Redacción El País
En el marco de la última Asamblea Nacional Ordinaria de la Asamblea Técnico Docente (ATD) de Educación Inicial y Primaria, un colectivo de maestros de todo el país citó un análisis sobre el conflicto en Gaza que apunta contra el gobierno de Israel al hablar de la "violencia estructural".
El documento con “misiones pedagógicas”, al que accedió El País, recoge los “aportes y propuestas” de maestros de la educación pública sobre diversos asuntos: el Presupuesto, la defensa a que se cobre un impuesto al 1% más rico y la educación ambiental, entre otros aspectos planteados en la asamblea nacional que se desarrolló del 4 al 8 de agosto en Minas (Lavalleja).
En uno de los capítulos del informe “La violencia estructural y su impacto en los centros educativos” se señala que “a partir del capitalismo se exacerba la tensión entre el carácter social de la producción y la apropiación privada de los beneficios”.
“Remarcamos que la contradicción fundamental es: capital – trabajo, porque da origen al resto de las contradicciones de la sociedad”, plantea a continuación el informe, que tiene 87 páginas y fue elaborado por 17 maestros de todo el país.
“Esta categorización sostiene que existen quienes tienen capital y son poseedores de medios de producción, y quienes únicamente pueden vender su fuerza de trabajo en el mercado para poder sobrevivir”, añaden los docentes en el documento.
“El modo de producción capitalista atraviesa un incremento de la beligerancia, producto de su intención por mantener sometidas a las naciones dependientes y de los propios conflictos entre las potencias mundiales. Los principales móviles de esta violencia se relacionan con: los intereses geopolíticos, el control de los mercados y las disputas por los recursos naturales”, se indica.
Tras lo cual, se cita un comentario sobre el conflicto en Gaza de Ahmad Alhendawi, director Regional de la ONG Save the Children para Oriente Medio, Europa del Este y el Norte de África, que fue publicado en la web de la organización el 29 de julio.
“Los niños de Gaza se mueren de hambre ante nuestros ojos. Estamos presenciando tasas récord de desnutrición tras casi cinco meses de asedio total del gobierno israelí a la entrada de ayuda. Esto es hambruna infantil intencionada. Es inconcebible que niños se desplomen de hambre, se consuman ante nuestros ojos y deseen morir mientras toneladas de alimentos y suministros nutricionales vitales, que podrían revertir una crisis totalmente provocada por el hombre, esperan al otro lado de la frontera o incluso dentro de Gaza. Toda la evidencia disponible indica que el Gobierno de Israel está utilizando la hambruna como arma de guerra”, planteó Alhendawi, que se cita en el informe.
“El capitalismo necesita de la guerra, puesto que el complejo industrial–militar–armamentista es un producto indispensable para su desarrollo. Es la única rama de la producción capitalista que tiene asegurada una demanda efectiva y real, producto de las guerras y de las estrategias ofensivas–defensivas de las grandes potencias”, continuan los docentes.
“La violencia capitalista no es accidental, sino que responde a la defensa despiadada de los privilegios por parte de los sectores más poderosos de la sociedad. Porque la crisis es parte intrínseca del sistema ya que beneficia a una minoría”, agregan los autores.
“Es razonable suponer que una sociedad dividida en clases no puede dar lugar a otra cosa que a una escuela dividida en clases, es decir, la desigualdad social rige la desigualdad escolar. Y tal como planteaban Bourdieu y Passeron (1964), la escuela sanciona las desigualdades y favorece a los favorecidos”, se indica en otra parte del informe.
“Es fundamental alejarse, por momentos, de la búsqueda de los ‘culpables’ para enfocarnos en la vigilancia reflexiva de las formas de estar en la escuela que lejos de resolver los problemas, habilita la reproducción de las violencias”, se agrega.
También se valoró que “la escuela es parte de la violencia instalada en la sociedad y en el mundo. Más allá de los intentos por cambiar su rumbo originante como aparato ideológico del Estado, las pretensiones por generar nuevos sentidos no han tenido éxito”.
La Dirección General de Educación Inicial y Primaria (Dgeip) deslinda “toda responsabilidad por el contenido de los informes, ya que los mismos son transcripciones textuales de lo aprobado por las Asambleas Nacionales”, se aclara en cada página del texto de 87 páginas.