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¿Cómo fue el polémico evento en la Facultad de Ciencias Sociales y quién lo financió?

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Polémica en Facultad de Ciencias Sociales por actividad con escupitajos y semidesnudo. Foto: Twitter

SE DESNUDÓ Y LA ESCUPIERON

En el decanato las imágenes que se hicieron virales provocaron malestar, y también se preocuparon por los costos en momentos que se reclama más presupuesto.

La polémica se generó a partir de una foto divulgada en redes sociales. En primer plano, la activista argentina Val Flores aparecía con el torso desnudo, micrófono en mano, rodeada por dos jóvenes que la escupían en la sala de conferencias Luisa Cuestas de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República (Udelar).

La imagen corresponde a la jornada del miércoles pasado del XV Seminario Académico de Género y Diversidad Sexual, una actividad universitaria que se realiza anualmente desde hace 15 años. El hecho generó descontento puertas adentro de la facultad, según supo El País, a pesar de que el Área Académica Queer, el colectivo de investigadores que organizó el evento, defendió la presentación y cuestionó en un comunicado la “descontextualización” y los “pedidos de censura” que recibió cuando la foto se viralizó.

Fuentes académicas indicaron a El País que el alojamiento y los pasajes de Flores, autora de una decena de ensayos y artículos teóricos, se financiarán con los fondos concursables destinados a los Espacios de Formación Integral (EFI), que los organizadores todavía no cobraron. Otros gastos del XV Seminario fueron cubiertos con el presupuesto de la propia facultad. Según los informantes, los organizadores le confirmaron este dato a la decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Carmen Midaglia, que les consultó sobre el financiamiento de la performance luego de que trascendieran las imágenes.

Ni Midaglia, ni el rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arim, ni el politólogo Diego Sempol, a cargo del Área Académica Queer, respondieron a las consultas de El País.

No se descarta iniciar una investigación administrativa, pero hasta el cierre de esta edición no estaba definido.

Malestar

Las fuentes expresaron que a nivel de decanato, la imagen provocó malestar por distintos motivos. En primer lugar, por el destino de los fondos en sí, aún más teniendo en cuenta el reclamo de los docentes por más presupuesto mientras el Parlamento debate la Rendición de Cuentas.

En segundo lugar, porque una actividad que requirió meses de preparación, tuvo varios expositores y duró tres días, se viera “empañada” por esta intervención.

Además, las fuentes indicaron que desde el entorno de Midaglia dejaron constancia de que, para esta presentación, la sala de conferencias no era el lugar más apropiado.

Si bien el semidesnudo de la escritora argentina no estaba guionado -aseguraron- quienes la convocaron conocían su repertorio. Por lo tanto, podrían haber previsto que una performance que finalizara con escupitajos, como en este caso, era esperable.

En una entrada de la página web de la Facultad de Ciencias Sociales, que fue recuperada por El País mediante la herramienta Wayback Machine luego de que la eliminaran, la activista fue presentada como “maestra, escritora, activista de la disidencia sexual, lesbiana chonga, prosexo, feminista”.

Allí también se señaló que Flores “trabaja en el cruce de prácticas educativas, haceres de la escritura y gestos artísticos, para provocar preguntas desde los transfeminismos sudakas”.

Repercusiones

Luego de que la intervención de Flores tomara estado público en la mañana de ayer, varios dirigentes del oficialismo cuestionaron a la Universidad de la República. Es el caso de la senadora nacionalista Graciela Bianchi, exdirectora del Liceo Francisco Bauzá, que aseguró a El País que hará un seguimiento del tema, aunque aún no resolvió de qué manera.

“No definí la acción pero no creo que me conforme con un pedido de informes”, respondió consultada sobre si emprendería esta acción parlamentaria.

El diputado colorado Felipe Schipani consideró que la performance de Flores fue “de muy mal gusto”, tuvo aires “dantescos” y hasta “ribetes surrealistas”. A su juicio, la institución debería abrir una investigación administrativa.

En el mismo sentido se expresó su par blanco Pablo Viana, quien en Twitter señaló “el desprecio por lo público”.

Al cierre de esta edición, la Facultad de Ciencias Sociales no había dado una respuesta institucional a las críticas que se canalizaron, en su mayoría, a través de redes sociales.

“Mostrar senos y un poco de saliva para reflexionar, los escandaliza”

El comunicado del Área Académica Queer, que defendió la iniciativa, desestimó las críticas: “Parece que mostrar los senos y un poco de saliva con propósito de reflexión, escandaliza a algunas personas y estimula pedidos de censura que supimos enfrentar en otros momentos históricos, descontextualizando una presentación que, puede haber gustado o no, pero tenía como fin habilitar el diálogo. Es claro que el cuerpo, pensado y puesto en acción, aún sigue siendo un desafío en pleno siglo XXI”.

Rebelarte, uno de los colectivos que participó del evento, contó que los asistentes sintieron “asco y placer” al dejar en vasos de vidrio su saliva como “ofrenda”.

“Vimos cómo la sala de conferencias se transformó en un espacio de experiencia compartida y dejó de ser un ella y nosotras/es/os (sic). Como esa sala dejó de tener un frente, un adelante y un atrás”, expresó este grupo dedicado a la fotografía.

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