El expresidente José Mujica recordó este miércoles que en América vive entre el 6% y 7% de la población mundial. Sin embargo, apuntó, vio morir al 30% de las víctimas que fallecieron producto de la reciente pandemia global por covid-19. Pese a eso, remarcó, no hubo ni siquiera una reuniónde los presidentes del continente para trabajar juntos y resolver esa situación.
"Tenemos cuatro o cinco países con capacidad de fabricar vacunas, pero no pudimos luchar juntos, como continente, por las vidas de nuestros ciudadanos", lamentó.
En su visión, la situación fue demostrativa de los fracasos de un continente, que debe tomar conciencia de sus debilidades y luchar por una vieja aspiración del expresidente: la unidad. "Debemos ser conscientes de nuestras flaquezas y nunca más cometer ese error, de no tener el coraje de reunirnos para no depender" de otros", dijo.
Mujica estuvo este miércoles en Brasilia, en donde fue uno de los oradores principales de un encuentro organizado por la Confederación Sindical de Trabajadores de las Américas, en la que —en pleno Palacio de Planalto, sede del Poder Ejecutivo brasileño— compartió escenario con un viejo conocido y aliado: el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. El viaje persiguió el objetivo, además, de conversar sobre el proyecto alternativo de integración regional que el el expresidente uruguayo busca consolidar a través de contactos con varios países.
Presidente Lula recebe a Confederação Sindical de Trabalhadores e TrabalhadorasdasAméricas https://t.co/JzRAbATNHO
— Lula (@LulaOficial) March 1, 2023
Allí elexmandatario uruguayo remarcó que, más allá de izquierdas o derechas, el contienen debe unirse para defender sus intereses. "Nadie va a luchar por nuestros derechos y prosperidad si nosotros no sabemos luchar por eso forma conjunta", advirtió.
Para defender su postura, Mujica recordó la postura que los países centrales tuvieron en la reciente emergencia sanitaria mundial. Allí mencionó la promesa del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, de realizar acuerdos sobre patentes colectivas para la producción de vacunas. "Después, se calló la boca", señaló. Lo mismo hicieron, agregó, China, Rusia y la Europea. "Todos se callaron la boca cuando deberían haber luchado por salvar a la humanidad", lamentó.
Mujica sostuvo que ese hecho de ser una "lección" para el continente se una en defensa de su comercio y de sus trabajadores. Brasil, recordó, es un país "grande y fuerte", pero que por sí solo no tiene la fuerza necesaria para, remarcó, "modificar las reglas" comerciales mundiales en beneficio de los propios americanos. Reglas que, dijo, implican que la mayor parte de los beneficios de lo producido en el continente vaya para otros lugares del mundo y que perjudica por igual a trabajadores y a la burguesía. "No es algo de izquierda o de derecha", remarcó. "Es algo de no seguir siendo bobos y estúpidos".
En su postura de "cambiar las reglas de juego", Mujica parece ver un aliado en el presidente de Brasil. "Gracias Lula, por llegar hasta acá y traer esperanza. Vivirás por siempre", se despidió.
Compañero Pepe
Lula - valoró este miércoles a su "compañero Pepe Mujica" al asegurar que - más allá de que no esté más en la Presidencia de Uruguay - trabajarán para fortalecer a América Latina, través fundamentalmente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y el Mercosur.
"Vamos a pensar qué podemos hacer para unir más a nuestros países", prometió el presidente brasileño a través de su cuenta de Twitter. "Pensar en lo que nos hace estar juntos", apuntó.
El viaje de Mujica había sido adelantado el lunes por la emisora M24. El expresidente quiere conversar directamente con Lula sobre su proyecto de integración regional, adelantado semanas atrás a dirigente de alto nivel de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Colombia, que llegaron a Montevideo y los que se les presentó "El relato", un documento en el que el exmandatario plasmó sus inquietudes.
Allí por ejemplo estaba incluida su reflexión sobre la desunión del continente a la hora de luchar contra la pandemia. El documento había sido consignado por Búsqueda a mediados de febrero. Allí Mujica habla de que existe un "relato dominante" en la historia de América del Sur que debe ser cuestionado.
“Pone a la gesta de independencia como el punto de partida de nuestra identidad. Nuestros héroes, nuestras fechas patrias, banderas e himnos son el sustento de un imaginario colectivo que se refuerza desde los libros de texto escolares hasta el nombre de calles y plazas”, afirma.
Mujica, que había señalado la necesidad de los países de la región tengan bandera y otros símbolos comunes, comenzó a trabajar en la situación de los pasos de frontera, a los que definió como "desastre". También en el que el comercio regional se realice en monedas de los respectivos centrales, utilizando a los bancos centrales como mecanismos de arbitraje.