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Gas Sayago pagó masajes, gimnasia laboral y fisioterapia en su peor momento

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Dirigentes del oficialismo y la oposición no se ponen de acuerdo en torno a las pérdidas que generó Gas Sayago. Foto: Archivo El País

MÁS GASTOS VINCULADOS A LA REGASIFICADORA

Una auditoría de UTE analizará facturas de Gas Sayago por servicios pagados de masajes, gimnasia laboral y fisioterapia para todos sus empleados cuando la empresa enfrentaba su peor momento.

El 12 de diciembre de 2019, el directorio de UTE resolvió que se debían iniciar acciones para efectivizar el cierre y la liquidación de la planta regasificadora Gas Sayago. La decisión ocurrió cuatro años después que se detuvieran las obras de uno de los proyectos más ambiciosos del entonces presidente de la República, José Mujica.

Gas Sayago es una empresa cuya propiedad pertenece a UTE (80%) y a Ancap (20%). Hoy es una cáscara vacía en proceso de liquidación. Allí trabajan dos liquidadores que son funcionarios de UTE.

El jueves 29, el directorio del ente energético adjudicó la licitación para la contratación de una auditoría que analice todos los gastos de Gas Sayago. La consultora designada fue Price Waterhouse Coopers (PWC), única empresa que se presentó al llamado.

Entre los gastos que deberá analizar dicha auditoría se encuentran facturas por gimnasia laboral, masajes y fisioterapia para todos los funcionarios de Gas Sayago, según supo El País.

Esas erogaciones se realizaron en momentos en que la empresa enfrentaba dificultades económicas y la obra de la regasificadora solo era una quimera. Los montos de dichos gastos no fueron elevados. No obstante, son varias las facturas realizadas para ese rubro.

En su trabajo de recolección de documentos, los funcionarios de UTE también hallaron un contrato de servicios de fisioterapia para los trabajadores de Gas Sayago.

Una fuente política dijo a El País que todo lo relacionado con Gas Sayago se está preparando para entregar a la consultora contratada: gastos, balances y directivas empresariales.

Reiteró que los gastos en gimnasia laboral y masajes, entre “otras cosas” que no especificó la fuente, serán estudiados por la auditoría. Y agregó que cuando el estudio finalice, se evaluará si hay mérito o no para una denuncia penal.

“Hasta que la auditoría no realice su trabajo, no se divulgará información sobre los gastos de Gas Sayago. Insisto, la consultora Price Waterhouse Coopers debe analizar eso y mucho más”, dijo la fuente en alusión a los gastos de la obra inconclusa de la regasificadora de Puntas de Sayago. Algunas de las erogaciones de Gas Sayago fueron detectadas por los liquidadores designados por UTE, pero otras no. La auditoría tiene seis meses para “trabajar en profundidad” sobre esa empresa, sostuvo la fuente.

El País trató en vano de ubicar a la expresidenta de Gas Sayago, Marta Jara, para que brindara su versión sobre los gastos en gimnasia laboral.

Los pilotes.

La obra de la regasificadora representó pérdidas para el país de unos US$ 150 millones, según señalaron fuentes de UTE, aunque no hay acuerdo entre el oficialismo y la oposición en torno a estas cifras.

Tubos de regasificadora de Gas Sayago. Foto: Luis E. Camacho
Tubos de regasificadora de Gas Sayago. Foto: Luis E. Camacho

Los pilotes de la obra, ubicados frente a Puntas de Sayago, fueron recordados por la opinión pública tras una charla entre el entonces candidato del Frente Amplio, Daniel Martínez, y el exdirigente del MLN, Jorge Zabalza. Además de afear el paisaje costero, hoy los pilotes representan un problema. Algunos de ellos se han caído y su retiro cuesta US$ 8 millones.

El gobierno ahora trata de llegar a un acuerdo con una empresa para que los utilice en la construcción de un muelle.

Otro problema que enfrenta Gas Sayago es el alquiler de un espacio portuario de siete hectáreas a la Administración Nacional de Puertos, cuyo costo mensual es de US$ 124.608.

Claves de una obra fallida

Una reciente denuncia penal presentada por Gas Sayago sobre faltantes de materiales de la regasificadora brinda datos de una obra que dejó pérdidas millonarias para el país en los últimos siete años. El 18 de noviembre de 2013, el Poder Ejecutivo otorgó a Gas Sayago la concesión del gasoducto que conectaría la terminal de Puntas de Sayago con el Gasoducto Cruz del Sur, de Argentina.

El plazo del acuerdo entre ambos países sería de 20 años después de que se concretara la obra de Puntas de Sayago. Debido a que Argentina perdió interés en el negocio, la obra quedó inconclusa. El 10 de junio de 2018, la entonces ministra de Industria, Carolina Cosse, señaló que el proyecto de regasificadora que se encaró en su momento desde la empresa Gas Sayago no causó pérdidas considerables al país. En 2019, el entonces diputado Pablo Abdala dijo en el Parlamento: “Me llamó mucho la atención que en 2018 tuviéramos US$ 5.000.000 de gastos de administración por concepto de remuneraciones, vehículos, honorarios, arrendamientos, consultorías, etcétera, para una empresa absolutamente inactiva”.

Despidos millonarios

En una visita realizada al Parlamento el 11 de setiembre de 2019, el expresidente de UTE, Gonzalo Casaravilla, dijo que el proceso de despido de todo el personal de Gas Sayago rondó los US$ 600.000. Casaravilla también señaló que se estaba tratando de vender Gas Sayago con todos sus activos y permisos, pero estos últimos cayeron al tiempo. No hubo venta.

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