La interna del Partido Nacional tiene novedades casi todas las semanas: a menos de un año de las primarias, muchos dirigentes y sectores empiezan a cerrar acuerdos y a decidirse si están con el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, con Laura Raffo o con el senador Jorge Gandini, los tres en carrera. La última noticia ha sido la decisión del director de Educación, Gonzalo Baroni, de apoyar a Raffo. El jerarca, que volverá al sector en el que basó su carrera, Alianza Nacional, entiende que la economista “representa al Uruguay moderno” y “pujante”, y que además “aporta una visión moderna y de gestión” que rompe “con la endogamia política pura”.

-Decidió al fin manifestar su apoyo y adhesión al proyecto de Laura Raffo. ¿Por qué?

-Con Laura tengo una vinculación previa y cierta afinidad, no solamente por su forma de ser sino porque ella era presidenta de la Departamental de Montevideo y habíamos tenido algunas vinculaciones. Además los dos coincidimos, los dos somos economistas. Siempre la noté muy receptiva, muy abierta y muy propositiva también.

-Ahora además va a regresar a Alianza Nacional, sector del que se fue en 2019 cuando se incorporó a Aire Fresco. ¿Qué lo llevó a este regreso?

-Entiendo que es un buen espacio y que le sirve también a Raffo. Porque el proyecto que está construyendo tiene un fuerte anclaje con el herrerismo más tradicional y el sector de Alianza Nacional tiene una impronta muy wilsonista y de continuación del legado de Jorge Larrañaga. Entonces le brinda esa cosa histórica que tiene el partido, que son dos alas muy fuertes pero que se entrelazan y que coinciden en muchos aspectos.

-Hay actores nacionalistas que entienden que el proyecto de Raffo no puede tener un componente wilsonista por su origen y por el respaldo original del Herrerismo. ¿Qué piensa?

-Cuando hablan del origen hablan de su padre, seguramente, porque en realidad Laura no tiene una militancia de larga trayectoria que uno pueda identificar que estuvo en tal o cual sector. Por un tema familiar naturalmente que de joven apoyó a su padre pero no es un tema de origen. Conozco a mucha gente que ha estado de un lado o del otro del partido.

-La subsecretaria de su ministerio, Ana Ribeiro, a quien conoce muy bien y que ya comunicó que se abrirá de Alianza Nacional e incluso de la política activa, dijo que entendía que el camino que está transitando este sector es equivocado por acercarse al “herrerismo matricial”.

-Esa es una visión válida, que no comparto, pero que la hace como historiadora, no como política.

-¿Qué tiene Laura Raffo que no tenga Álvaro Delgado, el otro probable aspirante a ganar la interna?

-Creo que la imagen de Delgado como hombre de Estado y de haber acompañado al presidente durante este tiempo es muy fuerte y tiene una impronta muy clara y es una persona enormemente formada para conducir si el día de mañana le tocara a él hacerlo. Y el perfil de Laura complementa muy bien eso porque no ha participado directamente de las decisiones de gobierno pero lo ha hecho en la vida activa del partido; y además se ha relacionado con una visión un poco más externa del sistema político, que hoy en día es algo que demanda también la población. A veces los políticos tenemos un perfil endogámico y Laura Raffo aporta algo desde afuera, desde un lugar más relacionado con la sociedad civil, empresarial, profesional.

-¿Pero hay virtudes importantes para la figura de una precandidatura blanca que identifique en Raffo y que no estén en Delgado?

-No sé si están o no. Lo que creo es que Laura aporta una visión moderna y de gestión que sale a romper un poco lo que es la endogamia política pura.

-Si tuviera que definirla en pocas palabras, ¿qué diría?

-Que representa un Uruguay moderno, un Uruguay pujante, que tiene interés en crecer con una visión de mundo y, sobre todo, que tiene una representatividad que también se reclama mucho en la sociedad al traer una visión femenina, una visión moderna, una visión profesional.

-¿Cree que tiene chance de recortar la brecha con Delgado, que algunas encuestas la ubican en más de 30 puntos porcentuales?

-Y bueno, a esta misma altura en las elecciones pasadas el actual presidente de la República (Luis Lacalle Pou) también tenía una ventaja bastante grande con el natural candidato opositor que era en ese momento Jorge Larrañaga. Y esto también pasó en otras situaciones, como entre (Luis Alberto) Lacalle Herrera y Larrañaga.

-¿Cómo se imagina la interna que se viene? ¿Raffo debería en algún momento marcar distancia con el gobierno?

-La propia dinámica de la coalición de gobierno, en la que hay muchos partidos gobernando o compartiendo pasillos y ministerios, ya hace que tengas una especie de gobierno y una pequeña oposición. Eso ya es natural. Por lo tanto esa diferenciación que se puede dar no va a venir tanto por Laura Raffo sino por el lado de otros partidos. Así que esto va a mitigar algunas diferencias históricas que ha tenido este partido en cuanto a cómo diferenciarse del oficialismo más puro.

-¿Cómo ve al Frente Amplio?

-Creo que está muy polarizado. Hay una mitad del Frente Amplio que dialoga y otra mitad que se opone, que no construye y que la verdad que tiene un talante muy violento y que además cumple una función que a veces ha cuestionado a algunos actores de la coalición, que es de romper puentes, de no dialogar.

-¿Cuál sería la parte del Frente Amplio más dialoguista?

-Está representada por el intendente de Canelones (Yamandú Orsi). Tiene todos los días convenios con los ministerios, participa en actos, en actividades, te atiende el teléfono. En Montevideo desde que hubo un cambio de gestión no se atendieron más teléfonos, no se participó en ninguna actividad y no se respondieron más las misivas.

-¿Dónde se ve en el próximo período?

-Si en el día de mañana hay una reelección, en un cargo ejecutivo. También tengo virtudes para el diálogo y para estar en el nivel parlamentario. Me siento muy cómodo en el rol de actor político con capacidades técnicas.