Durante el gobierno de José Mujica era conocida la idea de que existía una suerte de puja entre dos equipos económicos: el que reflejaba la visión del entonces mandatario, volcada a la puesta en marcha de la mayor cantidad de obras posibles, y otra, más preocupada por los equilibrios macroeconómicos, que se alineaba detrás del en ese momento vicepresidente, Danilo Astori.
Ese escenario llevó a que en más de una oportunidad se generaran tensos cruces y que se evidenciaron de forma clara, por ejemplo, cuando Astori se desmarcó de la situación de Ancap -que en el siguiente gobierno debió ser capitalizada en US$ 800 millones- o cuando se intentó aplicar un Impuesto a la Concentración Inmobiliaria Rural. Hubo más casos.
Ahora, a cinco meses de iniciada la administración de Yamandú Orsi, un planteo tributario nacido del Pit-Cnt y tomado luego por el Partido Socialista, es visto como una muestra de que hay sectores del Frente Amplio que buscan “disputar” e “incidir” en la gestión del gobierno, según relataron a El País fuentes de la fuerza oficialista y del Poder Ejecutivo.
Los dirigentes consultados coinciden en que la señal más clara está en que los impulsores de la propuesta insisten en su planteo y han generado espacios de discusión de la iniciativa a pesar del rechazo explícito y claro del presidente Orsi.
“Nosotros planteamos que no vamos a crear más impuestos”, dijo Orsi, cuando la central sindical le presentó la idea el pasado 23 de junio. En la misma línea, el ministro de Economía, Gabriel Oddone, también puso reparos. “Quiero decir que no forma parte del objetivo de la política económica de este gobierno ingresar en debates tributarios del tipo que se han puesto sobre la mesa”, sostuvo semanas atrás en el Parlamento. Según el jerarca, la presión fiscal es hoy muy alta, por lo que no se pretende “avanzar sobre este tipo de formato”.
Pese a estos lineamientos, uno a uno, legisladores socialistas, comunistas y de otros sectores menores -todos con el denominador común de haber apoyado la precandidatura de Carolina Cosse en las elecciones internas de junio de 2024-fueron manifestando su intención de que el gobierno frenteamplista avance en la creación del nuevo impuesto.
Quiénes plantean la creación de un nuevo impuesto
El que levantó la bandera primero fue el senador socialista Gustavo González. que planteó que “hay que abrir el debate, sin prejuicios”. Luego, a mediados de este mes se sumaron los respaldos del legislador comunista Óscar Andrade, de la senadora Constanza Moreira (Casa Grande) y de su correligionario Felipe Carballo (Lista 711).
Desde ese momento, quienes impulsan esta propuesta impositiva realizaron diversas acciones que buscaron -y lograron- colocar el tema en la opinión pública con Andrade, González y Moreira defendiendo la propuesta en entrevistas en radio y televisión y con distintos grupos organizando mesas redondas sobre la propuesta de gravar al 1% más rico del país (ver aparte).
Se debatió incluso sobre cómo interpretar el programa de gobierno que el Frente Amplio le ofreció a la ciudadanía en 2024 cuando ganó las elecciones. Mientras los detractores de la idea remarcaron que el planteo no forma parte de la hoja de ruta para el Poder Ejecutivo, sus impulsores aseguraron que el programa “no habla de no tocar impuestos”, dicho en palabras de Andrade en radio La Diaria el 21 de julio.
Unos días antes, el Espacio 1001 realizó un conversatorio titulado “Hacia una estrategia nacional de desarrollo” donde Andrade y Moreira, junto al esconomista Mauricio Da Rosa -docente de la Facultad de Ciencias Económicas de Udelar con el que el senador socialista González intercambió sobre la propuesta- y al politólogo Gabriel Delacoste, expusieron los argumentos que justifican crear un “impuesto al 1% más rico para erradicar la pobreza infantil”.
Este acumulado de acciones generó cierto malestar en el Poder Ejecutivo donde se entiende, según los informantes, que se “está forzando” una discusión. Y que de alguna manera, provoca posiciones encontradas entre sectores y dirigentes del Frente Amplio.
Mientras, los impulsores han mantenido reuniones con otros integrantes de la bancada de senadores del Frente Amplio -Búsqueda informó de contactos con el legislador de La Amplia Daniel Borbonet y de la Vertiente Artiguista Eduardo Brenta-, desde el Movimiento de Participación Popular (MPP) varios dirigentes salieron al cruce y plantearon que no les parecía una opción a considerar.
“Uruguay tiene de antemano un problema de costos, que lo hacen poco competitivo en el mundo de hoy”, advirtió el exsenador y coordinador político del sector, Charles Carrera, semanas atrás a El País.
En ese sentido, sostuvo que los aspectos tributarios no deben actuar encareciendo aún más al país. “Ojo con eso”, alertó. En su visión, la distribución de la riqueza no pasa solo por un tema impositivo. “Pasa por el crecimiento de la economía, la diversificación de los mercados y la negociación colectiva”, afirmó.
Después, legisladores del principal sector del Frente Amplio -y el mayor sostén político del presidente Orsi- fueron haciendo notar de forma más marcada sus diferencias. El presidente de la Cámara de Representantes, el diputado Sebastián Valdomir, por ejemplo, dijo al programa Campaña del Miedo que, en su opinión, “no crearía un impuesto nuevo” sino que “ampliaría las capas que hoy existen dentro del Impuesto al Patrimonio”.
La ex vicepresidenta Lucía Topolansky fue más dura con su crítica. “Atracar con que le saco el 1% acá y soluciono la pobreza es de una simpleza... Es más bien una consigna”, sostuvo a Canal 5. Y luego agregó: “Para una organización social está dentro de la lógica, a nivel parlamentario me parece que no tiene ningún andamiento”.
El Partido Comunista, hasta este fin de semana no había tratado la iniciativa en su orgánica. Si bien hubo dirigentes relevantes que manifestaron su respaldo, como Andrade y algunos diputados, el secretario general del Partido Comunista y ministro de Trabajo, Juan Castillo, no opinó públicamente.
De todos modos, en filas frentistas recordaron que los planteos tributarios hechos por dirigentes comunistas no son nuevos. Y mencionaron el caso del propio Castillo quien en 2016 le propuso al entonces presidente Tabaré Vázquez que, para contar con mayores recursos para la educación y la salud, el gobierno debía incumplir la meta fiscal y aumentar la carga tributaria. Finalmente, Vázquez no tomó la propuesta.
Entre ayer y hoy el comité central comunista analizó, junto a otros temas, el respaldo a la propuesta de gravar al 1% más rico del país. De acuerdo a lo que indicaron fuentes del sector a El País, el Partido Comunista considera que la iniciativa es válida para poder garantizar recursos que permitan reducir la pobreza infantil y que el tributo que se propone es algo que se está discutiendo a nivel mundial por lo que su debate a nivel local es pertinente.