El político que integra la denominada "bancada evangélica" recibió la crítica de los socialistas y Fernando Amado por dichos anteriores, donde afirmaba que "la ley de Dios está por encima de la República".
Con el recorte de gastos y la preocupación por temas ambientales como unos de sus objetivos principales, este martes asumió la presidencia de la Cámara de Representantes el diputado del Partido Nacional (sector Todos) Gerardo Amarilla, en sustitución del frenteamplista (MPP) Alejandro Sánchez.
Amarilla dijo en su primer discurso como presidente de la Cámara que le dará especial atención a "la transparencia y la información de la tarea parlamentaria a la sociedad".
"Trataremos desde este lugar honrar y respetar la democracia en cada acción, en cada palabra y cada gesto, reconociendo el rol institucional del cargo que hoy mis colegas me delegan y cuya confianza me compromete", señaló. Anteriormente había citado al presidente Tabaré Vázquez, para referirse a la laicidad. “La laicidad es un marco de relación en el que los ciudadanos podemos entendernos desde la diversidad pero en igualdad. La laicidad es garantía de respeto al semejante y de ciudadanía en la pluralidad. O dicho de otra manera: la laicidad es factor de democracia.”
Amarilla quedará en la historia de la política y el Poder Legislativo porque será el primer legislador perteneciente a la Iglesia Evangélica Bautista en ocupar el cargo.
Los evangélicos son parte de los cristianos protestantes. Pertenecen a distintas iglesias (Valdense, Bautista, Pentecostal) y, a diferencia de los católicos, no tienen una organización central. Se caracterizan por poner a la Biblia en el centro de sus vidas y por creer que habrá una segunda venida de Jesús. Su doctrina se basa en tres creencias: la Trinidad, la salvación sólo por medio de la fe en Cristo y la infalibilidad bíblica.
Varios representantes de esta Iglesia Bautista han llegado a ocupar encumbrados cargos como la Presidencia de Estados Unidos, por ejemplo los demócratas Jimmy Carter y Bill Clinton.
Hoy en el Parlamento hay una especie de "bancada" evangélica. Además de Amarilla, está el diputado blanco Álvaro Dastugue, representante por Montevideo, que es pastor evangélico, también el exintendente de Durazno Benjamín Irrazábal, y el diputado colorado suplente por Canelones Luis Pintado. Además, entre diputados suplentes, ediles titulares y suplentes, y funcionarios de las intendencias y de organismos públicos de todo el país, hay otros 13 evangélicos en política.
A la hora de definir una agenda de temas en los que pondrá énfasis como presidente de la Cámara, a Amarilla le sale con facilidad. El problema del medio ambiente es uno, la familia es otro y la pobreza también estará. Pero la transparencia de la actividad legislativa es fundamental para él; las redes sociales, un capítulo especial. "Son un medio de comunicación más", sostuvo.
"Con honestidad hay que decir lo que uno piensa. Si uno tiene una confesión religiosa a la vez tiene una visión distinta del mundo. Sea en Dios o en lo que uno crea, da una visión distinta del prójimo", dijo a El País meses atrás.
Su acercamiento a la Iglesia Evangélica se produjo a los 9 años. A partir de entonces creció en ese entorno, en Montevideo, y luego incursionó en la política, ya residiendo en Rivera. Amarilla nació en 1969 y cuando se conectó con la Iglesia no había políticos en sus filas. "Era una Iglesia censurada, no era muy bien vista en esos años", recuerda.
Según su punto de vista, una confesión cristiana como la que él tiene le aclara a una persona cuál es la misión en la vida, el propósito. "Los desamparados, la situación ambiental, la familia, el entorno, uno tiene una visión comprometida por los valores éticos", explica el diputado blanco.
¿Cómo se define un evangélico bautista con sus propias palabras? "Somos cristianos y a partir de la reforma de Martín Lutero tenemos incorporado el rito evangélico que nos diferencia del católico. No tenemos liturgia, no tenemos imágenes. Los pastores, que son el equivalente de los sacerdotes católicos, a diferencia de estos se pueden casar. Pero esas son las diferencias básicas", asegura.
Le resultó difícil explicar en la Iglesia su vocación política. Pero dice que ahora "cambió la mentalidad" y actualmente se considera "bueno" que miembros de la Iglesia Evangélica estén más en contacto con la sociedad.
Amarilla no usará su posición como presidente de la Cámara para instalar un lugar "de culto" para los evangélicos bautistas. Podrán encontrarse como hasta ahora, en una sala del edificio anexo. En la sede de las Naciones Unidas hay un lugar de meditación que lo utilizan por igual budistas, católicos, judíos, islamistas. "En Uruguay no hay una costumbre, no hay ni estaría bien que el presidente de la Cámara dispusiera un lugar especial", admite.
Críticas en Diputados
Durante la sesión, algunas voces se manifestaron en contra de que Amarilla ocupe la presidencia de la Cámara de Representantes.
Las críticas fueron hechas por integrantes del Partido Socialista, miembro del Frente Amplio, y el diputado Fernando Amado.
Tanto los socialistas como el representante colorado dijeron que esperan que Amarilla respete la condición laica del Estado y que "defienda el Estado de Derecho".
Fernando Amado afirmó que no votará a Amarilla y decidió otorgar su voto al también colorado Walter Verri. Amado dijo que "es inaceptable que (Amarilla) diga que las leyes de Dios están por encima de la República" y que "debe saber que este es el templo de la democracia, no puede someterse bajo religión de ningún tipo".
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