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Embajador de Colombia se deslindó del laboratorio de cocaína hallado en un campo familiar

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Embajador de Colombia en Uruguay, Fernando Sanclemente, este jueves en conferencia de prensa. Foto: Darwin Borrelli

SORPRENDENTE HALLAZGO

La Policía colombiana encontró un laboratorio de cocaína en una estancia, al noreste de Bogotá, que pertenece a la familia del embajador de Colombia en Uruguay, Fernando Sanclemente.

Entre las caballerizas, en la parte alta de una estancia ganadera al noreste de Bogotá, había tanques azules con seis toneladas de precursores químicos, palanganas de plástico y 10 kilos de cocaína pronta para la venta -la producción del último día. El interés de la Policía colombiana era dar con ese laboratorio de droga. Por eso cuando entraron a allanar la finca u201cno sabían de quién erau201d. Y resulta que era de la familia del embajador de Colombia en Uruguay, Fernando Sanclemente.

Eran las 08.30 de la mañana del miércoles en Colombia -dos horas más en Uruguay, cuando al embajador Sanclemente le sonó su teléfono. Era su hermano Gilberto quien, desde el otro lado de la línea, le informaba que la estancia familiar estaba siendo inspeccionada, que habían encontrado droga, que habían prendido fuego parte de la producción y que había cinco detenidos: tres personas de seguridad y dos productores del estupefaciente.

El diplomático, u201csorprendidou201d, reportó a la canciller Claudia Blum de Barberi y al presidente colombiano, Iván Duque, quien visitará Montevideo el próximo 1° de marzo con motivo del cambio de mando. La información siguió circulando y ayer el embajador Sanclemente tuvo que dar una conferencia de prensa.

u201cProvengo de una familia completamente íntegra, honorable, que le ha prestado profundos servicios a Colombia a lo largo de varias generaciones (u2026) para nosotros esto es una sorpresau201d, dijo el embajador que está en Uruguay hace 11 meses.

Resulta que la estancia estaba siendo alquilada. La investigación adelantada por Homeland Security Investigations (HSI), filial de control aduanero estadounidense, y la Policía colombiana, permitió establecer que el laboratorio pertenecería a la nueva generación de narcos, que se conocen como u2018narcos invisiblesu2019 porque no pertenecen a grandes organizaciones, mantienen un perfil bajo y no llevan una vida desordenada o llena de excentricidades.

u201cQuieren pasar inadvertidos, y lo hacen. Son jóvenes, con una proyección clara, y que se cuidan mucho de ser detectados. Pero siempre los ubicamos y capturamos y este grupo no será la excepciónu201d, advirtió el investigador al diario colombiano El Tiempo.

Estos u2018narcos invisiblesu2019 suelen arrendar lugares por cortas temporadas para procesar y almacenar la cocaína. Y todo indica que la estancia del embajador había sido el predio elegido para producir unos 10 kilos de cocaína al día, droga que, con correos humanos y valijas de doble fondo, era enviada a Europa y Estados Unidos.

De hecho la investigación que dio con el paradero siguió el sentido inverso a cómo circulaba la droga. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por su sigla en inglés) y la Policía de Colombia venían manejando una matriz operacional sobre la presencia de un grupo de narcotraficantes en Cundinamarca y Boyacá que, a través del aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá, estaban enviando cocaína con destino a Estados Unidos y Europa.

Embajador de Colombia en Uruguay, Fernando Sanclemente, este jueves en conferencia de prensa. Foto: Darwin Borrelli
u201cProvengo de una familia completamente íntegra, honorable (...) para nosotros es una sorpresa", dijo Sanclemente. Foto: Darwin Borrelli

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Gracias al dato que les facilitó una fuente, pudieron centrar el perímetro operacional de las red donde la propia organización producía la cocaína (clorhidrato de cocaína, como se le dice técnicamente). u201cLogramos establecer que hacía pocos días los narcotraficantes habían transportado gran cantidad de insumos químicos, los cuales veníamos rastreando, y así logramos la ubicación exacta del prediou201d, dijo a El Tiempo uno de los investigadores del caso.

Fue entonces que, con los datos, montaron el operativo que allanó la estancia del embajador el miércoles.

u201cEsta es una propiedad que ha estado en manos de la familia del embajador Fernando Sanclemente Alzate desde hace 44 años y que se ha dedicado en el pasado a la cría de caballos de carrera, lechería y cría de ganado Angus, entre otros. (...) en 1987 se constituyó una sociedad con la familia Spiwack, propietaria de la Organización DANN (cadena hotelera), quedando cada una de las familias con el 50 % de la participación sobre la mismau201d, se lee en un comunicado de la Cancillería colombiana.

El diplomático concluyó: u201cSomos víctimas de esta situación y estamos como es nuestra obligación, prestos a aclarar, prestar toda la colaboración y atender todos los requerimientos de las autoridades judicialesu201d.

Diplomático puso su cargo a disposición

u201cTodos los que tienen o han tenido acceso al predio tendrán que rendir las explicaciones pertinentes ante las autoridadesu201d. El embajador de Colombia en Uruguay, Fernando Sanclemente, dio a entender con esta frase que tanto él, como su familia, están exentos de la investigación judicial por el laboratorio de droga encontrado en una estancia que su familia mantiene en el municipio de Guasca hace cuatro décadas. Pero para intentar despejar dudas, acotó: u201cEstoy a disposición del señor presidente, soy una persona completamente honorable, transparente y pulcra, igual que mi familiau201d.

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Los nuevos narcos colombianos

Su apodo. Les dicen los u201cnarcos invisiblesu201d porque tienen bajo perfil, alquilan fincas por poco tiempo y desde allí producen la droga que luego exportan a Estados Unidos y Europa.

Su producción. La cocina o laboratorio encontrado en la finca familiar del embajador de Colombia en Uruguay tenía una capacidad de producción de 10 kilos de cocaína al día.

El escondite. El laboratorio estaba en una zona boscosa, donde se guardaban los caballos. Por la maleza, cuando los expertos destruyeron con explosivos la droga incautada, se generó un incendio que demoró horas en ser controlado por los bomberos locales.

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