Publicidad

Caso Lola Chomnalez: ¿cómo llegó la Policía al hombre procesado por el crimen?

Compartir esta noticia
Hombre procesado por crimen de Lola Chomnalez. Foto: Eduardo Barreneche

ROCHA

Una línea de investigación surgió en el triple crimen de los marinos ocurrido en el Cerro durante el 2021.

Tras años de investigación sobre quién mató a Lola Chomnalez, un hombre fue procesado por un delito de homicidio muy especialmente agravado. ¿Cómo llegó la Policía a dar con el homicida? 

Cuando fue encontrado el cuerpo de la joven también se halló una mochila con sangre que permitió tomar muestras de ADN. Esta muestra fue cotejada, en un principio, con todos los involucrados en el caso: la madrina, la pareja de esta y un adolescente argentino. Todos los resultados dieron negativos.

La Policía de Rocha continuó con las investigaciones y dio con “el Cachila”, que negó desde un principio haber dado muerte a Lola. Finalmente, la Justicia lo procesó con prisión como coautor de homicidio.

Sin embargo, una línea de investigación surgió en el triple crimen de los marinos ocurrido en el Cerro. El matador fue el exmarino Jonathan Bragundi, oriundo de Rocha. Esa investigación tuvo un giro. Una muestra, perteneciente a un recluso, que fue derivada al registro de huellas genéticas tenía “mapa” muy similar al encontrado en la toalla y en el DNI de Lola Chomnalez.

La identidad de ese recluso permitió a los investigadores determinar que en la familia había una persona que había sido procesada por una violación realizada en 2009 en el barrio La Aguada de La Paloma, según informaron fuentes del caso a El País.

Lola Luna Chomnalez

Se trataba de Leonardo David Sena, de 39 años. El “mapa genético” determinó que Sena era pariente del recluso por línea materna. La madre de Sena había tenido 11 hijos y lo había dado en adopción a una familia. Los padres adoptivos del hoy procesado son parte de una comunidad religiosa de La Paloma.

En 2014, cuando ocurrió la muerte de Lola, Sena vagabundeaba entre La Paloma, Chuy y Castillos, donde residía en forma habitual. Realizaba changas.

En los últimos años se instaló con una pareja en el Chuy. Trabajaba como ayudante de panadero. Cuando fue detenido no aceptó hacerse el ADN. Pero se le incautó un cepillo de dientes y de ahí se extrajo una muestra, expresaron fuentes del caso a El País.

En una improvisada rueda de prensa, la fiscal Jessica Pereyra dijo que la muestra de ADN de Sena era un 99,9 coincidente con la relevada en la toalla y DNI de Lola.

Ante el juez Juan Giménez, Sena reconoció que encontró la mochila de Lola en la playa, extrajo $ 1.000 y luego se limpió la sangre en una toalla porque se había cortado con un trozo de vidrio de una botella de cerveza. Sena negó en todo momento la existencia de otra persona en el lugar del homicidio de la joven argentina.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad