Casa presidencial cambiará la cara

En apenas diez días cambiará la fisonomía de la casa oficial de Suárez y Reyes. Por primera vez desde 1947, cuando Luis Batlle Berres comenzó a utilizarla como lugar de residencia, el presidente de la República instalará allí sus oficinas. A partir del 1º de marzo, Tabaré Vázquez utilizará la casona como lugar de trabajo y, por eso mismo, el gobierno electo tiene previsto cambiar el mobiliario de lugar para adaptarlo a su nueva función.

Vázquez vivirá en su propia residencia del Prado y trabajará en Suárez. La Prosecretaría de la República funcionará en el edificio de Suárez Chico, en el mismo predio de la residencia presidencial. En el Edificio Libertad, mientras tanto, seguirá estando la Secretaría de la República, la Secretaría de Prensa y Difusión (Sepredi), y sesionará el consejo de ministros.

Ante el nuevo panorama, el futuro prosecretario Jorge Vázquez —hermano del presidente electo—, concurrió la semana pasada a la residencia junto a una arquitecta para evaluar los cambios a realizar.

El edificio de Suárez, inaugurado en 1908, es patrimonio histórico y, por lo tanto, allí no se pueden realizar obras ni reciclajes. De todos modos, el próximo gobierno adaptará la casona para que Vázquez pueda utilizarla como oficina.

Es por eso que se decidió eliminar las torretas de seguridad de la residencia, además de modificar el mobiliario que allí existe.

MOBILIARIO. La vieja casona comenzó a ser utilizada como residencia presidencial en 1947, cuando asumió Batlle Berres después de la muerte de Tomás Berreta.

Por aquellos días se buscaba una vivienda que pudiera funcionar como residencia oficial, y su esposa Matilde Ibáñez —la madre de Jorge Batlle— recordó una casa que la había impresionado en gran forma cuando conoció a Batlle Berres en 1925, en la esquina de Suárez y Reyes. Dio la coincidencia que la casa pertenecía al Servicio Hidrográfico de la Marina, y el Poder Ejecutivo pudo utilizarla.

En aquel momento, se ocupó la residencia con muebles que pertenecían básicamente al Palacio Taranco (como sillones estilo Luis XV y un piano que fue restaurado en 1985), y al Parque Hotel (es el caso de algunos tapizados en gobelino).

En el retorno a la democracia en 1985, la esposa de Julio María Sanguinetti, Martha Canessa, hizo un acuerdo con el club Peñarol para restaurar y llevar a la residencia presidencial algunos muebles que se encontraban en una casa de la institución que sería demolida, ubicada en la calle Maldonado.

Así, pasaron a formar parte del mobiliario de la residencia dos enormes arañas, algunas vitrinas y apliques de estilo renacimiento alemán, afirmó ayer Canessa.

En la casa también se puede encontrar una valiosa alfombra obsequiada por Indira Ghandi, mientras que en la segunda presidencia de Sanguinetti (1995-2000) se compraron nuevas cortinas y alfombras.

CAMBIOS. Desde el gobierno electo se entiende que muchos de estos muebles no corresponderán con la nueva función que tendrá la casa.

En las áreas de trabajo de la residencia se instalarán muebles de color blanco modernos y de estilo "industrial". "¿Qué tiene que ver el presidente de este país hoy sentado en una butaca Luis XV? ¿Es presidente o rey?", se preguntaron fuentes del gobierno electo en declaraciones que ayer publicó Búsqueda.

Sin embargo, los muebles no serán desplazados a otros edificios, sino que quedarán dentro de la enorme residencia. El asesor presidencial Walter Bagnasco aseguró ayer que no se "tocará" el patrimonio nacional, aunque aclaró que algunos cuadros de Juan Manuel Blanes podrán ser trasladados a museos.

El actual presidente, por su parte, inició su mudanza hace siete meses y la mayor parte de sus pertenencias ya fueron trasladadas a su apartamento de la calle Ellauri, en Pocitos.

El presidente electo Tabaré Vázquez pretende que los guardaespaldas que lo acompañan desde hace diez años se mantengan en el equipo que garantizará su seguridad personal a partir del próximo 1° de marzo.

Para que esto suceda, el gobierno electo analiza la posibilidad de darle carácter legal a sus custodias e incluso se evalúa convertirlos en policías. Según pudo saber El País, integrantes del cuerpo policial expresaron su preocupación por el destino de los responsables de la seguridad de Vázquez.

Desde hace muchos años que el presidente electo se mueve con un fuerte esquema de seguridad durante las campañas electorales y tiene al mismo chofer, en un dispositivo que el mandatario quiere mantener.

El comisario Alvaro Vergara será el jefe de la seguridad presidencial de Vázquez a partir de marzo, cuando asuma como presidente, admitió ayer el próximo ministro del Interior, José Díaz.

ORIGEN

Cercanos a los campos de Buschental, los terrenos donde hoy se ubica la residencia presidencial de Suárez y Reyes pertenecían al Gobierno en 1832 cuando fueron comprados por un particular, Juan Sánchez. Cuando éste murió, su esposa realizó un fraccionamiento y vendió los terrenos, que hasta 1942 circularon de una mano a otra, siempre entre particulares. En 1908 la familia Fein Lerena levantó una casa de tres plantas, sobre la avenida Joaquín Suárez.

ROMANCE

En el año 1925, Matilde Ibáñez —madre de Jorge Batlle— conoció a Luis Batlle Berres en la esquina de Suárez y Reyes. Cuando la mujer miró la casa, quedó realmente impresionada, según contó alguna vez. La pareja se casó en 1927. El 3 de agosto de 1947, Batlle Berres se convirtió en presidente, luego de la muerte de Tomás Berreta. En busca de una vivienda adecuada, ya que hasta el momento no había residencia oficial, Ibáñez se acordó de la existencia de aquella casa, según se relata en la página web de Presidencia.

RESIDENCIAL

En ese entonces la casa estaba alquilada por el Servicio Hidrográfico de la Marina, y fue reclamada para el Poder Ejecutivo. El arquitecto Juan Scasso, que construyó el Estadio Centenario, se encargó de llevar a cabo algunas reformas. Desde ese momento, la casa se transformó en residencia presidencial.