MEDIDA CONTRA EL CORONAVIRUS
La operativa en los pasos fronterizos por el aumento de casos de COVID-19 se realizó sin reportes de inconvenientes.
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Las fronteras se cerraron. Ayer, el primer día en que se efectivizó esta medida, según datos oficiales de migraciones, se impidió el ingreso a Uruguay de unas 60 personas.
Se evitó, por ejemplo, la entrada de cuatro brasileños por el Puente Internacional de la Concordia -que une Quaraí con la Ciudad de Artigas- y de otro más en el puente de la “Escuela Agraria” de la Ruta 30. Pero el mayor ingreso en el departamento, de 42 personas, se intentó hacer por el puente del arroyo Pintadito, lo que también se impidió.
En Rivera, en tanto, se bloqueó el paso a siete personas por Curticeiras, y a dos más por Batoví. En Rocha se generaron otros “rebotes” por no estar comprendidos en las excepciones del cierre total de fronteras, pero las autoridades no precisaron el número exacto. Además, la división del Ejército IV, del departamento de Lavalleja, deportó a otras 10 personas.
Alerta sanitaria.
El intendente de Rivera, Richard Sander, comentó a El País que existe preocupación especial por cómo pueden impactar en Uruguay algunas decisiones que se tomaron en Santana do Livramento, también en cuanto a restricciones por la pandemia.
Esa localidad brasileña ordenó el cierre de toda actividad nocturna (en bares y restaurantes) a partir de las 22 horas. Sander dijo que debido a la cantidad de espacios públicos que tiene Rivera, están observando que parte de la “movida juvenil” se traslada de Brasil a Uruguay.
“Nos genera el temor que llegue gente con coronavirus y contagien a los gurises. Estamos trabajando bien con las autoridades. En Rivera se prohibieron todas las fiestas, con protocolo y sin protocolo”, dijo el intendente.
Sander se reunirá hoy martes con la prefeita (alcaldesa) electa de la ciudad brasileña, Ana Torouco, para coordinar acciones comunes en busca de aplanar la curva de expansión de la pandemia de ambos lados de la frontera.
El departamento de Rivera es el segundo de Uruguay, detrás de Montevideo, en cantidad de infectados cada 100.000 habitantes, ubicándose en la categoría naranja (la segunda peor) en cuanto a riesgo de contagio. En las últimas dos semanas Rivera viene registrando una media de 15 contagios nuevos por día.
Mientras, Santana do Livramento sufre un fenómeno parecido. En noviembre tenía 263 enfermos y el fin de semana pasado treparon a 447.
La coordinadora de Vigilancia Sanitaria de la ciudad, Gabriela Formoso, dijo al diario brasileño A Plateia que la situación es preocupante. “Realmente estamos en una curva ascendente y cada día los números (de contagios) aumentan considerablemente. La funcionaria agregó que el panorama puede agravarse debido a los festejos de Navidad y Fin de Año. “Es una situación de alerta”, subrayó.
Ante este panorama, Sander y Torouco, que asume su cargo el 1° de enero, buscarán hoy encarar acciones conjuntas para contener los contagios binacionales, dado que aunque el tránsito entre ambas ciudades -sobre todo de compras- se redujo sensiblemente desde que se desató la pandemia, cada fin de semana llegan a Rivera alrededor de 2.000 brasileños.
En la Intendencia de Rivera pretenden controlar la llegada de brasileños supervisando el aforo de los vehículos, públicos y privados, que llegan a la ciudad así como la temperatura de sus ocupantes y que cumplan con la obligatoriedad de portar tapabocas en todo momento.
Aunque en Santana do Livramento la situación empeoró, la situación general de la frontera entre ambos países mejoró algo respecto de una semana atrás. El gobierno estadual informó ayer lunes que los municipios de Pelotas y Bagé, limítrofes con Uruguay pasaron de la categoría negra (altísimo riesgo de contagio) a roja (alto riesgo de contagio).
El territorio gaúcho presenta la cuarta mayor tasa de muertes por COVID-19 de Brasil superando los 8.000 fallecidos. Cabe recordar que Río Grande do Sul tiene una población de 11,3 millones de habitantes.
El gobierno solicitó la especial colaboración de los intendentes en el combate a la pandemia, y les pidió que tomen medidas para bajar la movilidad. En esa línea, algunos jefes comunales han tomado medidas para que no se realicen viajes hacia afuera ni hacia adentro de sus localidades.
“Aconsejamos no viajar fuera de Durazno. Evitemos movernos, y apoyemos el comercio local”, dijo ayer el intendente Carmelo Vidalín, quien lamentó tener en su departamento 700 personas que se encuentran en cuarentena.
En Paysandú, en tanto, la intendencia resolvió suspender la fiesta de la Semana de la Cerveza de 2021, realizada tradicionalmente en cada Semana Santa, para evitar que llegue gente de otros departamentos.
El intendente sanducero, Nicolás Olivera, dijo a El País que la decisión está fundada en la necesidad de preservar la salud de la población, a pesar de tener bien claro que el evento implica una fuente de ingresos importante para el departamento.
Al igual que en Montevideo, en tanto, se suspendió el Carnaval en todos los departamentos del país.
Cierran un prostíbulo
La permeabilidad de la frontera en Rivera, llevó a las autoridades locales a redoblar los controles. Los operativos permitieron el sábado clausurar un prostíbulo, que ya había sido cerrado tiempo atrás y en las últimas semanas volvió a retomar la operativa de forma clandestina. Los controles también frenaron el ingreso de un hombre de Nigeria con 8 kilos de cocaína.