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Cosse llama a retomar el “camino de la izquierda” y pide a los frenteamplistas “dejar de lado la calculadora”

La precandidata lanzó su campaña planteando la disyuntiva entre los “dos caminos” que se le abren a los uruguayos en estas elecciones

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Carolina Cosse lanzó su campaña frente al Antel Arena.
Carolina Cosse lanzó su campaña frente al Antel Arena y planteó la disyuntiva que, según ella, las elecciones abren para los uruguayos.
Foto: Juan Manuel Ramos/Archivo El País.

Dos caminos son los que, según Carolina Cosse, las elecciones de este año abren para el pueblo uruguayo. Vestida con blusa roja y pantalón marrón, y con un mensaje ciertamente confrontativo, la intendenta -que no renunció, sino que pidió licencia hasta una semana después de las internas- lanzó ayer su campaña por la candidatura presidencial del Frente Amplio. Lo hizo en la esquina de Dámaso Antonio Larrañaga y José Pedro Varela, en Villa Española, y allí planteó la disyuntiva.

Los uruguayos, dijo, deberán elegir entre “tomar el camino de las grandes mayorías o tomar el del retroceso, el sendero de la derecha”. Cosse fue enfática, dijo que Uruguay vivió muchos años en el “camino de la derecha”, y enumeró lo que, según ella, “le pasó” al país cuando tomó esa opción.

Cosse repitió “Frente Amplio” durante su discurso una y otra vez. Llamó a dejar “la calculadora”, de cara a la campaña, y a buscar el “verdadero camino de la izquierda”, en un mensaje que para algunos militantes se tradujo en un contraste a la moderación que encarna el favorito en la interna frentista, según las encuestas, el exintendente canario Yamandú Orsi.

Caminos

“Un sistema de salud inestable que se derruía, una salud pública vergonzosa, una educación subsumida en la miseria”, relató Cosse al referirse al “camino de la derecha”. También un falta generalizada de inversiones en energía, y empresas públicas a las que “prepararon para vender”. Todo eso, dijo, desembocó en la crisis de 2002.

Cosse afirmó que todo empezó a cambiar en 2005, cuando el pueblo “eligió otro camino”. El de la izquierda. Y con eso, “Uruguay fue al frente”. Cosse se preguntó a sí misma qué pasó con este nuevo camino. Y ella misma se respondió: “Sucedió que se multiplicó por tres el presupuesto a ASSE, y ese presupuesto se transformó en nuevos hospitales por todo el país, con tecnología de primera, con acceso universal a la salud, con una inversión por personas de salud como nunca antes había tenido el Uruguay”, afirmó. También se triplicó, señaló, el presupuesto educativo, que permitió entre otros aspectos la extensión de la Universidad en el interior.

En su racconto de logros, Cosse incluyó tres puntos que le permitieron, a su vez, mencionar a tres personajes claves. Por un lado, la “lucha frontal” contra la tabacalera Philip Morris. “Gracias Tabaré” (Vázquez), dijo, al destacar “el legado que Uruguay le dejó al mundo” ganando aquel juicio contra la multinacional, “que demostró que nada se puede interponer entre el derecho de un pueblo a la salud y un interés comercial”. Luego habló de “un camino que rearmó los consejos de salarios, recuperó el empleo y los ingresos, y desarrolló una política económica de crecimiento.” Y “allí estuvo Danilo (Astori), hay que decirlo”, apuntó.

Cosse avanzó en el tiempo y recordó que Uruguay, cuando tomó el “camino de la izquierda”, ganó derechos. “Las personas amaban a quien amaban. Podían formalizar ese vínculo necesario sin importar quién era la otra persona”, relató, en referencia seguramente a la ley de matrimonio igualitario. Y luego expresó: “Gracias, Pepe”, por el expresidente José Mujica, que junto con el MPP apoya la candidatura de Orsi.

Cosse tuvo tiempo de destacar también su propio trabajo. “Hicimos el mayor despliegue tecnológico de la historia con una fibra óptica para todos”, aseguró. También enumeró, en lo que respecta a lo que fue su trabajo al frente de Antel, el “cimiento de la economía digital”, y la plataforma Vera TV, “para que ningún uruguayo quedara atrás”. Y allí también reivindicó la obra del Antel Arena.

“No hay nada más que explicar”, comentó sobre el edificio, luego de que la causa que investigaba el gasto que se hizo se cerrara semanas atrás, ante el cerrado de aplauso de sus simpatizantes que -según el comando de la precandidata- al menos “empardaron” en número a los que asistieron el domingo al acto de Orsi.

Cosse sostuvo que hoy, con el actual gobierno, ese círculo virtuoso de crecimiento y distribución se rompió. “Antel está en el quietismo absoluto, y faltan remedios”, lamentó. “Parece bastante obvio que, cuando Uruguay toma el camino de la derecha, no nos va bien”, dijo.

Interna

Cosse exhortó a militancia a “poner a Uruguay al frente” y “tomar el camino de la izquierda a la uruguaya”. Con humildad pero sin temor y sin dudas. Llamó a transitar ese camino con valentía y “sin bravuconadas”, siendo humildes pero sin que eso signifique tener “la cabeza baja”.

“Hay discursos que demonizan el disenso y la discusión”, dijo. “A esos discursos no se les responde bajando la cabeza. Se les responde hablando con la gente, con respeto y con argumentos”, aseguró. “Y argumentos nos sobra”, sostuvo.

Mientras detrás del estrado comenzaban a sonar algunos petardos, disparados por la militante nacionalista Romina Celeste, Cosse apeló al “rol histórico” del Frente Amplio y de sus militantes, que primero resistieron a la dictadura, que desde la clandestinidad militaron por el “No” en 1980 y que después, “se la jugaron por el Voto Verde” o contra la LUC. “Dejemos la calculadora de lado”, dijo. “Entendamos qué es lo que necesita el país, qué es lo que pasó y qué es lo que está pasando y qué es lo que tiene que pasar”, concluyó.

Bergara en los actos de Cosse y de Orsi

El lanzamiento de la campaña de Cosse fue visto desde la primera fila por uno de sus contrincantes en la interna del Frente Amplio. Mario Bergara se hizo presente en representación del Seregnismo, acompañado del senador José Carlos Mahía. La presencia de Bergara no llamó demasiado la atención, como sí lo había hecho su decisión de acudir, el domingo, al lanzamiento de otro postulante frenteamplista -el favorito-, Yamandú Orsi, en la Plaza Lafone de La Teja. “En ambos casos, el motivo es uno solo: la unidad”, le dijo Mahía a El País al explicar la presencia de una delegación de Convocatoria en ambos eventos. A diferencia de lo sucedido con Orsi, Bergara no recibió ninguna mención especial por parte de Cosse en su discurso. Esta vez, el senador llegó antes de que comenzara la oratoria principal.

Bergara enfrentará esta semana uno de los mayores desafíos en lo que va de esta campaña. El sábado, Plataforma -el grupo liderado por Álvaro García- y Magnolia -orientado por Christian Di Candia- definirán si siguen apoyando su postulación o si buscan nuevos rumbos, que seguramente podrían estar detrás de Orsi.

Desde el entorno del exintendente de Canelones se explicó su presencia en que el acto en la Plaza Lafone estuvo pensando como algo “abierto a todos los frenteamplistas” y que, en ese contexto, los otros tres postulantes estaban invitados. Un factor que dijeron desconocer en el comando de Cosse que, no concurrió al lanzamiento de su mayor rival en la interna. Vale decir que tampoco Orsi concurrió ayer lunes a la presentación de la exintendenta de Montevideo en Villa Española.

En el arranque oficial de su campaña, Cosse contó además con la presencia del presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, algo común en todos los actos de la coalición de izquierda. Por allí se dejaron ver además el nuevo intendente de Canelones, Marcelo Metediera. El sustituto de Orsi apoya, como integrante del Partido Comunista, la postulación de la exjefa comunal capitalina. También estaba por allí Marcos Carámbula, que respalda a Orsi, quién lo considera su mentor político.

Por otra parte, casi detrás de Bergara en las primeras filas, se pudo divisar a Soledad Marazzano, actual directora de Turismo de la Intendencia de Salto. Su sector, el Partido Demócrata Cristiano, respalda la precandidatura de Bergara a nivel nacional. Su sección departamental, sin embargo, decidió sumar su apoyo a la postulación de Cosse. “Salto no se rinde”, decía una bandera en manos de la directora.

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