Publicidad

Fiscalía investiga una golpiza en el Este y el acusado sostiene que fue solo “un raspón”

Compartir esta noticia
Policía en Pinares. Foto: Ricardo Figueredo.

PUNTA DEL ESTE

Hoy declara el joven agredido y mañana los acusados que fueron emplazados.

Persecución, golpiza grupal, utilización de armas, amenaza de muerte, intento de secuestro y atropellamiento con un vehículo. Esa es la lista de hechos que denunció Pablo Romero García, profesor de Filosofía, docente de Ética en el Claeh y asesor del Consejo de Formación en Educación de la ANEP. Acusó a vecinos de su casa de veraneo en Maldonadode haber agredido de forma severa a su hijo de 18 años, quien había salido a pasear el sábado a la noche.

El caso está en manos de la fiscal Ana Roses, que citó para hoy al joven agredido y para mañana a los denunciados. El episodio generó varias reacciones en las redes luego de que Romero García diera a conocer en una carta el episodio.

Los denunciados señalaron que creyeron que el joven era un ladrón que los había robado días atrás, y que solo le generaron algunos “rasguños” por los que pidieron “disculpas”.

El abogado de los denunciados, Sebastián Serron Bon, dijo a El País que sus clientes se harán cargo de lo ocurrido y que tienen la intención de resolver lo que él define como un diferendo.

“Si hay lesiones serán leves o levísimas. Si existe algún delito no va a ser, a nuestro juicio, de entidad. Si tenemos que reparar el daño y el padre accede a un buen diálogo… Nuestra idea es solucionar todo. Que quede saldado y que no se amplifique. Los discursos del padre, en su calidad de padre, los entiendo, pero le están adjudicando un poco más de valorización a los hechos de lo que son”, comentó Serrón Bon.

“La versión es: yo estoy en la puerta con unos amigos, sale un chico y empieza a caminar. Le gritamos ‘Hey, hey’. Empieza a correr. Lo salimos a correr y en la esquina todos los vecinos salieron y gritaron: ‘un chorro, un chorro’. El chiquilín seguía corriendo”, contó en tanto uno de los denunciados en declaraciones a Subrayado (Canal 10). Y señaló: “Asumo y me hago cargo del error. Le pedí disculpas. Obvio que me hago cargo. Le dije: ‘fue una confusión’. Somos personas de bien”. Contó, además, que hace “dos semanas” ingresaron a su vivienda por el fondo y le rompieron un vidrio. “Pensamos que nos estaba robando”, insistió.

También reconoció que subió a su cuatriciclo y “empujó” al joven de 18 años con el vehículo circulando sobre la vereda. Sin embargo, sostuvo: “no lo atropellé (…), si lo hubiera atropellado lo hubiera lastimado”. Y luego concluyó: “Éramos cuatro hombres. Si queríamos pegarle o hacerle algo, lo cagábamos a trompadas. Nadie le hizo nada”, insistió.

La denuncia.

A través de su carta Romero contó que su hijo “suele utilizar gorro de visera, capucha y pantalones recortados”, así como “a veces camina con un aire y balanceo que da sensación de que está en pleno rapeo por las calles”.

Sobre las 20:30 horas del sábado, su joven decidió “dar una vuelta a la manzana” con “su gorrita de visera, un buzo, un pantalón recortado y unos auriculares inalámbricos”. A metros de la casa que alquiló el docente y asesor para disfrutar de sus vacaciones con su familia, fue que el joven recibió, primero, una “fuerte patada desde atrás”.

Al girar vio que quien lo derribó estaba acompañado de otras personas que corrían “con cachiporras en sus manos” y lo tildaban de “chorro”.

Les dijo que vivía ahí, narró el docente y asesor, pero los jóvenes agresores le dijeron que no mintiera, que le iban a “pegar un tiro” y se “abalanzaron”.

Salió corriendo, pero instantes más tarde fue interceptado por otra persona que había dado la vuelta a la manzana en su cuatriciclo para “encerrarlo”. A continuación, agregó Romero, lo “atropelló” con el vehículo. Por este motivo, sufrió una “herida cortante en su gemelo” y se dio un golpe “en ambas piernas y en la espalda”, tras impactar contra el suelo.

Cuando se levantó, el conductor aceleró “nuevamente” el cuatriciclo con el objetivo de atropellarlo otra vez. Pudo evitarlo y salió corriendo, aunque la situación no terminó allí. Llegó un auto, él insistió en que vivía a una cuadra, pero intentaron “meterlo a la fuerza” en el vehículo. El joven se sacó el buzo para evitar ingresar al coche y así “evitó que lo secuestren”. Insistió en que vivía en la casa que él decía y fue rumbo hacia ella. “Si no vivís ahí te vamos a pegar un tiro y tirar en una zanja”, le contestaron.

Los atacantes entraron finalmente a la casa con el joven, que estaba “herido y en estado de shock”. En ese momento, quien lo recibió fue la pareja de Romero. Los agresores dijeron que lo confundieron con un ladrón. Le devolvieron el buzo, el gorro “pisoteado” y le dieron $ 3.500 “para que se compre otro”.

Romero contó que minutos después fue a la casa de sus vecinos y los increpó por la situación, y que estos le responden que ya le habían pedido “disculpas”. Tras decirle que iba a llamar a la Policía uno de ellos le dijo: “No pasa nada. ¿Qué es? ¿El hijo de un embajador?”. También le advirtieron que iba a perder el tiempo.

Luego efectivamente denunció la situación ante la Policía. Agentes fueron al lugar, golpearon la puerta y salió el que manejaba el cuatriciclo. Pidió disculpas, pero se justificó en cuanto a que pensaba que era un ladrón. Romero en su carta alerta, además, que al irse los agentes una mujer policía justificó la situación: “‘Hay muchos robos en la zona, por eso la reacción, errar es humano”, dijo.

Heber: “No tiene que ver con la LUC. ¡Es un disparate!”
El ministro Luis Alberto Heber habla en conferencia de prensa. Foto: Francisco Flores (Archivo)

El episodio sucedido en Pinares, cerca de Punta del Este, fue tomado por algunos militantes del Frente Amplio y afines a derogar los 135 artículos de la ley de urgente consideración (LUC), como un ejemplo de lo que supuestamente ocurre debido al espíritu de la normativa impulsada por el presidente Luis Lacalle Pou.

“Nada tiene que ver la LUC en la agresión denunciada a un joven en Punta del Este. No tiene nada que ver ni el texto ni el espíritu de la LUC. Veo sí, en las palabras de quienes la responsabilizan, en algún caso, ignorancia, y en otros, espíritus cargados de mucha mala fe”, escribió en su cuenta de la red social Twitter el director general de secretaría del Ministerio del Interior, Luis Calabira.

Al ser consultado por El País, en tanto, el jerarca de gobierno y dirigente del Partido Nacional alertó que asociar este tema a la discusión por el referéndum de la LUC implica “desinformar”.

“Es falso. La LUC es una catarata de medidas que tienen que ver con el sentido común. Entiendo que les resulte muy difícil hacer una campaña contra una catarata de medidas de sentido común, y como no pueden hacerlo intentan marear y generar confusión. En nada tiene que ver la LUC con un caso de violencia ciudadana. Muy lejos de la LUC amparar eso. Ha servido para mejorar los niveles de seguridad”, remarcó Calabria.

En esa línea el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, opinó a El País que meter este tema en el análisis del caso es: “¡Un disparate!”.

“La LUC lo que hace es que la gente tenga protección en sus casas. Este es un operativo de unos vecinos que, aparentemente, se confundieron y quisieron hacer justicia por mano propia. Hay que verlo después en la fiscalía y en el juzgado, pero aparentemente lo que sucedió fue que lo agarraron en la calle. No tiene nada que ver con ninguna de las disposiciones de legítima defensa que se establecen para el ciudadano. No hay vinculación posible frente a la agresión. La agresión es agresión”, comentó Heber.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad