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ANA PAIS

Una pequeña llega a las puertas del "estudio Teletón" con un frasco de mermelada agujereado por arriba, lleno de billetes y monedas. Los padres preguntan a una de las chicas de la puerta dónde depositarlo. Las personas cambian, pero la imagen se repite durante toda la tarde.

Cada vez que repican los tambores y se actualiza la cifra recaudada, los conductores explican que la sexta maratón televisiva de la Teletón fue para la mayoría de los 12 países donde se encuentra la fundación, un año en el que no se alcanzó el objetivo trazado. No obstante, en la nueva edición en Uruguay, la gente delante y detrás de cámaras sigue emocionándose como en el primer año.

"Omar, ¿cuándo vas a presentar a mi hermanita?", le reclama Antonella Estramil al conductor de De igual a igual. Su hermana de un año señala un afiche donde aparece la niña símbolo 2008, sonriente, con sus bastones rosados.

Antes de 2004, cuando ingresó en la fundación, Antonella hacía fisioterapia en la sociedad médica y en un centro privado, cuenta la madre, Gimena Bussi. "Nada que ver los avances que tuvo en Teletón, es impresionante lo que va logrando, ya no depende de nosotros", agrega.

La autonomía es fundamental para mejorar la calidad de vida y autoestima de los 1.100 niños y adolescentes que se atienden en el Centro Nacional de Rehabilitación. Para Antonella pasar del andador a los bastones y aprender a controlar la vejiga a través de una medicación que le da Teletón y de cateterismos que ella misma se hace, le cambiaron la vida. "Ahora puedo ir a dormir a lo de mis tíos, mis abuelos, mis amigas...", cuenta orgullosa la niña de 9 años, de La Paz.

Dos horas de noche y una por la tarde durmió Antonella durante las 24 horas del programa. Su testimonio fue el primero de los 20 transmitidos, que aparecen entre diversos espectáculos musicales y anuncios de nuevas donaciones colectivas.

Desde un grupo de reclusos hasta una seccional de Policía, de una radio comunitaria o una cooperativa de clasificadores hasta empresas de renombre, los miles de dólares o cientos de pesos fueron aplaudidos en la tarde de ayer con igual entusiasmo por unas 200 personas que miraban el programa desde la tribuna alta y desde el piso del estudio. Sin embargo, como repiten Victoria Rodríguez, Ignacio Álvarez, Orlando Pettinati y Omar Gutiérrez, los conductores centrales de la maratón, el 65% de las donaciones son de gente anónima.

Antonella cuenta que cuando sea grande quiere ser periodista y que le gusta hacer gimnasia en la escuela, bailar, andar en bicicleta. Para eso precisa, como otros tantos chicos, que la Teletón siga creciendo.

Después de analizar durante 2008 la posibilidad de instalar un Centro de Rehabilitación en el interior, Luis Barrios, presidente del directorio de la Teletón, dijo que en unos dos años estarían abriendo el primero en el litoral Norte. Antes deben ampliar el local del Prado y formar más profesionales especializados.