UNA VISITA CUESTIONADA POR LA COLECTIVIDAD

Kechichian informó a la colectividad pero no quiso hacer comentarios

Está previsto que los días 7 y 8 de febrero visite Uruguay en el marco de una gira por América Latina, el polémico presidente turco Recep Erdogan y la comunidad armenia local, que tiene unos 15.000 integrantes, está en alerta. Uruguay tiene una fuerte relación comercial con Turquía, país al que el año pasado le vendió mercaderías por US$263 millones, fundamentalmente ganado en pie y, en menor medida, celulosa y tejidos.

Pero al mismo tiempo, es uno de los estados que hace más tiempo reconoció el genocidio del pueblo armenio, es decir la matanza de miembros de esa colectividad por parte del estado turco, en 1915. La cifra de víctimas se calcula entre 600.000 y 1,8 millones. La República Turca, sucesora del Imperio Otomano, niega hasta el día de hoy el genocidio con el argumento de que las muertes no fueron el resultado de un plan de exterminio deliberado. El genocidio dio lugar a la diáspora de los armenios por todo el mundo. Fuentes del Frente Amplio aseguraron a El País que más allá d e que el gobierno recibirá a Erdogan, no está previsto ningún cambio en la histórica política del Estado uruguayo de reconocer el genocidio.

Erdogan, de 63 años es presidente de Turquía desde agosto del 2014. Previamente, fue primer ministro entre marzo del 2003 y agosto del 2014, y antes alcalde de Estambul (1994-1998) por el partido denominado Refah.

Según supo El País, la ministra de Turismo, Liliam Kechichian, de origen armenio y que suele participar en los actos de conmemoración del genocidio, comunicó a las organizaciones de la colectividad armenia la visita de Erdogan en febrero. El País contactó a la ministra que se limitó a decir "nada para declarar". La ministra estará de licencia cuando venga Erdogan.

La colectividad armenia de Uruguay se reunirá esta noche para discutir la forma en que se manifestará el rechazo a la visita de Erdogan. En las redes sociales, varios integrantes de la comunidad armenia ya mostraron su repudio. En uno de los mensajes que ya circula en redes sociales se convoca a protestar "contra todo lo que este hombre y sus cómplices representan".

En los mensajes se dice que "representa hoy para muchos, sobre todo para sus víctimas, la cabeza de una política dirigida hacia la más despiadada violación de los derechos humanos". "Un hombre que embandera entre otras cosas, el negacionismo acerca del genocidio al pueblo armenio", agrega.

El integrante de la colectividad armenia del Uruguay, Diego Karamanukian, dijo a El País que "es una noticia que nadie esperaba ya que no hay reporte internacional y se confunde a Uruguay con Paraguay para despistar". Karamanukian agregó que la visita de un presidente turco "es un hecho sin precedentes ya que Uruguay fue el primer país que reconoció el genocidio".

Karamanukian consideró que "no hay nadie que vaya a saludar la visita ni que le diga bienvenido, es un personaje cuestionado en su país y es el gobernante turco que más obstáculos puso en las últimas décadas". Además explicó que "tenemos claro que el gobierno uruguayo sabe bien lo que decidió la generación de 1965 y a lo largo de los años todos los gobiernos ratificaron". Es que Uruguay fue el primer país del mundo en declarar el 24 de abril como Día de recordación de los mártires armenios.

Karamanukian dijo que "el gobierno uruguayo sabe bien del tema del genocidio". Para el periodista armenio "es mentira que la visita se debe a razones económicas, la visita de un presidente siempre es política, viene a tratar de generar en el mundo la opinión o la imagen de que en Uruguay no se le cierran las puertas".

En 1915, el gobierno otomano ordenó la deportación de los armenios, una comunidad cristiana, a los desiertos de Siria. La participación otomana en la guerra mundial se abrió con una sonora derrota ante los rusos en el frente del Cáucaso. Pese a que la razón principal fue la desastrosa estrategia de los mandos otomanos, el gobierno, liderado de facto por un triunvirato de nacionalistas turcos, la atribuyó al supuesto apoyo de la población local armenia a las tropas del zar ruso.

El 24 de abril de 1915, unos 250 intelectuales y líderes armenios de Estambul fueron detenidos y deportados a Ankara, donde serían ejecutados. Era el inicio de un plan de limpieza étnica que quedaría plasmado en la Ley de Traslado y Reasentamiento, aprobada el 27 de mayo.

La ruta, a través de la estepa de Anatolia y con destino a los desiertos de Siria, fue escenario de marchas de la muerte. Sin apenas acceso a comida o agua, diezmados por las enfermedades, miles de armenios murieron por los caminos. Las columnas de deportados eran habitualmente sometidas a las vejaciones de los gendarmes y a los ataques de bandas de kurdos, turcomanos y circasianos, que además de despojarles de sus pertenencias, raptaban a las jóvenes para violarlas o tomarlas como esposas.

Turquía es también cuestionada por el tratamiento de la minoría kurda en su territorio y por ingresar con sus tropas frecuentemente a Siria para combatir a los kurdos de ese país.

En julio de 2016 hubo un intento de golpe de Estado en Turquía que fue sofocado. Desde entonces, Erdogan ha sido acusado por algunos países de acentuar el carácter autoritario de su gobierno. El proceso de entrada de Turquía a la Unión Europea está congelado.

El 25 de abril de 2015, la colectividad armenia en Uruguay conmemoró el centenario del genocidio armenio. En esa instancia que se desarrolló en el Palacio Legislativo, la comunidad recibió el respaldo de todos los partidos políticos del Uruguay. Al acto concurrió el presidente Tabaré Vázquez junto al entonces vicepresidente Raúl Sendic quien hizo uso de la palabra. Además estuvieron los exmandatarios Julio María Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle, Jorge Batlle y José Mujica. En la ceremonia se mostró la cohesión de los partidos políticos detrás del reclamo del pueblo de Armenia, en la conmemoración del centenario. En esa oportunidad la comunidad entregó un reconocimiento a Vázquez, Sanguinetti, Lacalle, Batlle y Mujica.