Hace pocas semanas el gobierno anunció la instalación de 100 radares que rotarán en 112 puntos de las rutas nacionales. Desde el Ministerio de Transporte y Obras Públicas se defendió la medida -que recibió críticas incluso desde el ámbito político- al decir que servirá para “salvar vidas”. Y es que hubo 261 muertes en accidentes de tránsito en lo que va de 2023. Del total, el 47% se registró en las rutas nacionales y el 53% en los caminos y calles departamentales.

Sin embargo, lo cierto es que hubo una caída en la cantidad de muertes -las 261 mencionadas anteriormente- en comparación al mismo período de 2022. En concreto, se perdieron 14 vidas menos si se tiene en cuenta que hubo 275 fallecimientos el año pasado.

El presidente de la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev), Alejandro Draper, indicó que en las cifras se “ven reflejados los buenos logros de las acciones en territorio” que realiza la agencia estatal y sus “socios estratégicos”. Del total de las muertes se puede diferenciar entre las que suceden en las rutas nacionales y las que se dan en los caminos y calles de cada departamento.

Por un lado, se registró una reducción en los fallecimientos en las rutas nacionales en lo que va del año. Hasta el viernes, 123 personas habían pedido la vida en esas zonas del país. Si se tiene en cuenta que hubo 171 en 2022, se registró una caída de 48 fallecimientos menos.

Por otra parte, se dio un incremento de 34 muertes en los caminos y calles de los departamentos, con comportamientos diferentes en cada uno de ellos. Y es que se registraron 123 fallecimientos en 2023 mientras que hubo 104 en 2022.

No obstante, a pesar de la disminución de muertes en las rutas a nivel nacional, hubo 11 departamentos que tienen un mayor nivel de fallecimientos en esas zonas en comparación a la jurisdicción departamental. Estos son Flores, Treinta y Tres, Paysandú, Durazno, Canelones, Colonia, San José, Rocha, Cerro Largo, Lavalleja y Soriano. Este es un motivo, indicó Draper, para continuar con las “acciones que se vienen realizando” en materia de seguridad vial.

La mayor parte de las muertes se dieron en Montevideo: 60, un 23% de las 261 que hubo en lo que va del año. La mayor parte de las que sucedieron en la capital (83%) se dieron en las calles y caminos del departamento. El restante 17% sucedió en las rutas. La situación contraria vivió Canelones donde, de sus 45 fallecimientos, 29 muertes se dieron en rutas (64%) y 16 en los caminos y calles bajo la jurisdicción de la comuna canaria (36%).

Por otra parte, Colonia tuvo 22 muertes, y la mayor parte se dieron en las rutas: 14. Lo mismo sucedió con San José (14 en total, 9 en las rutas) y Rocha (14 en total, nueve en las rutas). No así en Maldonado, donde de los 13 fallecimientos que hubo, nueve se dieron en los caminos y calles departamentales. Por su parte, en Cerro Largo las cifras estuvieron parejas: de las 12 muertes, siete se dieron en rutas y cinco en la jurisdicción de la comuna.

Los datos continúan así: Tacuarembó y Rivera con 12 muertos cada uno, Paysandú con ocho; Lavalleja y Soriano con siete; y Treinta y Tres, Artigas y Florida con seis. Por último, Durazno tuvo tres muertes, Río Negro dos y Flores una.

El presidente de la Unasev destacó la inauguración del Centro de Sistemas Inteligentes de Tránsito que se realizó hace poco más de 10 días. Draper explicó que “permitirá manejar y monitorear los equipos controladores de tránsito de la red vial nacional”. Y comentó que “hay un procesamiento a tiempo real de todos los datos del tránsito en las rutas”.

La colocación de radares -que generó cuestionamiento y acusaciones de tener un rol recaudador- se hizo con base en un estudio estadístico. Draper explicó que la Unasev “realizó un análisis que culminó con la detección de una serie de puntos ‘rojos’ de alta siniestralidad” y el MTOP colocó allí los dispositivos para lograr el “necesario respeto por las velocidades” y disminuir la cantidad de accidentes de tránsito en esos lugares.

Uno de los que fue crítico con los radares fue el senador blanco Sebastián da Silva. A principios de agosto, el legislador indicó que hay “muchos radares” en el país, y que es una “moda”. En ese sentido, añadió: “Es fácil recaudar a partir de los radares. A mí me molestan”.

Por otra parte, desde el Parlamento se intentó poner un tope a las multas de tránsito por exceso de velocidad en la Rendición de Cuentas. Sin embargo, no llegó a la cantidad de votos necesarios en el plenario en la maratónica sesión que comenzó este jueves. Además, el Congreso de Intendentes rechazó por unanimidad la iniciativa “por ser violatoria de la Constitución de la República y socavar la autonomía departamental”, se comunicó el mismo día en que se anunció.

Draper indicó que “no es un sistema para castigar” el de los radares sino que está “pensado para traer seguridad”. Además los “controles son necesarios a los efectos de lograr el descenso sostenido de las muertes y lesiones”. Y los “puntos de control” están “altamente señalizados” porque la “intención es prevenir y no sancionar”.

“La intención es lograr ir incrementando las mejoras en infraestructura, y con ello poder mejorar también las velocidades de los recorridos logrando la uniformización de las mismas”, añadió.

El Centro de Sistemas Inteligentes de Tránsito, encargado de monitorear los sistemas tecnológicos en las rutas nacionales, entre ellos los más de 100 nuevos radares, comenzó a funcionar el pasado lunes.

No obstante, será a partir del 7 de setiembre que los nuevos dispositivos comenzarán a multar, detalló ayer el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP).

El subsecretario del MTOP, Juan José Olaizola, detalló a Canal 10 que ahora se está trabajando con el congreso de Intendentes, la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev), el Sistema Único de Cobro de Ingresos Vehiculares (Sucive) y todos los actores involucrados en un sistema de unificación de multas en todo el país. “Las multas tienen que tener valores reales, también tienen que ser punitivas porque si son demasiado baratas la gente no las respeta”, aseguró el jerarca.

“La instalación de estos puntos se enmarca en un plan de seguridad vial a nivel nacional para el período 2020-2025, que incluye la ejecución de un plan de obras viales de gestión y de incorporación de tecnología inéditos, con el fin de promover la seguridad de todos los usuarios de la infraestructura vial”, dijo el MTOP.

No respetar estos radares implica hoy una multa desde 5 a 12 Unidades Reajustables, $ 7.988 a $ 19.171, respectivamente. Estos valores cambiarán una vez se termine con el nuevo decreto del Congreso de Intendentes en el que, según las autoridades, se aplicará una unificación de multas.