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Operación Océano: surgen nuevas víctimas y se realizarán más detenciones

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Ya son 21 los explotadores sexuales imputados  de prometer o dar una retribución a menores de edad a cambio de sexo. Foto: Leonardo Mainé

SE AMPLÍA LA INVESTIGACIÓN

En esta segunda etapa de la investigación, la Fiscalía solicitará a la Justicia audiencias para formalizar a más hombres relacionados con varias víctimas.

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El “modus operandi” se repite con todas las víctimas. Una foto sugerente en una página web en la que se ofrecen servicios sexuales y aparecen números de teléfonos celulares. Los explotadores sexuales chatean con las víctimas con la intención de interactuar y luego ofrecen encuentros en autos de alta gama, restaurantes y hoteles.

En ningún caso los adultos investigados y formalizados a instancias de la fiscal de Delitos Sexuales, Darviña Viera, solicitó una cédula de identidad a las víctimas, entre las que se encuentran varones, para cerciorarse de la edad de las mismas.

Según dijo ayer una fuente del caso a El País, la fiscal Viera y las fiscales adscriptas Fulvia Fravetto y Giuliana Realini, comenzaron a trabajar con nuevas víctimas en el marco de la Operación Océano.

La fuente sostuvo que en los próximos días habrán nuevas audiencias y detenciones.

El perfil de los hoy investigados es similar al de los anteriores imputados: empresarios, comerciantes o empleados con altas remuneraciones.

“Acá no hay personas pobres”, dijo en una ocasión a El País la fiscal Viera al ser consultada sobre el perfil de los explotadores sexuales.

En una primera etapa de la investigación, la Fiscalía se concentró en una víctima y todos los explotadores sexuales que le habían prometido o pagado una retribución a cambio de favores sexuales.

A raíz de chats que estos hombres mantuvieron con la adolescente y otras pruebas, la Justicia formalizó la investigación a 21 explotadores sexuales, entre los que se encuentran empresarios, comerciantes, un exjuez penal, un exdiputado suplente y un exdirector de un colegio privado de Punta del Este.

Uno solo de los procesados fue a prisión porque contaba con antecedentes penales por falsificación de dinero y por estafa. Esa persona, según señaló a El País una fuente de la investigación, mantenía relaciones sexuales con “la víctima cero” que dio origen a la Operación Océano.

Este individuo, hoy en prisión en la cárcel de Las Rosas de Maldonado, retribuyó con dinero a una menor de edad a cambio de relaciones sexuales. Una amiga de la víctima lo denunció penalmente en Maldonado por un eventual abuso sexual. En cambio, el individuo presentó una denuncia por difamación e injurias por entender que la denunciante había colgado en Internet un video donde lo mostraba manteniendo relaciones sexuales con una adolescente.

A partir de ahí, la Fiscalía incautó los celulares de la denunciante y el denunciado. Investigadores de la Dirección de Crimen Organizado e Interpol descubrieron, en varios chats, que las víctimas de explotación sexual eran por lo menos cuatro.

En los primeros días de agosto, a pedido de la Fiscalía, la Justicia citará a nuevas audiencias para disponer la prolongación de medidas cautelares para muchos de los hoy imputados por retribución o promesa de retribución a menores de edad a cambio de sexo.

Otro tema que también investiga Viera es la muerte de una de las adolescentes víctimas de explotación sexual. El 16 de marzo de 2019, la menor salió de su casa hacia Tres Cruces, desde donde iba a subirse a un ómnibus con destino a Punta del Este. Las cámaras de la rambla y testigos la registraron ingresando al agua a la altura de la playa Trouville. Un hombre le gritó. “¿Qué hacés? Salí del agua”.

Luego llamó a la Prefectura. El móvil llegó enseguida. El cuerpo apareció el 20 de marzo en el arroyo Solís Chico.

Un celular y un apartamento en inicio de la trama delictiva

El teléfono celular de una de las adolescentes víctima de explotación sexual por adultos reveló detalles escabrosos. Y generó una larga lista de sospechosos. El final de la investigación aún no se avizora. Es muy probable que se arrastre hasta mediados del próximo año.

En este momento, la indagatoria de la fiscal de Delitos Sexuales, Darviña Viera, y las fiscales adjuntas Fulvia Fravretto y Giuliana Realini, se transformó en la mayor de la historia en materia de explotación sexual a adolescentes.

Los imputados son personas con solvencia económica que residen en Carrasco, Malvín, Punta Carretas y en Maldonado. Muchos de ellos tienen casas en Punta del Este y llevaban allí a las víctimas.

Además de dinero, los imputados prometían o entregaban a las víctimas comida, paseos en autos de alta gama o en barco en Punta del Este e incluso viajes el exterior.

El intercambio de chats de Whatsapp de S, uno de los adultos a los que la Justicia decretó el inicio del proceso penal en su contra por contribución a la explotación sexual a personas menores de edad, permitió a Viera encontrar un grupo donde este individuo y su concubina Ana (nombre ficticio), intercambiaban mensajes con jóvenes. En el grupo de Whatsapp, S y Ana aluden a una “renta” del apartamento para que las jóvenes lo utilicen para recibir a sus acompañantes y por el cual el imputado y su concubina les cobraban una tarifa.

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