Pareja denunció a supuesto rapiñero; luego se develó que eran capos de una boca y que ellos lo habían baleado

Una pareja, que inicialmente se presentó ante la Policía como víctima de una rapiña, terminó siendo condenada tras comprobarse que uno de ellos había baleado a un hombre en una vivienda que usaban como boca de venta de drogas.

La denuncia se hizo en la madrugada del lunes. Una mujer (51) y su pareja (un hombre de 28) relataron ante la Policía que un individuo había golpeado la puerta de su vivienda, ubicada en la calle 18 de julio, entre Paysandú y Eusébio Giménez (en el departamento de Soriano), para pedir una ayuda económica.

Dijeron que ella, luego de atenderlo, se dio vuelta para ingresar a buscar dinero, pero en ese momento el hombre ingresó a la casa con un arma, lo que había derivado en un forcejeo.

La pareja de la mujer aseguró haberse sumado a la pelea cuando vio la situación, llegando a sacar al agresor hacia el exterior de la vivienda. Durante este intercambio, según relataron, quien había irrumpido en la casa se disparó accidentalmente en una pierna con su propia arma.

Ante esta situación, el presunto rapiñero se fugó a pie "dejando su pistola en el suelo", pero para argumentar ante la Policía el faltante del arma dijeron que una segunda persona había pasado en moto por el lugar y se la había llevado.

Tras recibir esta denuncia, la Policía comenzó a monitorear los centros asistenciales, dado que presumían que el agresor iba a pedir asistencia por el disparo sufrido. Esto ocurrió y el hombre fue detenido luego de ser atendido.

La investigación continuó y el rumbo cambió por completo. Fuentes policiales dijeron a El País que se logró comprobar que el presunto agresor conocía a los denunciantes.

Luego de recabar la información pertinente, se allanó la casa de la pareja, encontrando allí envoltorios con droga, cocaína en polvo, celulares y cámaras de vigilancia.

Ante el nuevo escenario, se dispuso la liberación del hombre detenido y se procedió a indagar a los ahora condenados por su vínculo con el comercio de droga en la zona.

La investigación policial determinó que la pareja suministraba droga en formato de boca, pero también realizaba delivery a distintas partes del barrio. De hecho, ya a se contaba con indicios de esto por operaciones anteriores, y la información encontrada en los celulares fue clave para confirmarlo. Se encontraron conversaciones en las que hablaban sobre estupefacientes y mostraban la foto de un arma.

Durante la audiencia de condena realizada el miércoles, informada por el medio Agesor, la fiscal relató que en realidad el supuesto rapiñero llegó a la casa para comprar droga. Lo hicieron pasar a la vivienda, donde comenzó a reclamar por una deuda que tenían con él y, en medio de la discusión, la mujer le pasó el arma a su pareja y este disparó.

El herido huyó y fue entonces que los agresores decidieron armar el relato de la falsa rapiña, descartando el arma.

Finalmente, ambos admitieron los hechos y fueron condenados. El hombre recibió una pena de tres años de prisión y la mujer de tres años y seis meses por suministro de estupefacientes, disparos de arma de fuego y tráfico interno de armas de fuego y municiones.