DE CARA AL FUTURO

Además de expresar la determinación de Uruguay de continuar negociando un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China, en la pasada cumbre del Mercosurel presidente Luis Lacalle Pou advirtió a los otros países miembros del grupo regional que el plan de su gobierno es ir a más.

“Seguramente avancemos con otros países y con otros bloques. Tenemos una agenda para seguir avanzando”, develó el mandatario.

Desde el gobierno, también, señalaron que el plan es -durante la presidencia pro tempore del Mercosur, que Uruguay ejerce desde la semana pasada- avanzar en los acuerdos que el bloque regional tiene pendiente, algunos ya desde hace muchos años, y en los que no se llega a ver la luz al final del túnel.

Paraguay destacó una y otra vez en el encuentro de países de esta semana pasada que durante su presidencia pro tempore se consiguió firmar el tratado con Singapur. Para Uruguay esto “ayuda, suma, pero no es determinante”, advirtieron desde el gobierno, en el sentido de que ya se ha estado exportando con tasa cero a este país y que el beneficio estaría más vinculado a sortear ciertos controles sanitarios.

Hay un socio comercial clave con el que a Uruguay le gustaría mucho avanzar en acuerdos y ese es claramente Estados Unidos. Sin embargo, por ahora, Washington no ha mostrado una determinación al respecto y se cree poco probable que haya cambios en este sentido. Es que algunos ya se animan a decir que el estilo proteccionista de Joe Biden deja pocas puertas abiertas para que se dé un avance y descartan de plano la posibilidad de un TLC.

Lacalle Pou ya ha advertido que un tratado así con Estados Unidos sería “el sueño del pibe”, pero lo cierto es que en las conversaciones que se han tenido hasta ahora a nivel de las cancillerías de ambos gobiernos no permiten ni hacerse ilusiones. Lacalle Pou y el canciller Francisco Bustillo recibieron hace dos meses a Chris Dodd, exsenador demócrata y asesor especial del gobierno estadounidense para lo que fue la Cumbre de las Américas, y este definió a Uruguay como “un socio confiable”. Sin embargo, nada ha ido más allá de las palabras.

En cuanto a la reacción de Estados Unidos ante el TLC con China, las opciones que maneja el gobierno son tres: la molestia -algo muy poco probable-, el impulso a acercarse más a Uruguay -algo de lo que por ahora no se tienen pistas-, o la indiferencia -que es lo que viene sucediendo hasta este momento.

Lacalle Pou debería asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas en Estados Unidos, que se llevará a cabo en la segunda quincena del mes de setiembre. Esta podría ser una oportunidad para reunirse con algún jerarca del gobierno norteamericano, pero aún no está confirmado que esto suceda.

Incluso en el entorno del presidente evalúan aún si el mandatario irá a la reunión de líderes del mundo, para la que ya está confirmada la presencia del estadounidense y del ucraniano Volodímir Zelenski, entre otros.

Pero más allá “del sueño del pibe”, Uruguay planea seguir avanzando en las negociaciones con Turquía, que aunque vienen más lentas de lo previsto, se aspira a tener algún tipo de novedad antes de fin de año.

Hasta ahora lo que hubo reuniones, a nivel del Ministerio de Economía y Cancillería para la evaluación de aspectos técnicos de cara a un posible tratado.

A nivel regional, en tanto, Uruguay intentará mantener la relación que viene teniendo hasta ahora con Brasil, más allá de lo que pase en las próximas elecciones en las que Jair Bolsonaro se verá fuertemente desafiado por el candidato opositor Luiz Inácio Lula da Silva. Con Argentina insistiendo en que el TLC con China u otros países violentan las normas internas del grupo, y luego de que Paraguay se sumara a esta postura, la posición de Brasil a favor de la flexibilización “ayuda y mucho”, han señalado desde el gobierno.

Es que su condición de ser la potencia del bloque hace que cualquier decisión que se adopte debe contar con el apoyo de Brasil si se quiere tener éxito, más allá de lo que establezcan los estatutos de cualquier organismo.

Sin embargo, tampoco se cree que un posible triunfo de Lula da Silva implique cambios sustantivos a la interna del Mercosur. “El Lula que llegaría sería otro. Hay que ver. Va a ser un Lula que va a querer pasar a la historia”, dicen desde el gobierno. Lo que sí está claro es que el 1° de enero próximo, cuando asuma otro o el mismo presidente, Lacalle Pou y Bustillo viajarán a Brasil para participar del evento, confirmaron fuentes diplomáticas.

Desde el Mercosur, en tanto, Uruguay está decidido a demostrar su decisión de buscar nuevos socios de manera práctica: tratando a toda costa de potenciar ciertos acuerdos que el bloque tiene trancados desde hace tiempo. En este sentido es que está previsto que el canciller Bustillo realice varios viajes durante la presidencia pro tempore.

“Celebramos el acuerdo con Singapur, pero nos genera cierta ansiedad e incertidumbre el escaso avance en los últimos tiempos con la Unión Europea, un socio natural, histórico y de futuro para este bloque”, manifestó Lacalle Pou el jueves en su alocución ante las delegaciones de los otros países del Mercosur.

Así que la prioridad estará, justamente, en potenciar este demorado acuerdo con la Unión Europea, que se viene negociando ya hace más de 20 años.

Está decidido que Bustillo viaje a Europa y aunque se considera muy poco probable que se llegue a ratificar un acuerdo en este tiempo -entre otras cosas porque aunque esto se logre ya se sabe difícil que los 27 países que forman parte de la Unión ratifiquen sin reparos el tratado en sus parlamentos-, se espera poder avanzar en la llamada agenda verde, que consiste mayormente en impulsar mecanismos de descarbonización en cada una de las naciones, en momentos que Estados Unidos y Europa impulsan la electromovilidad.

Pero en Cancillería también están previendo que se realicen viajes a Medio Oriente. Allí el bloque sudamericano apunta a concretar un tratado con el Líbano y con el sudeste asiático.

En este sentido, no se descarta como otras líneas abiertas para la negociación de este tipo de acuerdos el poder concretar uno con el gobierno de Corea del Sur y otro con el de Canadá. En ambas naciones el Mercosur viene trabajando con intención de alcanzar la firma de acuerdos en clave de TLC.