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El gobierno se prepara para el día después y posterga sin fecha el regreso a clases

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El presidente Luis Lacalle Pou compareció ante los medios, acompañado por los ministros de Salud, Economía y Trabajo. Foto: Darwin Borrelli

EL COVID-19 EN URUGUAY

Sin clases, sin aglomeraciones, sin espectáculos públicos y buscando reactivar industrias.El gobierno liderado por Luis Lacalle Pou admite que está combatiendo un enemigo desconocido: el coronavirus.

Hay una sola certeza: la emergencia sanitaria por el coronavirus seguirá después de Semana Santa. Todo lo demás es especulación. Todavía no se sabe si la misma continuará entrado el mes de mayo, o después de las vacaciones de invierno, o incluso si se extenderá entrada la primavera.

“Nadie sabe cuándo va a terminar esto”, remarcó ayer el presidente de la república, Luis Lacalle Pou. El jefe de Estado admitió que se está combatiendo contra un enemigo nuevo: desconocido por muchos factores.

De lo que sí dijo estar convencido es que, a pesar de no saber la magnitud del episodio: “Al final del túnel hay una luz”. Y para ese escenario aun no calculado un equipo de asesores está trabajando para preparar al país. Tanto a nivel económico, como sanitario y social.

Preparar el famoso: “Día D”, el día después del coronavirus en Uruguay. El presidente de la República anunció nuevas medidas para atender las urgencias de grupos especiales de la sociedad.

Al mismo tiempo anunció la extender la suspensión de las clases de forma indefinida hasta que se visualice un horizonte claro de la permanencia del coronavirus en el país. Ayer El País había adelantado que las clases no se retomarían el 13 de abril.

El gobierno trabaja en cómo evitar que los niños pierdan más clases, y por eso analiza cinco escenarios diferentes para poder ofrecerlas a determinados grupos de alumnos.

A nivel universitario las teleconferencias son una herramienta que permite seguir adelante. La dificultad mayor pasa por las escuelas. Allí desde el Ministerio de Educación sostienen que el escenario es más que complejo, no solo por mantener la atención de los chicos, sino también por el no manejo de algunas herramientas tecnológicas por parte de ciertos profesores.

En este punto el gobierno admite que hay dificultades importantes. De todos modos no quieren entrar en un escenario de: “perdida del año” y trabajan en alternativas.

Por otro lado, el Poder Ejecutivo busca evitar aglomeraciones, un escenario más propicio para el contagio. Por eso Lacalle Pou ayer inició nuevamente la conferencia pidiendo, “exhortando”, que se mantenga lo más posible el aislamiento voluntario (cuarentena).

“No salir de las casas si no lo tienen que hacer. Estamos viendo más gente en la calle, y apelamos a la solidaridad y la sensibilidad de esa gente”, comentó el presidente.

En esta línea el Ejecutivo planea también mantener la suspensión de espectáculos públicos de forma indefinida, en la misma línea que el dictado de clases. Sin embargo sí se analiza para más adelante mecanismos que permitan la apertura de grandes superficies comerciales con protocolos específicos, comentaron a El País fuentes del gobierno. Estos puntos serán analizados en el correr de los próximos días.

Algunos sectores sí retomarán la actividad el lunes 13 de abril y para ello se elaboran protocolos de seguridad sanitaria a nivel tripartito (gobierno, empresas y trabajadores). Uno de ellos, es en la construcción.

Keynesiano.

El gobierno es consciente que “la llave” de los motores está medio apagada. Por eso Lacalle Pou dijo que ya se están preparando para volver a prenderla. Incluso remarcó que no dejarán por el camino -amputarán, fue la palabra que uso- ninguna medida para reactivar al país.

“No vamos a amputarnos ningún mecanismo para poner a andar al país. No somos ortodoxos”, dijo y recordó que en las charlas con su ministra de Economía aprendió a valorar al economista teórico británico John Maynard Keynes.

El economista nacido en 1883 desarrollo una teoría con fuerte hincapié en el papel del Estado, para hacer funcionar la economía.

“Las herramientas que tengamos a mano van a ser las que usemos el día después. El mundo ha demostrado que ser ortodoxos en momentos de crisis no es una buena cosa. Sin perder los principios, sin perder la libertad como faro principal, vamos a usar todas las herramientas para prender la llave del país de vuelta”, explicó Lacalle Pou.

Luis Lacalle Pou, este jueves en conferencia de prensa en Torre Ejecutiva. Foto: Darwin Borrelli
Luis Lacalle Pou, este jueves en conferencia de prensa en Torre Ejecutiva. Foto: Darwin Borrelli

El bolsillo.

Otra de las preocupaciones de Lacalle Pou está en los costos de los productos básicos. “Hemos recibido la preocupación justa de muchos uruguayos que ven que los precios de la canasta básica y la canasta sanitaria han tenido un aumento”, dijo. “Además de publicar los precios, vamos a hacer un seguimiento muy cercano del stock de esta canasta sanitaria, no pueden faltar productos”, agregó el mandatario anoche.

En el equipo económico que lidera la ministra Azucena Arbeleche se inició un intercambio de ideas para ver cómo poner en marcha la economía, una vez que se controle la pandemia por el coronavirus. La idea es ver cómo se genera competitividad y se atraen inversiones que serán necesarias para ello.

Arbeleche dijo ayer: “Después de la tormenta, va a salir el sol”. ¿Cuándo ocurrirá eso? Las estimaciones más optimistas, son entrado el segundo semestre. Y para ese tiempo los golpes en la economía en cuanto a impacto en el Producto Interno bruto (PIB) van a ser más que visibles.

Para eso trabajan en diferentes herramientas que fomenten la actividad; al mismo tiempo de definir otras medidas que sirvan de sostén para la población. Es decir: el gobierno se debate entre medidas que generen gasto, versus, medidas que den oxigeno y reactiven “los motores” económicos.

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