Redacción El País
El Ministerio del Interior dio a conocer algunos detalles del operativo por el partido entre Peñarol y Cerro disputado en abril, por el cual existieron sanciones deportivas, pero también se cesó al entonces director de Seguridad en el Deporte, Álvaro García.
La información, a la que accedió El País, sale a la luz a raíz de la respuesta a un pedido de informes realizado días después del partido —que se jugó el 27 de abril— por el senador suplente del Partido Nacional y exministro Nicolás Martinelli. En le escrito solicitó que se brinden datos sobre las personas que protagonizaron los incidentes y qué medidas se tomaron con ellas, así como información sobre el operativo en general y el cese de García.
Según la respuesta de la cartera, fueron identificados seis integrantes de la barra de Cerro como partícipes de los incidentes. Para esto se utilizaron cámaras de videovigilancia. De esas personas, una fue formalizada por el delito de lesiones y cumplió con arresto domiciliario total —monitoreado por tobillera electrónica—, aunque su plazo venció el pasado 5 de setiembre.
Con respecto al operativo, informó que la Jefatura de Policía y la Guardia Republicana actuaron como "coordinadores y planificadores", además de haber distribuido un documento elaborado por la Dirección Nacional de Seguridad en el Deporte. Si bien Martinelli solicitó que este sea adjuntado, la cartera argumentó que es de carácter reservado.
Días antes del partido se realizó una reunión entre representantes de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), los encargados de seguridad de los clubes y la Policía. Allí se propuso hacer un punto de encuentro para que los parciales de Cerro fueran custodiados hasta el estadio. Según el Ministerio del Interior, esto fue negado por la seguridad del club, argumentando que debido a "divisiones internas entre los hinchas" cada uno concurriría por sus propios medios.
En la previa al encuentro se registraron los primeros incidentes entre parcialidades aunque, según el informe, la respuesta policial fue "rápida y eficaz, logrando su pronta disuasión".
Con respecto a la no aplicación de la figura del Evaluador de Seguridad, se argumentó que "dada la magnitud y dinámica del evento y considerando las dimensiones del escenario deportivo y la concurrencia masiva, resultó operativamente inviable garantizar una supervisión eficaz por parte de un solo evaluador en tiempo real".
Igualmente se destacó que el estadio cuenta con un sistema de videovigilancia y tecnología de reconocimiento facial que facilitó la identificación de los involucrados.
La pregunta sobre los motivos del cese del entonces director de Seguridad en el Deporte, García, no fue respondida. Consultado por El País, Martinelli manifestó disconformidad con el informe. "No me contestaron ni la mitad del pedido", aseguró.
Los incidentes en el CDS
Iban 23' de la primera parte cuando los encargados de seguridad le llamaron la atención a Gustavo Tejera, el árbitro central del partido, porque estaban cayendo proyectiles desde la Tribuna Guelfi (donde había unos 200 hinchas de Cerro) hacia la Henderson (donde había hinchas de Peñarol).
Fue en ese momento cuando uno de los proyectiles impactó en la cabeza de una hincha aurinegra que debió se trasladada inmediatamente a un hospital, donde recibió ocho puntos por una lesión en la cabeza.
Pero el partido se reanudó y fue recién a los 17 minutos de la segunda mitad cuando las autoridades decidieron suspender definitivamente el encuentro porque la lluvia de proyectiles no cesaba.
Finalmente, la Comisión Disciplinaria de la AUF decidió dar el partido ganado a Peñarol y sancionar a Cerro con la quita de un punto, así como con cuatro partidos sin público de local.
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