En las últimas entrevistas que dio para la televisión, el candidato a presidente por el Frente Amplio, Yamandú Orsi, dejó ver cuáles serán dos de los argumentos de la oposición para pedir el voto de cara a la segunda vuelta: mostrar un perfil dialoguista -anclándose en algunas gestiones realizadas al frente de la Intendencia de Canelones-, pero sobre todo hacer gala de la mayoría conseguida en el Senado y de las limitaciones que tiene para un gobierno no tener el control de esa cámara.
En filas de Álvaro Delgado, en tanto, para contrarrestar estos argumentos, se diseña una campaña que defenderá la idea de que las elecciones del pasado domingo -en las que la coalición sumada votó mejor y el Frente Amplio se quedó con el control del Senado, mientras en Diputados nadie logró la mayoría- dejan en evidencia un “cambio de paradigma”, puesto que “la ciudadanía se pronunció diciéndole a los políticos que de ahora en más tienen que ponerse de acuerdo”. Esto señalaron a El País desde el búnker de Delgado, y también recordaron que el perfil dialoguista del exsecretario de la Presidencia incluso ha sido algo destacado en el pasado por dirigentes frenteamplistas.
Volantazo
En la entrevista que El País le realizó a Delgado para el ciclo Yo Presidente, que se llevó a cabo antes de las elecciones nacionales, el nacionalista había señalado: “Si nosotros tenemos mayoría parlamentaria, yo, en nombre de la coalición, voy a decirle a la gente: ‘Ahora que ya eligieron un Parlamento con un rumbo, hay que elegir un presidente que ejecute este rumbo. No tranquemos el país’”. A la luz de los resultados, la estrategia deberá ser otra, y el camino a recorrer fue evaluado ya por el equipo más cercano al presidenciable.
“El mensaje de la gente fue muy claro, porque en Diputados incluso ninguno logra la mayoría, aunque nosotros tengamos un voto más. El mensaje de la gente fue: ‘muchachos, basta de gobernar con mayorías, en el Senado uno tiene mayoría y en Diputados ninguno, tienen que negociar’”, resumen desde delgadismo. Y este panorama, sostienen, cambia las reglas de juego, pues se da un escenario inédito desde la reforma electoral de 1996, desde la que blancos y colorados se aliaron antes de la segunda vuelta en cada una de las elecciones -salvo en 2004, cuando Tabaré Vázquez ganó en octubre-, y siempre triunfó quien obtuvo antes la mayoría parlamentaria.
Con esta realidad sobre la mesa, es esperable que en las próxima semanas, más allá de insistir y explotar el vínculo profesional y también personal con el presidente Luis Lacalle Pou, desde la coalición de gobierno -y sobre todo desde el Partido Nacional- se ponga sobre la mesa la trayectoria de Delgado en la militancia universitaria, en el claustro, en la CGU, siendo inspector general de Trabajo (en el gobierno de Jorge Batlle, donde se mantuvo casi hasta el final del período pese al rompimiento de la coalición), en el Parlamento (liderando comisiones investigadoras) y sobre todo en Presidencia de la República.
Es esperable, también, que se destaque su papel en la negociación por las vacunas durante la crisis sanitaria por el covid-19, pero también su diálogo con sindicalistas (especialmente con COFE), con los distintos ministros y con los líderes de los diferentes partidos de la coalición. “Él en la negociación se mueve como pez en el agua, y es lo que queremos explotar”, señalan desde el comando del Partido Nacional.
En las próximas semanas saldrán a la luz, además, extractos de viejas entrevistas a dirigentes frenteamplistas, también conocidos por su actuación sindical -Richard Read, Juan Castillo y Fernando Pereira-, en las que reconocieron, justamente, el perfil dialoguista de Delgado.
Acuerdos
Los blancos apuntarán también a proponer acuerdos nacionales en algunas temáticas, para así mostrar que Delgado está dispuesto a pactar y que hay puntos en los que gobierno y oposición se pueden poner de acuerdo y avanzar. Los temas que se pondrán sobre la mesa son primera infancia, combate al narcotráfico, matriz energética (apuntando a un compromiso hacia el año 2050), salud mental y adicciones.
Delgado deslizó todo esto en el informativo de Canal 12, donde declaró que Cristina Lustemberg, exsubsecretaria de Salud del Frente Amplio y electa senadora para el período 2025-2030, era una de las personas con las que pensaba que se podrían tender puentes. Ella “propició un proyecto de ley” que fue aprobado en esta legislatura, “es una persona que perfectamente podría gestionar un programa de primera infancia como un acuerdo”, dijo Delgado, y luego mencionó que el exministro Daniel Salinas también podría volver a trabajar en el gobierno en las áreas de salud mental y adicciones.
Distintos dirigentes del Partido Nacional señalaron a El País que están muy conformes con la estrategia trazada, puesto que el perfil dialoguista de Delgado es “innegable”. No obstante, también señalaron que al nombrar dirigentes frenteamplistas de forma pública se asume el riesgo de recibir respuestas negativas del otro lado.
De hecho, tras lo declarado en Canal 12, Lustemberg escribió en la red social X: “El candidato Álvaro Delgado se equivocó mezclando temas muy importantes como las políticas de Estado de primera infancia en su estrategia electoral para juntar votos para el balotaje (…) El actual gobierno -del partido del candidato- falló en el diseño y no logró avanzar en lo relacionado a la primera infancia, infancia y adolescencia. En pobreza infantil incluso se ha retrocedido. Está mal mezclar en lo electoral a los niños y niñas, las buenas prácticas se aplican, no se anuncian”.
Hoy se reúnen para negociar el debate
El senador Alejandro Sánchez y Nicolás Martínez (asesor del presidente Luis Lacalle Pou) por el PN, se reúnen hoy para empezar a negociar el debate obligatorio. La reunión será a las 13 horas en la Corte Electoral. Será el primero de al menos dos encuentros. Se espera que hoy se empiece a discutir el día del debate, los bloques y cuántos minutos tendrá cada uno en cada intervención.
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