el congreso, ¿no?

-No hay gente del interior de Mejor País ni de ninguno de los otros sectores del partido. A pesar de que el interior aportó el 75% de los votos para la victoria partidaria.

-Ha dicho que es importante mirar los pasos que da Yamandú Orsi en el Frente Amplio para tratar de cortarle el paso en el interior. ¿Por qué eso es importante?

-No lo he dicho así. Lo que he dicho claramente es que, una vez más, la disputa electoral va a ser en el interior.

-No han hablado de candidatos en Mejor País, pero muchos identifican a sus dirigentes alineados con Álvaro Delgado. ¿Es así o no necesariamente?

-Nosotros nos resistimos a considerar estos asuntos en tanto y en cuanto no hayamos cumplido con los compromisos de este gobierno.

-¿No van a tener candidato propio?

-Hemos dicho que vamos a hacer alianzas antes de la interna, pero no hemos hablado de cuáles van a ser las candidaturas.

-¿Confía en que pueda surgir un candidato genuinamente wilsonista que pueda ganar la interna?

-Blancos hay, blancos de a pie hay, blancos con fuertes convicciones propias hay, buenos wilsonistas también los hay.

-¿Puede ser Delgado un eventual candidato wilsonista?

-Me niego a hablar de candidaturas. Pero sí puedo decir otra cosa: el tiempo que viene no es un tiempo de “ismos”. No es tiempo ni de wilsonismo, ni de herrerismo, ni de lacallismo. Se viene un tiempo de un candidato de entre la gente. Que pueda realmente ser un buen representante de los blancos de a pie.

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