“La disputa” entre el MPP y comunistas: del plebiscito de la seguridad social al impuesto al 1% más rico

“Los programas no son corset, son guías”. El presidente de la República, Yamandú Orsi, descartó que se vaya a crear un impuesto al 1% más rico de Uruguay, una propuesta que nació desde el Pit-Cnt, pero que fue generando adeptos a la interna del Frente Amplio (FA) en las últimas semanas.

Aunque el primer mandatario dejó la puerta abierta para que desde la “interna de la fuerza política” se interpele al gobierno, el mensaje dirigido a los sectores que se sumaron al reclamo de la central sindical fue inequívoco.

Ante una mayor presencia en la agenda mediática de la idea de crear un tributo que grave a los sectores más pudientes de la sociedad, producto de que apuntalaron el planteo el Partido Comunista, el Partido Socialista y Casa Grande, el presidente decidió salir por tercera vez en pocos días a desestimar la posibilidad de plano.

“Las fuerzas políticas, inclusos las que son el gobierno, tienen la necesidad permanente de desafiarnos y poner en debate todos los temas. Siempre es legítima la discusión. No puedo decir ‘de esto no se habla más’, pero tengo una posición al respecto y fue nuestro planteo de campaña. Desde el gobierno se tienen responsabilidades y hay que tener en cuenta elementos que son derivados del mundo real”, respondió al ser nuevamente consultado por la necesidad de generar un nuevo impuesto para dirigir fondos a erradicar la pobreza infantil, según sus impulsores.

Aunque Orsi, fiel a su estilo, matizó que haya diferencias a la interna de la fuerza política con respecto al gobierno, por lo bajo los dirigentes de la coalición de izquierda consultados por El País coinciden en que el enfrentamiento discursivo es parte de “la disputa” por el gobierno.

Estas pujas internas por la incidencia en la toma de decisiones se remontan incluso a antes de las elecciones nacionales —o a los apoyos de los distintos sectores a las precandidaturas de Orsi y Carolina Cosse en las internas— y persisten después de que el Frente Amplio recuperó el poder tras cinco años en la oposición.

Por un lado, el Movimiento de Participación Popular (MPP), con una visión muy diferente a la que tenía hace 20 años en materia económica y un corrimiento hacia la línea astorista —con afinidades con Seregnistas—, es el sector ampliamente mayoritario del oficialismo y el que ha delineado principalmente la gestión de gobierno, inclusive la estrategia de la campaña electoral.

Por el otro, el Partido Comunista del Uruguay (PCU), el Partido Socialista (PS) —más debilitado que en el pasado—, La Amplia, Casa Grande y otros sectores como el del senador Felipe Carballo, más afines a transmitir las sensibilidades de las bases, interpelan las posturas que son actualmente predominantes en el Poder Ejecutivo, que muestra como sus figuras políticas más prevalentes al secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez y al ministro de Economía, Gabriel Oddone.

En este escenario, con dos corrientes ideológicas, si se quiere, bien marcadas, encabezadas por el MPP y el Partido Comunista, un conjunto de acciones que llevó adelante el sector del ministro de Trabajo, Juan Castillo, y del senador Óscar Andrade para posicionar en la opinión pública la discusión sobre gravar al 1% más rico del país no pasó desapercibida en Torre Ejecutiva.

Según confiaron a El País días atrás, hubo molestia en la cúpula de gobierno al interpretar que se estaban generando posiciones encontradas a la interna del oficialismo y forzando una discusión, con recursos argumentales que van desde lo que se entiende plantea el programa del Frente Amplio y las promesa de campaña de no subir impuestos.

No obstante, hay otro elemento que para el MPP —y otros sectores del FA— fue un error político del PCU y del PS que le costó al Frente Amplio no lograr la mayoría parlamentaria en ambas cámaras y de esa forma tener una mejor gobernabilidad: el plebiscito de la seguridad social.

Esta lectura la expresó con claridad el expresidente José Mujica horas después de que el sector que él había fundado en 1994 lograra una histórica votación y arrasara a la interna del FA obteniendo la amplia mayoría de la representación parlamentaria oficialista en el Parlamento.

“No es responsabilidad del MPP lo que ocurrió. Hubo varias cosas. Una de ellas fue que los viejos partidos fundadores de la izquierda en Uruguay se enamoraron del plebiscito de la seguridad social y distrajeron mucha parte de su militancia no a la campaña electoral para luchar por el gobierno, sino para el plebiscito. Eso les bajó decibeles militantes al Frente Amplio”, dijo Mujica en referencia al PCU y el PS.