Caso Cardama: tras consultas con la coalición, el senador García será quien interpelará a la ministra Lazo

La decisión del presidente Yamandú Orsi de iniciar acciones para rescindir el contrato con el astillero Cardama —por el que se esperaba recibir dos patrulleras oceánicas por € 82 millones— y emprender un camino legal contra la empresa española dentro y fuera de fronteras generó la reacción de la oposición, sobre todo del Partido Nacional, que ya anunció que llevará adelante una interpelación parlamentaria a la ministra de Defensa, Sandra Lazo.

Esto fue anunciado días atrás, pero hasta el momento la oposición no había concretado el pedido, una demora que, si se extendía mucho más, la bancada frenteamplista —convencida no solo de la conveniencia de la decisión del gobierno sino de que la gestión de Luis Lacalle Pou cometió varias irregularidades durante el proceso de la compra— estaba dispuesta a adelantarse y ser ella la que convoque a la secretaria de Estado en el Senado, como informó este sábado El País.

Sin embargo, los dirigentes blancos y colorados ya se pusieron de acuerdo. Tras una serie de consultas promovidas por el senador blanco Javier García —ministro de Defensa durante gran parte del proceso de compra de los dos buques—, los partidos que integraron en el anterior período la coalición de gobierno decidieron que la convocatoría sea en la cámara alta —donde el oficialismo tiene mayoría—

Además, y también a pedido de García, será el exministro el encargado de llevar adelante la instancia parlamentaria. Fuentes de la oposición indicaron a El País que esta decisión era la más natural, ya que se entiende que, sea quien fuera el interpelante, la coalición de izquierda iba a buscar polarizar con el referente del Espacio 40.

García ha sostenido en los últimos días que entiende este caso como algo "muy grave", que implica un retroceso de "años" y "regalar el mar al narcotráfico".

La polémica escaló hasta el punto de generar un enfrentamiento entre mandatarios (el anterior y el actual), en el que el primero acusó al segundo de haber sido “arrastrado” a una “operación política”, y el frenteamplista contestó al blanco que a él “lo arrastró un amor no correspondido (con el astillero), porque la empresa no se ha portado tan bien con el Estado”.