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A dos años de las elecciones, estos son los candidatos de la coalición confirmados para 2024

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Festejo de la coalición multicolor
Acto del Partido Nacional de festejos tras la victoria del electo Presidente de la Republica Luis Lacalle Pou en el balotaje de las Elecciones Nacionales 2019, en la rambla de Pocitos a la altura del Kibon en Montevideo, ND 20191130, foto Gerardo Perez - Archivo El Pais
Gerardo Perez/Archivo El Pais

INTERNAS

Aunque los blancos insisten en que la mejor campaña será una buena gestión, muchos ya se mueven de cara lo que serán los próximos comicios.

Se termina 2022 y son muchos los dirigentes de la coalición que en público repiten como un mantra que “falta mucho” para 2024, e incluso hay quienes ponen de ejemplo qué estaba ocurriendo en el mapa electoral a esta misma altura en el período pasado -cuando era noviembre de 2017 y no estaban siquiera en la grilla de presidenciables Juan Sartori y Ernesto Talvi, ambos revulsivos en las respectivas internas blanca y colorada, pese a la dispar suerte que corrieron en 2019.

También es cierto -dicen otros dirigentes, tras intercambios informales con analistas políticos- que la gente “no está pensando en las internas” porque aún falta bastante, y que las encuestas proponen una cantidad de figuras que no será tal cuando llegue junio de 2024.

Sin embargo, a falta de casi dos años para las muy probables elecciones de segunda vuelta, en los partidos que integran la alianza gobernante ya hay figuras políticas que, de manera más o menos directa, puede decirse que están en camino de ser precandidatos.

Algunos fueron directos. El senador Guido Manini Ríos, por ejemplo, dijo días atrás a la prensa que “seguramente” vuelva a ser candidato por Cabildo Abierto, ya que “no hay ninguna otra figura que hoy por hoy esté previendo lo mismo”.

Parece ser, entonces, el único partido con lo que a priori puede llamarse una interna cerrada, aunque en el Partido Independiente la situación es casi la misma: la diferencia radica en cómo se expresó también hace pocos días su líder, el ministro Pablo Mieres, quien se mostró “disponible” -no dijo ser el único- a lanzarse, una vez más, como candidato de este colectivo.

Como es sabido, otra historia es lo que ocurre entre los blancos y colorados. En el primer caso, hay una interna con sus características -hoy por hoy concentrada en una de sus dos alas tradicionales, que es la que históricamente se conoció como la herrerista-; y en el segundo, el problema planteado es la ausencia un candidato claro, y eso es una preocupación constante para sus dirigentes.

Mientras continúan en la larga espera de Pedro Bordaberry, los colorados saben que en el radar se encuentran el ministro Adrián Peña; el presidente del Codicen, Robert Silva; el titular del Antel, Gabriel Gurméndez; el abogado Andrés Ojeda; y el director de Telecomunicación, Guzmán Acosta y Lara, entre varios otros, con apoyos que varían según las encuestas.

Entre los blancos solo hay uno que ha dicho públicamente que piensa en ser precandidato: el senador Jorge Gandini, que tras un pedido de las militantes de su agrupación -Por la Patria- contestó que era “de blanco asumir la responsabilidad”.

Del resto de los que tienen aspiraciones a buscar su lugar dentro del menú de las precandidaturas -o que les asignan esa eventual responsabilidad quienes los siguen y acompañan-, ninguno ha declarado su intención electoral de manera pública.

Las encuestas siguen marcando como tendencia el favoritismo del secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, que goza de un nivel de preferencias superior al 40%. A sus dirigentes más cercanos -dentro del sector Aire Fresco- les ha confiado que se presentará como candidato. Ante la prensa todavía evita hacer alusión a ello y prefiere, en cambio, referirse al proyecto de la coalición gobernante como el principal objetivo del oficialismo. “En el próximo proceso electoral de 2024 vamos a comparecer todos juntos”, dijo el viernes a la prensa.

En las encuestas -con cerca del 15%- aparece segunda la vicepresidenta Beatriz Argimón, que hoy está enfocada en armar una estructura política; y luego siguen dos figuras -del ala de Todos hacia Adelante- con estrategias bien distintas.

Una de ellas es Laura Raffo, que se sintió más habilitada que nunca a dar señales sobre su intención de precandidatearse luego de que el presidente Luis Lacalle Pou diera luz verde a una interna en su propio sector, en una reunión en Suárez y Reyes el pasado 20 de octubre. En sus redes sociales, de hecho, pueden verse las visitas que ha hecho al interior en el marco de la elección de jóvenes blancos, la reunión que mantuvo con el intendente de Soriano, Guillermo Besozzi -de Alianza Nacional- o el encuentro que tuvo con el ministro de Transporte, José Luis Falero, todo en los últimos días. “Está trabajando políticamente más allá de Montevideo”, señalaron desde su entorno.

La otra figura es el ministro Martín Lema, de un perfil notoriamente más bajo, y reacio a hacer expresiones públicas sobre el tema. Sin embargo, a fuerza de posicionarse en el centro de discusiones públicas de relevancia -como a la hora de defender con datos la política alimentaria del gobierno y enfrentarse así al Frente Amplio- hay nacionalistas que no lo descartan, que destacan su nivel de adhesión del 7% sin proponerse figurar -como mostró la encuesta de Opción de este viernes- y que en ese sentido entienden que debe “estar preparado” ante un eventual escenario que requiera de su protagonismo en los próximos meses.

Colorados le insisten a Adrián Peña para que vuelva al Senado

Los pasos que piensa dar el ministro de Ambiente es una preocupación que sobrevuela en varios dirigentes del sector Ciudadanos del Partido Colorado, que sufre todavía la falta de un candidato que genere el liderazgo suficiente como para sacar al colectivo del magro 4%, según las últimas mediciones.

Ya había ocurrido una vez: legisladores del sector del que Adrián Peña es coordinador le plantearon que abandonara el cargo en Ejecutivo, y volviera a su banca en el Senado para trabajar desde allí su precandidatura, como dio cuenta el semanario Búsqueda en setiembre.

Ahora volvió a ocurrir, y los planteos fueron aún más explícitos. Tras una reunión de la bancada de legisladores de Ciudadanos, que se hizo el lunes pasado -con asado de por medio y con la intención de analizar asuntos legislativos-, fueron varias las voces que volvieron a la carga: los diputados Nibia Reisch, Walter Cervini y Ope Pasquet, y el senador Pablo Lanz -que es el suplente de Peña en la Cámara de Senadores- fueron algunos de los que hicieron el planteo.

No fue durante el encuentro mismo sino en las charlas informales que siguieron. El pedido se sustentó, básicamente, en que los pilares de gestión al frente de la novel cartera de Ambiente estaban en su mayoría cumplidos. Por ejemplo, los dirigentes recordaron que Peña ya dejó encaminado el proyecto Arazatí, la iniciativa que requerirá de una inversión de cerca de US$ 200 millones para establecer una nueva planta procesadora de agua potable para la zona metropolitana.

Pero también estuvo arriba de la mesa que el titular de Ambiente había logrado renovar la flota de vehículos de la cartera, y que ya pudo dejar encaminada la mudanza de la sede del ministerio, que dejará de funcionar en la Torre Ejecutiva donde están hoy sus oficinas. Y la lista sigue, porque Peña también tiene en proceso el cierre de vertederos al aire libre a lo largo y ancho del país, para lo cual está por comenzar la firma de convenios con las 19 intendencias.

“Soltá ya ese misterio que te tiene enloquecido”, le dijo un dirigente colorado del interior, que se sumó al reclamo de los legisladores.

El ministro y coordinador de Ciudadanos volvió a responder lo que ya ha dicho: que se siente “conforme” con el rol en el ministerio, y que pese a reconocer que se ha cumplido con “varias de las marcas” trazadas al asumir la función, “por ahora” no es tiempo de pensar en otra cosa. “Veremos el año que viene”, contestó, según supo El País.

La situación de Peña es similar a la de Robert Silva, señalaron fuentes partidarias, en el sentido de que es otro de los que se sitúa en el radar de los presidenciables colorados pero que se debate entre “dos fuerzas” internas: el deseo de quedarse en el rol de gestión -que en el caso de Silva es culminar la transformación educativa, experiencia que ha definido como “un sueño”- y la vocación política de asumir la responsabilidad de una eventual precandidatura e intentar sacar al partido “de una situación compleja”.

Otra figura que por su gestión varios colorados entienden que debería estar en la grilla es Gabriel Gurméndez, presidente de Antel, que lleva adelante una gestión que busca comunicar los logros y objetivos de administración con centralidad informativa, como hizo días atrás al anunciar la sustitución de cerca de 300.000 routers antiguos, o cuando se refiere a mejoras en las condiciones de conectividad.

Luego están dirigentes que han comunicado con énfasis que quieren ser tenidos en cuenta -es el caso de Andrés Ojeda y Guzmán Acosta y Lara. También asomó en los últimos días el nombre de Ignacio Munyo, director de Ceres, como otra de las posibilidades.

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