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Comienza despliegue militar en la frontera; Ministerio de Defensa moviliza 1.200 soldados

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Soldados del Ejército se desplegaron ayer a lo largo de las fronteras terrestres, piden documentos y datos de vehículos. Foto: Ricardo Figueredo

PATRULLAJE

El servicio militar tendrá lugar durante las 24 horas y se colocaron carpas en distintos puntos estratégicos de las rutas.

Unos 1.200 militares de las tres fuerzas lanzaron ayer la operación “Frontera Segura” en distintos puntos del país. Todo el poderío bélico del país se sumó al despliegue ordenado por la ley 19.677, aprobada por unanimidad en el año 2018, bajo la coordinación del Estado Mayor de la Defensa (Esmade).

La movilización comenzó ayer temprano en la mañana tras varios días de cursos intensivos para oficiales con personal de Aduanas, Fiscalía, Ministerio de Ganadería y Pasos de Frontera. Antes del inicio de las operaciones las autoridades castrenses tomaron contacto con los vecinos para informar las características de la misión.

El servicio militar tendrá lugar durante las 24 horas y se colocaron carpas en distintos puntos estratégicos de las rutas. Para su instalación los productores rurales habilitaron parte de sus predios.

El ministro de Defensa, Javier García, se hizo presente en el comienzo de las tareas en el fuerte de San Miguel en el departamento de Rocha.

“Hoy estamos cumpliendo con la ley y con los uruguayos. Esta ley tiene casi un año y medio y no se había puesto en vigencia. Todo esto tiene como objetivo ayudar en la paz de los uruguayos. Esta es una zona muy sensible, las Fuerzas Armadas toman jurisdicción”, dijo ayer García en el kilómetro 29 de la ruta 19, cerca de San Luis, en el departamento de Rocha.

El secretario de Estado recordó que la misión se cumplirá con el mismo presupuesto que ya estaba asignado. Por tanto, no generarán nuevos gastos. En materia de combustible se desarrolló un reordenamiento de las inversiones y se aseguró su compra por un año.

“Las Fuerzas Armadas podrían haber puesto como excusa la falta de algunas cosas, que la hay, pero cuando las necesidades son muchas, se ajusta para llegar al objetivo. También se puede decir que faltan drones, sí son necesarios, pero si esperamos a gastar millones de dólares en drones, por estas rutas y caminos sigue pasando cualquier cosa”, dijo García.

No obstante, dentro del equipamiento que puso a trabajar el Ejército se encuentran los radares terrestres que permiten diversas acciones. Por ejemplo, la lectura de matrículas y la detección de movimientos lejanos en horas de la noche. En tanto, la Armada desplegó drones en zonas.

Para el ministro, el despliegue fronterizo no representa una novedad ya que las instituciones participantes son “añejas” y fundadoras de la Patria con Artigas. “Lo novedoso es la voluntad política de poner todo el Estado al servicio del ciudadano y todos los servicios tecnológicos al servicio de las garantías y los Derechos Humanos”, enfatizó García.

Javier García se hizo presente en uno de los piquetes carreteros en San Luis, Rocha. Foto: Ricardo Figueredo
Javier García se hizo presente en uno de los piquetes carreteros en San Luis, Rocha. Foto: Ricardo Figueredo

Auxiliares de la Justicia.

Por primera vez, los militares se transformaron en auxiliares de la Justicia, en particular de las fiscalías. Podrán solicitar identificación de personas, documentación de vehículos y detener personas en caso de flagrante delito.

Además, los militares tendrán que coordinar acciones con los jerarcas del Ministerio del Interior. Podrán desplegarse hasta 20 kilómetros dentro de la frontera a excepción de los centros poblados, según indica la normativa aprobada.

El Ejército Nacional movió ayer a unos 780 efectivos de distintas unidades, la mayor parte de ellas ubicadas en los departamentos de la frontera. Está previsto con el pasar de los días sumar otras divisiones de otras zonas del país.

Por su parte, la Fuerza Aérea Uruguaya puso en el aire sus aeronaves A-37B “Dragonfly” en el marco de una misión de “reconocimiento, patrullaje y vigilancia” de la frontera en la zona nornoreste del país incluyendo los departamentos de Salto, Artigas, Rivera. Además, se dispusieron otros aviones que realizaron tareas de observación directa.

La Armada Nacional también realizó un despliegue desde tempranas horas en distintas áreas. Lagunas, ríos y arroyos fronterizos recibieron un refuerzo de personal y medios. La Infantería de Marina desplegó a su personal en distintos puntos y realizó controles.

Presencia militar.

La escena de movilización militar marcó la mañana de ayer en distintas localidades del interior del país. Desde temprano se pudo ver a decenas de vehículos artillados y de transporte de tropas saliendo de las distintas unidades militares del Ejército. Después se los pudo ver en piquetes en las rutas nacionales por las que se circula hacia la frontera.

Militares uruguayos en la frontera con Brasil. Foto: Néstor Araújo
Militares uruguayos en la frontera con Brasil. Foto: Néstor Araújo

Detuvieron vehículos, pidieron documentos y recibieron comentarios de la gente. Por lo general, la reacción de quienes fueron controlados fue “positiva”. Muchos agradecieron la presencia militar en la zona en el entendido que por momentos es “tierra de nadie”, según dijeron vecinos del lugar.

“El reclamo era muy grande, ver al Estado protegiendo y ayudando merece la buena recepción que tuvieron hoy los efectivos. El personal salió al territorio con una orden precisa del Parlamento y el gobierno, es que los uruguayos estemos más seguros”, dijo García.

El violento camino de la droga

La instalación de la guardia de frontera por parte de las Fuerzas Armadas estaba dispuesta desde el año 2018 por una ley aprobada por unanimidad en el Parlamento. Sin embargo, el gobierno de Tabaré Vázquez postergó la puesta en funcionamiento por problemas en la reglamentación de la ley y la fijación de las “normas de empeñamiento” para la ejecución de la tarea.

Durante la campaña electoral las fuerzas de oposición remarcaron la necesidad de aplicar la ley dado que el ingreso de contrabando y estupefacientes se produce desde el exterior. A su vez, el camino de la droga hacia Montevideo fortaleció a bandas locales que se ocupan de darle la “logística” a los narcotraficantes. Esos grupos de delincuentes ubicados en ciudades o localidades del interior por donde pasan las carreteras hacia la capital del país, han tomado impulso y se han vuelto verdaderos problemas sociales para sus respectivas comunidades.

En ciudades del interior como San Carlos, Minas o Rocha se han incrementado los homicidios en los últimos años vinculados al tráfico. “En la situaciones más complejas es cuando el Uruguay necesita paz, garantizándose los derechos humanos”, dijo el ministro García.

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