ASSE insiste en reestructura con aumentos salariales; sostienen que plan implica un ahorro

Sigue la polémica en torno a la reestructura de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), la que implica aumentos salariales para cargos gerenciales. Así lo plantearon sus autoridades en una comparecencia ante la Comisión de Salud Pública y Asistencia Social de la Cámara de Representantes, la que se llevó a cabo a pedido de la oposición.

Mientras el presidente de ASSE, Álvaro Danza, remarcó tras la comparecencia de casi cinco horas que la reforma planteada implica un ahorro de unos US$ 3 millones anuales, los diputados nacionalistas José Luis Satdjian y Amin Niffouri exigieron la revocación inmediata de las resoluciones vinculadas a subas de salarios y creación de cargos.

Danza subrayó que los aumentos salariales, cuestionados por la oposición, "se mantienen en pie". Tanto los vinculados con mayor carga horaria, como los que implican un pago por valor hora más alto. No obstante, en la última reunión del directorio, se resolvió que los mayores aumentos, que eran de $ 105.000, bajaran a unos $ 26.000.

Consultado por El País en rueda de prensa sobre cómo se puede hablar de ahorro, cuando se marcó una herencia de "severos problemas asistenciales y financieros", y se aprobaron aumentos, Danza respondió: "Ese ahorro se explica porque bajamos 133 cargos de la estructura del casco central de ASSE, de confianza muchos de ellos, y eso determina que en el balance neto hay disminución de personas y dinero que gastamos, lo que no provoca impacto asistencial de ningún tipo”.

"El directorio de ASSE ha manejado distintas cifras a lo largo de este tiempo, ha dado marcha atrás parcialmente en algunos aumentos, y hoy, como decía el diputado Niffouri, no trajeron el sustento del supuesto ahorro", remarcó Satdjian. Y añadió: "Hemos sido coherentes de que estos aumentos de sueldo se votaron solo con los integrantes del Frente Amplio en el directorio de ASSE y las actas no están publicadas. Hoy pedimos nuevamente que nos dejaran las actas, lo cual no se ha realizado".

“No descartamos ninguna medida de aquí en adelante”, señaló Niffouri en la misma rueda de prensa. E insistió que el actual directorio de ASSE “no respondió” cuando se le consultó si los ministros Cristina Lustemberg (Salud Pública) y Gabriel Oddone (Economía y Finanzas) estaban al tanto de estas resoluciones.

La comparecencia de las autoridades de ASSE derivó en varios cruces con “interrupciones”, de acuerdo a la versión taquigráfica de 56 páginas a la que accedió El País. Mientras el arco oficialista respaldó a las autoridades, los nacionalistas arremetieron contra lo actuado.

La nueva gestión heredó una “organización desordenada, sin rumbo claro, con funciones superpuestas” en la Unidad 068, el “casco central” de ASSE, donde se aplicó la reestructura, “basada en criterios técnicos y estratégicos”, dijo Danza.

El vicepresidente de ASSE, Daniel Olesker, apuntó que hubo un “gran engorde” en esta área en el gobierno pasado. “En valores reales, pasó de $ 2.100 millones a $ 2.716 millones; es decir, un aumento de casi el30 %”, dijo el economista.

Olesker desmintió tres datos que manejaron los blancos en las últimas semanas: que haya subido $ 146 millones el presupuesto; sostuvo “hay 39 cargos nuevos, no 52”, de los cuales “14 tienen costo y solo siete están ocupados por personas nuevas en la estructura”; y sostuvo que no saben “de dónde salieron 42 aumentos salariales” que se manejaron.

Danza reconoció los “ajustes salariales” de un 15% y 16% para los cuatro gerentes y sus adjuntos. Y advirtió que el pago a gerentes en ASSE “no se equipara” a los cargos análogos de empresas privadas.

“Ninguno de estos ajustes salariales mueve la aguja a la administración”, lanzó el presidente de ASSE, quien destacó que esta mejora salarial supone una “estrategia necesaria” para “reconocer la dedicación, competir en el mercado y retener talentos”.

“A la persona que hoy está atendiendo la puerta de emergencia, que está salvando vidas, que está cuidando, que está higienizando, que cobra $ 40.000, no le podemos decir que no le mueve la aguja que un gerente cobre $ 357.000”, arremetió luego Satdjian.

Otro aspecto que generó ruido en la comisión fue el detalle de las 133 bajas que comunicó la gestión actual de ASSE a partir de la reestructura. “Queremos conocer el listado completo de las 133 personas que bajaron: la función, el servicio, la unidad ejecutora, el organismo financiador, si es Rubro 0, si es Comisión de Apoyo, si es Comisión Nacional de Apoyo a la Salud Mental y la fecha de desvinculación”, preguntó Satdjian.

Quien, más adelante, planteó que las autoridades “no entregaron la lista de los 133 cargos en los cuales sustentaron toda la reforma”. “Vinieron explícitamente por este tema. Que no se nos entregue en qué se fundamenta ese supuesto ahorro es una falta de respeto”, añadió.

Otro hecho que generó polémica es que la vocal Marcela Cuadrado se haya votado cobrar un salario mayor, por su cargo de médica y no por su puesto actual. El secretario letrado de ASSE, Alejandro Lanza, dijo que Cuadrado está amparada en la norma y que participó de la sesión para llegar al quorum mínimo para que funcione el directorio, que sigue teniendo tres de cinco miembros.

Por otro lado, Olesker señaló que el presupuesto de ASSE, hacia 2019, destinaba “poco más del 60% de salarios, algo más del 20% de medicamentos y entre el 8% o el 10% de estudios contratados”. Pero entre 2022 y 2024, lo gastado en estudios contratados saltó al 21%.

“En el período anterior se privatizó la salud pública para prestadores privados (…) ASSE utilizó más recursos externos y menos recursos propios a pesar de que no bajaron los recursos propios porque la mayoría eran presupuestados”, apuntó Olesker.

En torno a lo asistencial, Danza planteó que a marzo de este año había una lista de espera ambulatoria de pacientes para ser asistidos por especialistas, o para realizarse estudios llegaba a 421.278 consultas. Mientras que ahora está un 8% debajo (387.519 consultas).

También se habló de una caída en la demanda de cinco especialidades (oftalmología, psiquiatría, dermatología, traumatología y odontología), cuya lista de espera pasó en cuatro meses de 195.838 a 165.758 consultas, agregó el titular de ASSE.

Vinculado a los medicamentos, el gerente general Federico Martiarena insistió con que los problemas se concentran en la RAP Metropolitana, donde se atiende medio millón de personas.

Informe de reestructura de ASSE presentado este martes a los legisladores