Después de la polémica que se instaló puertas adentro del Ministerio del Interior sobre cuál era la mejor manera de informar los motivos que precipitan los homicidios, la cartera divulgó este viernes las cifras de acuerdo al criterio que propuso el sociólogo Emiliano Rojido en uno de los estudios que se le encomendó. Es la primera vez en más de una década que se adopta una categorización diferente. Según los datos, casi un tercio de los homicidios fueron una "ejecución sumaria": esto significa que se desconoce el motivo, pero se sabe que fueron planeados.
La segunda y tercera categoría que nuclean más casos son los conflictos interpersonales entre conocidos, que conforman 12,4% de los casos, y aquellos cuyo motivo no se pudo determinar, que son 11,9% del total. Los homicidios vinculados al narcotráfico se ubican en el tercer y cuarto puesto. Estos son, aquellos cometidos entre traficantes de bandas (9,2%) y los perpetrados entre personas vinculadas al tráfico (8,4%), por ejemplo, consumidores.
Estas categorías sugeridas por el sociólogo Rojido en un estudio que realizó junto a Ignacio Cano y Doriam Borges buscan mejorar la metodología que tenía establecida previamente el Observatorio de Violencia y Criminalidad del Ministerio del Interior. Una de las conclusiones del estudio es que históricamente estuvieron sobrerepresentados los datos de homicidios vinculados al narcotráfico.
Previo al cambio de criterio, Interior brindaba la información dividida en seis categorías: conflicto entre grupos criminales, tráfico de drogas y ajuste de cuentas, altercados espontáneos no domésticos, violencia intrafamiliar y situaciones relacionadas, rapiña, copamiento y similares, otros motivos y motivo desconocido.
Sin embargo, internamente utilizaban un criterio más detallado, que permitía subdividir las seis categorías en 15, entre las que estaban: motivo no aclarado o sin datos, otras disputas y discusiones, venganzas y represalias, rapiña, hurto o copamiento, celos y apropiación sexual y tráfico de estupefacientes, por citar algunas.
Las críticas que realizó Rojido a este sistema le valieron un cruce con el director del Observatorio de Violencia y Criminalidad, Javier Donnángelo, que fue recientemente sancionado por declaraciones que realizó sobre este tema, sin haber sido autorizado.
El objetivo de la investigación era crear una categorización que tuviera como norte recoger datos que ayuden a prevenir los homicidios. Se hizo una "construcción de una tipología con 15 categorías y que combina cinco dimensiones. La motivación del agresor, el local en el que ocurren los homicidios, el perfil del victimario, la relación entre la víctima y el agresor y el modus operandi", explicó Rojido, días después de la publicación del estudio en En Perspectiva. A su vez, desarrolló que este nuevo método subsana un problema que tenía la categorización previa y es que propone "reglas de prioridad para clasificar los casos que pueden encajarse en más de una categoría eventualmente".
En esa oportunidad, criticó el concepto de ajuste de cuentas, históricamente utilizado, por entenderlo "bastante inconveniente" y "demasiado vago". Si el crimen en cuestión cumplía con tres de los nueve parámetros con los que se medían los ajustes de cuentas, era categorizado como tal. Pero, advirtió Rojido, esos tres podían ser: la utilización del arma de fuego, que la víctima hubiera recibido múltiples disparos y que hubiera habido premeditación. Esto generaba un problema de "sobrestimación".
En julio, Donnángelo afirmó a El Observador que el estudio de Rojido subestimaba los homicidios entre grupos dedicados al tráfico minorista "en una magnitud verdaderamente inaudita" y que si Interior seguía su criterio se arriesgaba a "orientar la política pública en una dirección ajena a la realidad”. El haber dado esas declaraciones sin autorización le valió una sanción de seis meses con separación del cargo.
El nuevo ministro del Interior, Carlos Negro, fue consultado sobre este cruce y contestó que su equipo comenzó "a definir ese punto" cuando se designó al equipo del ministerio. Uno de los que conforma ese grupo es Rojido, a quien eligió personalmente. A su vez, en entrevista con Lado B (TV Ciudad), elogió el trabajo del sociólogo y dijo que lo que plasmó en su estudio es lo que él veía como fiscal de Homicidios cotidianamente. "Como yo lo veía en mi trabajo, dije 'este académico tiene razón'", afirmó, y dijo que optaron por descartar la categoría de ajuste de cuentas.