Redacción El País
José Pereyra, director del Banco de Previsión Social (BPS) en representación del sector empresarial, anunció que después de Semana Santa presentará una denuncia penal contra el ente por "lo mal que funciona" el sistema de viviendas para jubilados en todo el país.

"Yo soy responsable de lo mal que funciona el BPS, no soy cómplice. Yo estoy en el directorio, y si yo no puedo que vos entiendas cuando te estoy diciendo ‘acá hay irregularidades graves, estás actuando mal’, y es un tema inherente a los jubilados, donde hay otro director", apuntó Pereyra en diálogo con Radio Viva de Punta del Este, señalando que él dirige por el sector empresarial, y quien debería abogar por los jubilados es su representante, Ariel Ferrari.

"Yo creo que el empresario lo entiende porque es la plata mal gastada de los empresarios. Al empresario se le pone una piedra en la espalda y se le aprieta y se le exige que pague impuestos porque supuestamente ese dinero va a ser bien usado en los más vulnerables. Bueno, no está bien usado en los más vulnerables, es más, los más vulnerables están atacados", agregó el director.

Así, luego de Semana Santa será presentada la denuncia ante Fiscalía. "Ahí contestarán el presidente y algún director más y algún gerente más contestarán en la Justicia por qué no se hacen las cosas. Vamos dos años, no hemos jorobado ni hemos salido a decir cosas que no son... Alguno dice ‘usted está amenazando’, se ve que no me conocen", enfatizó.

En su denuncia, recabará varias quejas que ha presentado desde que está en el puesto directivo, entre ellas "gente que no tendría que estar en los complejos, funcionarios públicos", "gente que le ponen beneficios, que los ponen delante en la cola y entran primero", "gente que se le llueve la casa" y denuncia pero "el BPS en bloque defiende a un mando alto, un cargo gerencial, que hace rato no debería estar más". También apuntó que "las asistentes sociales en su gran mayoría no trabajan".

Además, Pereyra aseguró que el BPS le pide que concurra a charlas que ofrecen los gerentes, cuando el resto de directores "van una vez por año"; "Hacen una fiesta, gastan US$ 10.000 o US$ 20.000 en una comida para todos los gerentes y ahí escuchan y ese es el trabajo".

"Nuestro trabajo es cada tanto llamar a los gerentes y decirles ‘vení, explicame’, igual que con las inspecciones", sentenció.

El País intentó comunicarse con el presidente de BPS, Alfredo Cabrera, y con otros directores del ente, pero no obtuvo respuesta.