Redacción El País
“No faltar hoy es una oportunidad para mañana”, es el mensaje central de la nueva campaña de bien público que lanzó, en conjunto, con Presidencia, la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Ceibal y Unicef, para revertir el “alto” nivel de inasistencias escolares que mantiene Uruguay desde hace años.
El ausentismo crónico se considera cuando un estudiante falta 10% o más de los días lectivos, que en Uruguay son 19 días al año, lo que también se puede leer como un mes sin ir a clases. No obstante, el caudal de faltas de los estudiantes uruguayos, en promedio, el año pasado estuvo por encima de este umbral: 44 días en inicial, 29 en primaria, 41 en secundaria y 54 en UTU.
“Insisto, es un problema muy fuerte, y quizás de los más importantes que tenemos a la vista”, el nivel de inasistencias, remarcó este lunes en conferencia de prensa el ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía, en su primera aparición tras una operación quirúrgica, el 7 de agosto.
“Uruguay tenía un problema antes de la pandemia, que desparramó todo, pero después, cada año que pasa, empeoramos. Hay países que lograron mejorar, pero Uruguay no”, remarcó, por su parte, el titular de ANEP, Pablo Caggiani.
“Quien no está en la institución educativa no está aprendiendo, se está perdiendo de jugar y relacionarse con otros, pero además se está alejando de la frazada que significa el sistema educativo en términos de abrigar otros derechos”, agregó Caggiani.
La “campaña pública de información y concientización” es una de las medidas de la Propuesta para la mejora de la asistencia, que presentó ANEP en junio. “Cada día de clase aprenden, comparten, crecen y sueñan. Tu esfuerzo vale la pena para que digan presente. No faltar a clase hoy es una oportunidad para mañana”, remató el spot de 58 segundos, orientado a los padres.
El objetivo de ANEP es “informar sobre los niveles de asistencia a clase, y sensibilizar a toda la comunidad educativa y a la sociedad sobre la importancia de asistir regularmente a clase para lograr mejores trayectorias educativas”. La campaña se difundirá en medios de comunicación masivos, redes sociales, plataformas digitales y hasta en las paradas de ómnibus, dijeron las autoridades.
Para abordar esta situación, ANEP definió cuatro líneas de acción: estrategias pedagógicas y de acompañamiento educativo para sostener la continuidad en las aulas; estrategias de mejoramiento de los sistemas de información, comunicación y alerta temprana, para que los padres tengan en cuenta el volumen de faltas.
También estrategias de investigación, sensibilización y concientización, destinadas a generar conocimiento para impulsar una cultura de la asistencia; y una estrategia de protección socioeducativa que permita atender el contexto de los estudiantes y familias más vulnerables.
“Niveles altos” de ausentismo escolar
El ausentismo escolar es un factor central de varios análisis educativos locales. “Uruguay presenta niveles altos de inasistencia en todos los niveles del sistema educativo”, graficó ANEP. El patrón de faltas tiene forma de “U”, hay más faltas en inicial y en educación media.
“Constituye un problema relativamente generalizado en Uruguay, aunque se intensifica sustantivamente en los contextos socioeconómicos y culturales más vulnerables, en el sector público en comparación con el privado, y en general, entre los estudiantes que acumulan extraedad”, añadió ANEP.
Más allá de que hay más ausentismo en personas más vulnerables, el organismo puntualizó que presenta “niveles altos también para los estudiantes que no son vulnerables social ni académicamente”. A su vez, impacta en “forma similar” a estudiantes varones y mujeres.
Y es un predictor de problemas educatvos a futuro. “Existe evidencia de que el ausentismo a clases suele ser un patrón persistente a lo largo de la trayectoria, de forma que los niños que faltan de manera significativa en los niveles y grados iniciales de la escolarización, suelen registrar alta inasistencia también en las etapas siguientes”, indicó ANEP.
La presencia regular de los niños y adolescentes en las aulas es “una condición necesaria, un prerrequisito, para el desarrollo de los aprendizajes esperados, para el sostenimiento de las trayectorias escolares y, en general, para que la educación logre tener los impactos que de ella se esperan”, agregó el organismo educativo.