Jueza mantuvo la prisión de Penadés y Mauvezín, pese a que tiene la convicción de que deben estar en domiciliaria

Redacción El País.
Gustavo Penadés y Sebastián Mauvezín seguirán presos, al menos, hasta el 10 de octubre de este año. La jueza Marcela Vargas dijo que si bien —como lo afirmó en febrero— considera que deberían estar en domiciliaria, entiende que el Tribunal de Apelaciones dejó en claro su posición al respecto, y no está "dispuesta" a que se genere la conmoción social que se generó meses atrás.

La situación a la que hace alusión es a la ocurrida a comienzos de año, cuando ella resolvió que fueran a arresto domiciliario y el tribunal, por unanimidad, una semana después determinó el reintegro de ambos a prisión. "Es un pragmatismo", dijo Vargas, quien asumió que el tribunal volvería a revocar su sentencia.

El fiscal adscripto Federico Fascioli dijo en su argumentación que "Penadés es de los mayores depredadores sexuales que existió en la historia de nuestro país". El abogado de la mayoría de las víctimas, Juan Raúl Williman, hizo énfasis en que el Código del Proceso Penal dispone que el encarcelamiento preventivo debe darse ante un escenario de "sospecha grave y fundada" de que los imputados en libertad pueden entorpecer, de diversas maneras, la investigación. Pero además, en este caso, recalcó Williman, "los riesgos se concretaron", a través de "la trama" para salvar al exsenador. Por esa maniobra hay seis personas condenadas.

Por su parte, el abogado de Penadés, Homero Guerrero, afirmó que es claro que en el caso del exsenador hay una "inflación penal" porque se le atribuyeron delitos que no se ajustan a lo correcto. Además, reiteró que hoy su cliente no tiene más "poder". "No puede llamar a mi amigo Carlitos Negro para pedirle nada", dijo Guerrero, refiriéndose al ministro del Interior, Carlos Negro. A lo que Guerrero se volvió a preguntar: "¿En qué puede entorpecer (la investigación) ahora el excarcelamiento de Gustavo Penadés?". Luego agregó: "¿Alguien puede pensar que la trama sigue vigente?".

Consideró que lo que se está haciendo es "homologar la prisión preventiva" a una pena de condena que no existe al momento.

A su vez, refiriéndose a los dichos de la Fiscalía respecto a que las víctimas tienen "miedo", Guerrero dijo: "Si hay miedo, no hay miedo a Penadés, hay miedo al Ministerio Público, hay miedo a la Fiscalía", consideró, quien lo fundamentó en que ha escuchado declaraciones de testigos que tienen miedo de "terminar imputados en la trama".

Asociación de Prensa del Uruguay (APU)

Más adelante, la abogada de Mauvezín, Rosana Gavazzo, aseguró que hoy en día "no existe ningún riesgo para las víctimas” si los imputados se encontraran en arresto domiciliario. También consideró una "barbaridad” afirmar que “en la eventualidad de que Mauvezín fuera liberado, cabría la eventualidad de que colaborara en la trama”, como lo hizo la Fiscalía. Principalmente, por dos motivos. El primero es que "la trama ya se desarticuló" y el segundo es que “Mauvezín no tiene imputada ninguna conducta de la trama”.

Luego de una primera ronda de intervenciones, tomó la palabra por primera vez Ghione. “Desde el día en que nací hasta el día en que me muera me van a dar asco los delitos de corrupción”, comenzó por decir e hizo referencia a lo que dijo Guerrero, respecto a que los partícipes de la trama están "todos condenados". "Falta nada menos que su defendido", contestó la fiscal.

Le dijo directamente a la jueza Vargas que tras haber resuelto la domiciliaria en febrero, el teléfono de la Fiscalía "ardía" porque las víctimas tenían miedo. Recordó que en el marco de la trama, personas hacían "vigilancias en la puerta del Instituto Técnico Forense" para identificar a las víctimas.

En esa trama tuvo un rol protagónico el exdirector del Comcar Carlos Tarocco, quien declaró a Fiscalía —según Ghione— que él no era el único que estaba creando tramas para “limpiar” a Penadés. Pero la fiscal titular del caso sugirió que la trama podría seguir. Afirmó que una testigo, a tres o cuatro días de declarar, recibió llamadas telefónicas en la que el interlocutor resopló varias veces y cortó. Eso generó el enojo de Laura Robatto, abogada del exsenador, y de Gavazzo, puesto que desconocían este hecho. "La Fiscalía nos oculta información", coincidieron.

En los siguientes minutos, se dieron varios cruces entre la Fiscalía, las defensas y el imputado Mauvezín. La jueza ordenó la sala, diciéndoles: "Ya les dije que se callen la boca". Y extendió la advertencia a la Fiscalía: "Ustedes también dicen". Ghione le contestó que eso no era cierto y le pidió que "no prejuzgue".

Williman, por su parte, en su segunda intervención criticó que las defensas de los imputados insistan en separar los cargos por delitos sexuales de los delitos de corrupción. "En Uruguay impera el sistema de pena única y progresiva" y por ende, la acumulación de causas, detalló. Por lo que, afirmó, son inseparables.