Un hombre salió a rapiñar días después de haber sido condenado con libertad a prueba y ahora irá a prisión

Pasará cuatro años y seis meses en prisión tras llegar a un acuerdo abreviado; la primera condena había sido por ocultar un arma con la que un amigo disparó durante un conflicto vecinal.

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Operativo policial en Pocitos
Patrullero de Policía
Foto: Estefanía Leal

Un hombre fue condenado a más de cuatro años de prisión por dos rapiñas que cometió días después de haber firmado un acuerdo abreviado que lo hacía cumplir una pena por encubrimiento en libertad a prueba. Por este último caso lo descubrieron guardando un arma con el que un amigo suyo había herido a dos personas en un conflicto.

El joven, que no contaba con antecedentes, tuvo su primera condena el pasado 16 de diciembre, luego de admitir su responsabilidad por un delito de encubrimiento, y llegando a un acuerdo abreviado con Fiscalía. La pena acordada fue de tres meses de libertad a prueba y cuatro horas de trabajo comunitario semanales durante un mes.

El caso con el que tuvo vinculación había ocurrido en los últimos días de setiembre, cuando un hombre se dirigía hacia una feria ubicada en Casavalle junto a su hermano y fue abordado por un vecino que lo invitó a pelear debido a conflictos personales.

Ante la negativa del increpado, que se dio vuelta para retirarse, el atacante le dio un golpe de puño. Si bien intentó reaccionar, el agresor rápidamente sacó un arma y disparó, hiriendo a los dos hermanos.

Cámaras de la zona lo vieron ingresando a una casa cerca de allí, escondiendo un objeto debajo de su ropa, por lo que funcionarios policiales se hicieron presentes. La dueña de la casa autorizó el ingreso, y fue en el cuarto de su hijo —a quien luego condenaron por encubrimiento— que encontraron un ropero que adentro tenía una pistola nueve milímetros, un revólver calibre 22, cargadores y municiones.

El encubridor llegó a un acuerdo abreviado por la pena mínima correspondiente a ese delito, mientras que su amigo, el agresor, será juzgado en un proceso judicial distinto.

Dos rapiñas y a prisión

Tres días después de haber firmado el acuerdo abreviado por el episodio de encubrimiento, el joven estaba nuevamente sentado ante un juez. Es que en las últimas horas del 18 de diciembre cometió dos rapiñas por las que fue detenido y luego juzgado.

En ambas, el modus operandi fue similar, aunque la falta de éxito en la última derivó en su detención.

El primer caso fue cerca de la medianoche. Abordó desde una moto a un hombre que caminaba por la calle Adolfo Berro, casi Hermanos Ruíz, en la zona del Prado, y lo amenazó con un cuchillo para robarle una mochila. Dentro de ella había documentos, dinero, ropa y libros de abogacía, debido a la profesión de la víctima.

Minutos más tarde cometió la segunda rapiña. Esta vez, la damnificada fue una mujer que se trasladaba por la esquina de Francisco Gomez y Manuel Correa, en Paso Molino. Repitió el proceder, amenazándola con un arma blanca, pero el resultado no fue el esperado.

Si bien el rapiñero consiguió quitar la mochila de la víctima, que tenía un celular, dinero y distintos documentos, la mujer tomó un gas pimienta entre sus pertenencias y se lo roció en el rostro.

El delincuente escapó con la mochila, pero producto de la agresión de la mujer no podía ver con normalidad, lo que dificultó la huida. La víctima denunció, y rápidamente la Policía se hizo presente para la detención.

La mujer, que todavía permanecía allí, reconoció el vehículo en el que se trasladaba el ahora condenado, y reclamó sus pertenencias. También fueron recuperando los objetos robados a la primera víctima de esa misma noche.

Al igual que en la causa que lo involucraba por encubrimiento, el joven admitió los hechos ya que Fiscalía contaba con pruebas contundentes en su contra, y llegó a un acuerdo abreviado por una pena de cuatro años y seis meses de penitenciaría.

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