Redacción El País
La antesala de la reunión del Consejo Superior Tripartito prevista para este jueves 3, donde el gobierno presentará formalmente las pautas de negociación para los Consejos de Salarios, evidencia las diferencias sobre lo que esperan el Pit-Cnt y el sector empresarial respecto a los ajustes salariales y la reducción de la jornada laboral.
“No vamos a la ronda como si no hubieran existido” las anteriores, adelantó el vicepresidente de la central sindical, Javier Díaz. Con ello aludió a que la expectativa del Pit-Cnt es que esta negociación “sea distinta” a las del período pasado donde, según explicó, hubo una pérdida de salario real. “En todo caso si al final del convenio hubo una parte de los trabajadores que lograron recuperar o crecer fue por la lucha de los obreros organizados”, señaló.
Además, “esa política regresiva provocó un fuerte incremento de los trabajadores con salarios sumergidos, pasando de 450.000 a cerca de 550.000 personas ganando menos de 25.000 pesos”, dijo.
Según Díaz, los lineamientos pueden atender la situación de un segmento de ese universo de trabajadores, “pero hay una parte muy importante -la mas grande- que no lo vas a resolver con la pauta, se requieren medidas en concreto dirigidas”. En ese sentido, el vicepresidente del Pit-Cnt subrayó que en Uruguay hay un 23% de trabajadores en la informalidad o en una situación laboral precaria, y que a eso se suma la situación de “miles de personas excluidas del acceso al empleo”, especialmente mujeres y jóvenes.
En ese contexto, el Pit-Cnt pretende que “todos los salarios deberían acompañar el crecimiento de la economía”, remarcó Díaz, quien citó las proyecciones de expansión del PIB del Banco Central que estiman un 2,5% para este año y de 5% en el acumulado a 2026. El objetivo de la central sindical, además, es que los trabajadores con salarios sumergidos sean atendidos “de una manera distinta y superior al resto, esto es que tengan un crecimiento mucho mayor”.
Empresarios
Entre los empresarios hay cautela a la espera de conocer las pautas. “Son anuncios muy generales, hay que esperar”, respondió el presidente de la Confederación de Cámaras Empresariales del Uruguay, Diego O’Neill sobre los comentarios de los ministros de Economía y Trabajo, Gabriel Oddone y Juan Castillo, respectivamente, la semana pasada sobre los lineamientos. Allí mencionaron que los aumentos se fijarán en base a un sistema de franjas, en convenios a dos años, con ajustes semestrales y correctivos por inflación.
Leonardo García, presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay, afirmó que los empresarios están “bastante expectantes de ver cuáles van a ser las pautas definitivas”. “Esperamos que puedan ser realizables para la industria, porque venimos hablando de lo complejo que está el sector, de los problemas de competitividad y productividad que tiene, que no son de ahora, sino que son acumulados”, analizó.
García planteó que hay que considerar la composición de la estructura de las empresas a la hora de negociar y definir aspectos como salarios y condiciones de trabajo. Detalló que en la industria, la “gran mayoría” -unas 16.000 de un total de 19.000 firmas- son micro y pequeñas empresas y que “muchas veces esto no se tiene en cuenta”, así como el impacto de los puntos definidos en las firmas. Como resultado, en ocasiones, “se termina empujando a las empresas al informalismo, cosa que nadie quiere”, alertó.
García comentó que también se espera que las pautas “sean acordes” a la visión estratégica del gobierno de controlar y reducir la inflación, para que el aumento salarial “no impacte directamente” en el índice de precios.
Para el empresario, un punto clave pero poco tratado es la importancia de que el tiempo de negociación sea acotado. La expectativa es “no estar como en los últimos Consejos de Salarios, seis meses negociando, con problemas y conflictos, donde nadie gana y todos pierden”, concluyó.
Reducción de la jornada marca más diferencias
El Pit-Cnt planteará en la ronda la reducción de la jornada laboral sin pérdida salarial. Díaz calificó la iniciativa como “muy positiva para la calidad de vida” del trabajador y como una forma de que Uruguay se actualice a lo que sucede en otros países. El empresario García, en cambio, opinó que “no es oportuno” por lo menos para industria, ya que el sector viene con “cierres importantes de empresas” y problemas de competitividad. Reducir la jornada “puede ser muy perjudicial para el sector industrial, lo vemos con mucha preocupación”, cerró.