Por Agustín Magallanes
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A casi 50 días del comienzo de la llamada Transformación Educativa, el Consejo Directivo Central (Codicen) resolvió ayer por unanimidad el cese de Graciela Fabeyro como directora general de Educación Inicial y Primaria (Dgeip), cargo que asumió en mayo de 2020.

A través de un comunicado, la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) sostuvo que el cese fue por “la necesidad de seguir adelante con las acciones planificadas dentro del marco de la gestión institucional”. Al mismo tiempo, se le agradeció a Fabeyro los “importantes servicios prestados”.

Hace una semana, El País informó que estaba en duda su permanencia en el cargo. La jerarca negó que estuviera pensando en dar un paso al costado. El País, en tanto, intentó sin éxito comunicarse con ella en la pasada jornada.

La salida de Fabeyro ocurre, además, poco más de una semana después de la renuncia de Selva Pérez Stábile en el puesto clave de inspectora general, tras haber cuestionado la reforma educativa. Primaria es el subsistema más grande dentro de la ANEP y absorbe 44% de su presupuesto.

Desde hoy, y al menos por un mes, la subdirectora Olga de Las Heras asumirá la titularidad de Primaria de forma interina mientras Fabeyro hace uso de su licencia reglamentaria.

Pero el nombre que suena más fuerte para asumir el puesto desde el 26 de mayo es el de Milka Shannon, actual coordinadora del Proyecto de Apoyo a la Escuela Pública Uruguaya (Paepu).

La funcionaria cuenta con una trayectoria de casi 40 años en la administración, en diferentes cargos, y todo apunta a que será la sucesora de Fabeyro, dijeron varias fuentes. El objetivo es que quien tome la posta siga hasta marzo de 2025, cuando asuma el nuevo gobierno tras las elecciones de 2024.

“Graciela Fabeyro es una gran profesional que ha trabajado muchísimo durante estos tres años, en particular durante los años de pandemia”, enfatizó a El País Robert Silva, presidente de la ANEP.

“Integraba muy bien el equipo, pero nosotros, y lo hemos estado conversando con ella, en el marco de las actuales circunstancias vinculadas a todo el proceso que lleva adelante la administración, entendíamos pertinente llevar adelante un cambio”, explicó Silva.

A Fabeyro, dijo el jerarca, se le ofreció otro cargo, pero ella “entendió pertinente que no” debía aceptarlo.

“Nosotros quisimos hacer, como muchas veces pasa en las organizaciones públicas y privadas, un ‘enroque’. Es decir, a veces los perfiles se pueden desempeñar mejor en determinadas funciones y otros perfiles en otras”, puntualizó el jerarca.

Fabeyro, De Las Heras y Shannon son todas militantes del Partido Nacional. Consultado sobre si el cargo al frente de Primaria corresponde al partido del presidente Luis Lacalle Pou, Silva respondió: “Desmiento absolutamente que cualquier decisión que hayamos adoptado es por naturaleza política. Siempre digo, con mucho orgullo, que a mí no me impusieron los cargos, ni de directores generales, ni de subdirectores”.

Fuentes de ANEP indicaron que la renuncia de Pérez fue un primer paso antes de esta salida, que busca dar otra “impronta” en Primaria. De hecho, era algo que se venía conversando desde hacía meses.

La salida de Fabeyro comenzó a meditarse a mediados del año pasado, según supo El País. Desde la aprobación del Marco Curricular Nacional comenzó un proceso de “acompañamiento” a su gestión para lograr la “concreción” de objetivos pautados por la administración, advirtieron fuentes de la enseñanza.

Su salida estaba decidida desde los días previos a Semana Santa. Esto motivó cierta molestia en el organismo porque se esperaba que la jerarca presentara la renuncia antes de irse de licencia.

La ANEP espera que Primaria cumpla ahora con algunos objetivos que eran reclamados desde hacía un tiempo y que tenga también un mayor compromiso con la reforma educativa.

Un elemento que generó molestias fue que se esperaba que tanto Fabeyro como Pérez tuvieran “mucho mayor involucramiento y liderazgo” en el proceso de transformación curricular, que aterrizó en marzo de este año en Primaria.

Incluso hubo resistencia por parte de Primaria a que los programas -en el marco de la reforma educativa- se hicieran en conjunto con docentes de Secundaria y UTU. Se planteaba que los planes se hicieran estrictamente bajo su órbita, lo que también generó malestar a nivel de ANEP.

Una fuente del organismo educativo reconoció que Primaria en este comienzo de clases no llegó a cumplir con las mismas medidas que desplegaron en Secundaria y UTU.

Esto, además, fue vinculado con el “fortalecimiento” que ganó Primaria en el último tiempo, que se esperaba sirviera para agilizar procesos. Cuenta con seis inspectores regionales -dos más que en el período de gobierno pasado- y con un equipo de 280 inspectores desplegados en todo el territorio.

También hubo críticas en cuanto la gestión de la extensión del tiempo pedagógico y la falta de atención a las obras de infraestructura, agregaron las fuentes. Constataron que hay “mucha demoras” en atender varios casos que son resorte directo de Primaria.

En esa línea, se apuntó a Fabeyro por la “tardanza” en las respuestas que llegaban del área que encabezaba Pérez, para lo cual se nombró a Ivonne Constantino -que hoy la sucede- para agilitar la función.

Las fuentes puntualizaron, además, que hubo varios “pedidos” al grupo de casi 300 inspectores de Primaria para que ajustaran fallas.

Otra fuente contó que ante los consultas que se hacían, desde la dirección de Primaria se planteaba que algunas tareas eran resorte de la inspección técnica y no de dirección.

Otra cosa que ANEP le exigirá a Primaria ahora será impulsar una mejora en el sistema de alimentación escolar. Si bien se inició un proceso de cambio, quedan pendientes ajustes en los controles, la distribución y los registros. También se buscará modificar la gestión de los almacenes, así como otros aspectos logísticos.

Además generó malestar a la interna de ANEP que en el año lectivo 2022 haya habido demoras de meses para la entrega de libros, que en algunos casos se llegaron a concretar en agosto. Esto incluso fue destacado en un trabajo de la Auditoría Interna de la Nación.

Este año si bien se logró revertir la falla, el proceso fue complejo. Participó en la logística el Ejército Nacional, el Correo Uruguayo y hasta debió “intervenir” el Codicen, según supo El País.

El retiro de Fabeyro ocurre tras conocerse que en 2022 se llegó al menor registro histórico de repetición (2,83%), tras más de 15 años de baja en las repeticiones. En febrero, Pérez reconoció a El País que, cumpliendo órdenes, pidió a maestras que eviten la repetición.