Decenas de vecinos de Carrasco Norte recibieron ayer por la noche al director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, Santiago González, para transmitirle la preocupación que sienten por la inseguridad en la zona.
Durante el encuentro y tras la pregunta concreta de si desde el Ministerio del Interior se puede aumentar el patrullaje en la zona, González se comprometió a aumentar la presencia policial porque, reconoció, que hay problemas.
Junto a González participaron de la reunión el jefe de zona II, Robert Pérez y otras autoridades policiales del lugar. También estuvo la alcaldesa del municipio E, Mercedes Ruiz, quien se comprometió a hablar con las autoridades del Ministerio de Desarrollo Social por denuncias sobre disturbios ocasionados por personas que acuden a un refugio en la zona.
Pérez, en tanto, dio datos estadísticos que revelan, según su consideración, un descenso de los delitos en la zona. Por ejemplo, en relación a los hurtos detalló que en lo que va de este año hubo 42 denuncias, mientras que en el mismo período del año anterior fueron 61. También para el caso de rapiñas detalló que en 2023 en su área de cobertura hubo ocho mientras que en 2022 a esta altura del año fueron 11.
Esto generó la molestia entre los vecinos, quienes no coincidían con el relato de Pérez. ”No puede ser que digan que hubo ocho rapiñas si acá ya se contaron cuatro”, dijo uno de los vecinos indignado. Otro remarcó: “Los números son números, sabemos que son una ruleta rusa. Acá lo que queremos es más patrullaje. Una respuesta”.
Luego, otro de los participantes se quejó por la situación cercana a la calle Acosta y Lara. González respondió que cuando llegó al Ministerio del Interior esa zona era un lugar “donde no se podía entrar”. Pero que luego de que se destinaran seis patrulleros a custodiar allí los delitos descendieron. “Pero los vamos a volver a poner porque volvió a recrudecer la situación”, aseguró el jerarca.
En otra de las oratorias un señor relató cómo su hijo salió 15 minutos a hacer un mandado sobre las 16:00 horas el miércoles y cuando regresó al apartamento del edificio llamado centro Juan Ferreira se encontró con que había sido desvalijada la vivienda.
Los delincuentes se llevaron dinero, joyas, dos televisores, perfumes, entre otras cosas. Al hacer la denuncia el señor le reclamó a los efectivos que accedieran a las cámaras para poder hacer un seguimiento de los delincuentes porque sería notorio verlos cargando las cosas robadas.
Ante este reclamo, González le explicó que al hacer la denuncia policial lo que se está haciendo es judicializando la causa. Y que los policías no pueden mostrar las cámaras hasta que el fiscal las solicite. “Quizá no es la respuesta más feliz, pero es así”, dijo el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana.
“¿Las cámaras son importantes? Sí. ¿Dónde vamos a ponerlas ahora? En zonas donde no las había como en la zona III y la zona IV. Acá se ha puesto en algunas cuadras. Luego veremos la disponibilidad que haya. Acá en la medida en que podamos vamos a poner”, sostuvo González.
Luego una señora hizo uso de la palabra para contar cómo le robaron su moto a mano armada. González le preguntó cómo y cuándo fue. La mujer le dio los datos y le dijo que no siente “tranquilidad” viviendo en la zona. “Me da miedo salir a la calle, siento miedo de que le pase algo a mi hija. Sé que es algo general, que pasa en todos lados, pero lo viví en carne propia y fue espantoso”, remarcó la mujer.