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Los cuatro forjadores de notable historia

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Leonel Aguirre, Washington Beltrán, Eduardo Rodríguez Larreta, Carlos Scheck. Foto: Archivo El País

100 Años de El País: Los Fundadores

Leonel Aguirre, Washington Beltrán, Eduardo Rodríguez Larreta tuvieron el sueño de hacer un diario, con el enorme desafío que ello implica, y poco después lo compartieron con Carlos Scheck para crear una empresa fuerte y pujante.

Las voces pregoneras de los canillitas anunciaron el 14 de septiembre de 1918, que nacía el diario El País para iniciar una historia que hoy llega a sus primeros 100 años, como fruto de la imaginación, audacia, pasión e ideales de tres brillantes jovenes nacionalistas —los Dres. Leonel Aguirre, Washington Beltrán y Eduardo Rodríguez Larreta— a los que poco después se sumó Don Carlos Scheck, con sus sólidos conocimientos de economía, para dar anclaje en la realidad y estructura de empresa, a los sueños de sus compañeros de aventura. El talento de los cuatro y la esperanza compartida, forjaron el comienzo decisivo e inspirador de la trayectoria centenaria de un diario líder.

Si bien provenían de distintos ámbitos y caminos, estaban destinados a unirse en amistad.

Leonel Aguirre, el mayor de ellos, nació en Montevideo el 8 de noviembre de 1876, siguiéndolo el 7 de febrero de 1885 Washington Beltrán, quien era oriundo del Pueblo de San Fructuoso, hoy ciudad de Tacuarembó. Tres años más tarde, el 11 de noviembre de 1888, tambien en Montevideo, nacía Eduardo Rodríguez Larreta.

Leonel Aguirre. Foto: El País
Leonel Aguirre. Foto: El País

Su niñez y adolescencia transcurrieron en lugares distantes entre sí. Pero, se unieron para siempre, en etapas diferentes en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, y coincideron en actividades e inquietudes vitales.

El periodismo estuvo presente de manera apasionada en sus vidas desde siempre. En 1893, siendo estudiante, Aguirre ocupa la dirección de la revista universitaria Las Primeras Ideas. Beltrán, como estudiante universitario, escribe en la revista mensual Evolución.

Rodríguez Larreta y Beltrán se conocieron en la facultad, de la que egresaron en 1910, después de haber obtenido las máximas calificaciones.

A esa coincidencia se sumaron otras dos. Fueron profesores de literatura, Beltrán en la Sección de Enseñanza Secundaria de la Universidad de la República, Rodríguez Larreta en la Facultad de Letras y después también fue catedrático de Derecho Constitucional.

Otro hecho unió sus vidas: Aguirre se casa, en 1907, con Matilde Rodríguez Larreta, hermana de Eduardo. Este lo hace, el 15 de agosto de 1913 con María Elena Requena Lenzi y Beltrán, en 1912, con Elena Mullin.

Washington Beltrán. Foto: El País
Washington Beltrán. Foto: El País

Desde allí, todo tendía a fortalecer esa unión, por sobre todo en el periodismo. El 16 de abril de 1907, Aguirre funda con otros prestigiosos correligionarios El Eco del País, donde escribió el artículo inicial y en ese diario también estuvo la pluma de Beltrán. El 2 de abril de 1912, se hace cargo de la dirección de La Democracia, órgano de opinión del Partido Nacional, y en él Beltrán y Rodríguez Larreta forman parte de la Redacción. El periodismo seguía entrelanzado sus vidas y afianzando la amistad en las jornadas de ideales, inquietudes y trabajo compartidas.

La política fortaleció su unión. Aguirre por Montevideo y Beltrán primero por Tacuarembó y después por Paysandú, inician su acción en el Parlamento, en 1914. En 1916, se les incorpora Rodríguez Larreta y los tres son miembros de la Convención Constituyente, de la cual surgió el texto que sustituyó la Carta fundacional de 1830.

Esta historia tiene un cuarto protagonista, con el que nunca se habían encontrado, pero con el que iban a sellar una entrañable amistad y una las sociedades más firmes que cimentó y dio renovado vigor a El País. Carlos Scheck, el más joven de los cuatro, había nacido en Montevideo el 13 de noviembre de 1893. Desde los años adolescentes había ayudado a su padre en un establecimiento en Arroyo Seco. Queda huérfano a los 18 años y asume la responsabilidad de trabajar, como único varón de nueve hermanos, convirtiéndose en el sostén de de su familia. Pero, el destino abre a los elegidos caminos insospechados de realización personal y de contribución a la sociedad. La directora de una escuela pública del Cordón, Juana Cataloña, le dijo a la viuda que el chico, si se daba tiempo y espacio para estudiar tendría un futuro ejemplar. Así ingresa a la Escuela Nacional de Comercio, donde ya expuso sus virtudes: inteligencia, capacidad, espíritu de sacrificio y de esfuerzo. En 1916, egresa con el título de Contador Perito Mercantil y comienza a trabajar en la Liga de Defensa Comercial.

Ese paso fue decisivo para encontrarse con quienes luego serían, durante décadas, sus compañeros inseparables. Beltrán, Aguirre y Rodríguez Larreta tienen el proyecto de publicar un diario, un enorme desafío alentado al calor de sus ideales y su vocación por el periodismo. El gerente de la Liga de Defensa Comercial, Palominio Zipitría, que era amigo de Beltrán, les recomienda a un joven contador que será fundamental para el éxito de su proyecto. Era Don Carlos Scheck, que se incorpora a El País a los seis meses de la aparición del diario y sería después un Administrador excelente.

Eduardo Rodríguez Larreta. Foto: El País
Eduardo Rodríguez Larreta. Foto: El País

Encuentro.

Los tres tenían trayectoria periodística. Aguirre había escrito en el Diario del Plata, en El Uruguay, en La Tribuna Popular y en El Imparcial. Betrán también había incursionado en La Tribuna Popular, en El Porvenir y en La Razón, con el seudónimo de Juan de Ega, En La Razón lo había hecho, por su parte, Rodríguez Larreta, quien ya en 1914 editó una recopilación de sus artículos firmados bajo el seudónimo de Fradique Méndez.

En el Uruguay de aquel tiempo con una población de un millón y medio de habitantes, publicar un diario constituía un acto de coraje y audacia que estaba reservado solo para quienes tienen propósitos firmes y el espíritu templado para presentarse en cada jornada al riguroso juicio del público, además de encontrar las vías para que la empresa resulte sostenible. Había que publicar un diario que se destacara entre la variedad cotidiana de la oferta informativa impresa. Conocedores de todo lo que eso implicaba, Aguirre, de 42 años, Beltrán de 33 años y Rodríguez Larreta, de 29 años, crearon la empresa —con sede en la Calle Ciudadela N°1400 esquina Rincón— y el primer ejemplar, con el editorial inicial escrito por Aguirre, salió a la calle el sábado 14 de septiembre de 1918 al precio de dos centésimos.

Dicho así parece muy fácil, pero superaron toda suerte de vicisitudes para poner en marcha la empresa, realizando reuniones todos los días en el domicilio de Aguirre, en la Calle Zabala entre Sarandí y Rincón hasta adquirir la impresora Marinoni en Serra Hermanos.

Carlos Alfredo Beltrán, hermano de Washington, asumió las responsabilidades empresariales como administrador. Gerardo Sienra fue el primer secretario de Redacción y Don Carlos Scheck, el primer contador, que a los 25 años ya sabía con claridad el camino que debía seguir el nuevo diario. Ese año se casa con doña María Amelia Sánchez.

La novel empresa tiene una sucesión de administradores: Bernardo Orique, Montecoral, Aureliano Berro hasta que en julio de 1919, le ofrecen el cargo a Carlos Scheck. Acepta y desde el primer día marca su impronta personal a una empresa que dirigió con mano certera y grandeza de acción y espíritu a lo largo de su vida.

Carlos Scheck. Foto: El País
Carlos Scheck. Foto: El País

Dolor.

Intentar retrotraerse a aquellos tiempos, para comprender los valores y fundamentos conceptuales que regían a la sociedad no es tarea fácil. En esos lejanos años casi todo hombre público era hábil con la espada y con las armas. Los tres también lo eran.

Rodríguez Larreta fue actor en diversos duelos, hiriendo a varios de sus adversarios y resultando lesionado en uno solo.

Aguirre había tenido un enfrentamiento con Batlle a sable, en Pando, el 12 de enero de 1920, a raíz de un artículo que escribió. Terminó con Batlle herido en un brazo. Aguirre y Rodríguez Larreta fueron los padrinos de Beltrán en aquel lluvioso Viernes Santo del 2 de abril de 1920, en que con sus entusiastas y frescos 35 años, en un duelo a pistola con Batlle, entró en la eternidad. Lo hizo por defender las causas más nobles y los principios más puros y elevados de la política, dejando un ejemplo que nunca se desvanecerá.

La edición que refleja el dolor y los homenajes por la muerte de Washington Beltrán. Foto: Archivo El País
La edición que refleja el dolor y los homenajes por la muerte de Washington Beltrán. Foto: Archivo El País

El dolor no desaparece. Solo se atenúa. El País como empresa crece guiada por Scheck. Aguirre es elegido Senador por San José en 1920, primer suplente de la lista de candidatos triunfante al Consejo Nacional de Administración en 1925; en 1928 es designado en la delegación a la Conferencia Panamericana de La Habana; en 1930, es elegido Presidente del Directorio del Partido Nacional y en 1931, el presidente Gabriel Terra le confía la embajada en Argentina, a la que renuncia a raíz del golpe de Estado de 1933. Vuelve a hacerse cargo de la Co Dirección de El País que ejercía solo Rodríguez Larreta y padecen juntos, con Scheck, los meses de silencio, desde abril hasta fines de agosto de 1933, en que la dictadura prohibió la salida del diario.

La opción que tomaron fue heroica para no dejarse avasallar por el autoritarismo y defender la libertad: editaron El País con el nombre Crónicas con distinto aspecto para no dejar pretexto a los censores. Eso permitió el ensayo de nuevas técnicas en la presentación de las noticias. Crónicas llegó a ser el diario más moderno del Río de la Plata, pese a que salió pocos meses hasta que se produjo el retorno de El País.

En 1936, Aguirre y Rodríguez Larreta pasan a Argentina en calidad de desterrados.

En 1942, Aguirre es elegido Senador por el Partido Nacional Independiente y preside el comité que prestigia la fórmula presidencial Martín C. Martínez-Arturo Lussich. En 1947, integra la delegación a la Conferencia Interamericana para el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad en el Continente, en Río de Janeiro. El 26 de noviembre de 1947, escribe su último artículo en El País.

Rodríguez Larreta construye una trayectoria luminosa y de grandeza. Diputado por Soriano y Montevideo desde 1920 a 1929; Senador por Río Negro desde 1929 a 1933; Delegado de Uruguay en la X Sesión Ordinaria de la Sociedad de las Naciones en 1929. El 16 de febrero de 1935, contrae matrimonio en segundas nupcias con Julia Shaw Villegas. Reingresa al Parlamento en 1943 por el Partido Nacional Independiente como Diputado por Montevideo, y retorna al Senado desde 1947 a 1967, celebrando allí en un hecho excepcional, sus Bodas de Oro parlamentarias, después de más de 14 años como Diputado y más de treinta como Senador. En esa trayectoria, como Ministro de Relaciones Exteriores, desde el 4 de octubre de 1945 al 27 de febrero de 1947, lanza en América su famosa "Doctrina Rodríguez Larreta" estableciendo el paralelismo entre la democracia y la paz, que el tiempo reivindicó y situó como un principio y valor universal.

Por su parte, Scheck siguió poniendo todo su esfuerzo y talento durante esos tiempos, para mantener la empresa en funcionamiento y llevarla al sitial de privilegio que conquistó en el público hasta los tiempos actuales. Entre 1944 y 1946, se desempeñó como Vicepresidente del Tribunal de Cuentas. Antes y después, matizaba el poco tiempo que le dejaba el diario, trabajando como liquidador de incendios del Banco de Seguros e integrante de la comisión que estudió la compra de los ferrocarriles, a la que calificó de "un pésimo negocio".

Ejemplos.

El inexorable transcurso del tiempo causa desgarrones. Beltrán dejó su vida en defensa de ideas irrenunciables. Aguirre falleció el 30 de octubre de 1948, cuando estaba por cumplir 72 años.

Rodríguez Larreta debió seguir solo, en activa vida política, diplomática y periodística.

El 17 de agosto de 1959 se agrega otra enorme pérdida: fallece Scheck, a los 66 años. Rodríguez Larreta definió con elocuencia lo que significó el gran administrador para todos: "Don Carlos Scheck nos tomó de la mano y nos convirtió en lo que nunca esperábamos: en una empresa próspera".

Solo, sin sus compañeros de toda la vida, aunque con el respaldo reconfortante y fortalecedor de las nuevas generaciones, continuó la tarea. Falleció el 15 de agosto de 1973 cuando estaba por cumplir 85 años.

"El esfuerzo, la inteligencia y el coraje también requieren propósito y dirección para triunfar", decía John F. Kennedy.

Aguirre, Beltrán, Rodríguez Larreta y Scheck, los cuatro forjadores de El País, hicieron realidad con creces esos valores. Por eso, con su inspiración, El País cumple, renovado y con vigor, 100 años de periodismo.

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