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El gobierno prevé un presupuesto "para ajustar el cinturón" y sin impuestos

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Lacalle Pou dio las pautas sobre las que se debe elaborar el Presupuesto que se regirá por la “austeridad”. Foto: Leonardo Mainé

CONSEJO DE MINISTROS

El gabinete no prevé una suba de impuestos ni aumento de los recursos en términos de Producto Interno Bruto (PIB); habrá reasignación de recursos.

La receta es única: hay que ajustarse y achicar el gasto. Y los caminos no son múltiples: o el ajuste lo hace cada ministro, o el ajuste lo hace el equipo económico. No hay más vuelta. Así fue el lineamiento general ayer en la Torre Ejecutiva cuando el presidente Luis Lacalle Pou reunió a todo su gabinete para iniciar la discusión presupuestal.

“Es la hora de gobernar y no de administrar”, dijo el presidente a sus ministros en el arranque de la charla. Lacalle Pou informó que la situación de la pandemia está “encapsulada” -esa es la palabra que utilizó- a nivel presupuestal por la conformación del Fondo Coronavirus.

Por eso fue que el presidente pidió a su gabinete cumplir con el programa de gobierno que se presentó en la campaña electoral para ordenar las cuentas públicas. “Austeridad” fue el concepto general que englobó a toda la reunión.

En ese sentido indicó que se debe trabajar con un marco de restricción presupuestal por lo que hay que mejorar la eficacia del gasto para hacer lo mismo, o más, con menos dinero.

“La canilla ya la abrimos”, fue la idea que manejó Lacalle para graficar la plata destinada a atender a los afectados por la pandemia. “Hay que apretar la canilla”, comentó según varios de los participantes consultados por El País.

La ministra de Economía Azucena Arbeleche transmitió a sus pares que no va más la “lógica incremental” del Presupuesto (según la cual cada unidad ejecutora proponía cuántos recursos adicionales necesitaba a los que ya tenía asignados en presupuestos previos).

La apuesta de Economía y de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) es que los ministerios y organismos “agucen el ingenio” y hagan “más con menos” o iguales recursos, resumió una fuente del gobierno. Eso supone ser “mucho más eficientes” en el gasto, un concepto que remarcó Arbeleche en la conferencia posterior. Además se espera que se reasignen recursos dentro de las unidades.

“Acá lo que se necesita es que se ajuste el presupuesto de cada ministerio”, dijo y aclaró que si ese ajuste no lo hace cada dependencia del Estado: “el ajuste presupuestal lo hará el equipo económico”, contaron dos fuentes que estaban en la mesa escuchando a la jefa del equipo económico.

Lacalle Pou dio las pautas sobre las que se debe elaborar el Presupuesto que se regirá por la “austeridad”. Foto: Leonardo Mainé
Foto: Leonardo Mainé

Arbeleche aclaró que no se pretende recortar ningún tipo de política social, ni funciones estatales, sino que pidió ingenio para que el dinero rinda más, y detectando gastos innecesarios que se puedan redireccionar.

La ministra alertó que ya es sabido que el desempleo va a aumentar, que el déficit también, y que es clave cuidar la economía para no comprometer el grado de inversor; nota que dan las agencias calificadoras de deuda internacionales que determina la magnitud de los intereses que se pagan al tomar créditos.

Para cumplir con ese objetivo el gobierno necesita bajar el gasto público y cambiar la trayectoria del crecimiento de la deuda. Es por eso que Arbeleche, señaló que la estructuración del presupuesto es una señal que están esperando las agencias internacionales y el mensaje que dé Uruguay tiene que ser de “austeridad”.

La ministra de Economía acordó que cada ministerio tendrá la posibilidad de abrir el presupuesto y definir sus prioridades con esa línea: bajar el gasto.

“Es lo que hay, y con lo que hay, hay que hacer mejor”, fue el concepto que planteó el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Isaac Alfie.

La idea que manejan Economía y la OPP es estructurar el Presupuesto quinquenal sobre la base del de 2019, menos el 15% como estableció el decreto emitido tras la emergencia sanitaria, dijeron a El País fuentes del gobierno.

Aclararon que podrá haber reasignaciones de recursos, justificadas. “Si se quiere aumentar el gasto, deberá venir justificado”, dijo una de las fuentes.

Azucena Arbeleche en conferencia. Foto: Leonardo Mainé
Azucena Arbeleche en conferencia. Foto: Leonardo Mainé (Archivo)

La premisa básica sobre la que se elaborará el Presupuesto es que el gasto total no puede crecer en términos del PIB.

Las inversiones en infraestructura, por un lado necesarias para reactivar la economía, se analizarán en su conveniencia y rentabilidad, dado que los recursos son escasos.

En esta línea es que la OPP y la Oficina Nacional de Servicio Civil (ONSC) iniciaron un trabajo para revisar cada programa de todos los ministerios y empresas estatales, con el fin de detectar duplicaciones de tareas, superposiciones, y allí conseguir gastos que pueden ser reducidos.

En donde Alfie fue directo fue en un punto que el presidente insistió en la campaña insistió: “impuesto cero”. El jerarca de la OPP aclaró que no hay margen, ni voluntad política para aprobar nuevos tributos o subas de los existentes.

Al término de la reunión de Consejo de Ministros, la ministra de Economía ofreció una conferencia a los medios. “El elemento más importante es que corresponde a cada ministerio elaborar con los recursos que tiene dados desde el equipo económico cómo va a distribuir esos recursos en función de las prioridades que cada ministerio tiene de acuerdo a su programa (...) Cada ministerio va a ser responsable de su presupuesto", dijo Arbeleche.

“Hemos sido elegidos por determinados compromisos que estaban plasmados en nuestro programa de gobierno y esos son los compromisos que van a formar parte de ese Presupuesto (...) Con los recursos que tenemos hay que elaborar los compromisos asumidos”, agregó.

Los US$ 900 millones: “Quedan en un segundo plano; sigue el ahorro”
Conrado Ramos, Azucena Arbeleche e Isaac Alfie. Foto: Leonardo Mainé.

La idea central del programa de gobierno del Partido Nacional fue plantear un ahorro de US$ 900 millones por año para permitir bajar el déficit fiscal. Sin embargo la llegada de la pandemia del COVID-19 que se instaló a los 12 días del nuevo gobierno sacudió todo el tablero económico y social, así como las previsiones de la nueva administración. Eso paralizó la economía y obligó al gobierno a recalcular parte de su programa.

Respecto a esa promesa electoral, la ministra de Economía Azucena Arbeleche dijo ayer: “Queda en un segundo plano, pero sigue vigente el concepto del ahorro. El objetivo este año no es bajar el déficit fiscal. Sí seguimos con que hay que ahorrar. La prioridad este año es apoyar a las empresas, a las personas y a la economía a transitar esta epidemia (...) Cada ministerio va a llevar adelante su programa y compromisos. Cada ministerio tiene que ser creativo para ver dónde puede ahorrar para llevar adelante este programa”.

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