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REALEZA

Una lata de salmón y un molinillo de sal: los regalos que Carlos III hace a sus empleados en Navidad

Si bien es normal que en Navidad muchos empleadores entreguen presentes a sus empleados, la tradición de la familia británica es hacerlo con objetos hilarantes, reveló un exmayordomo real.

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Rey Carlos III. Foto: AFP

El exmayordomo de Carlos III y Camilla Parker Bowles deslizó las intimidades que se viven dentro de la familia real el día anterior a la Navidad. Además advirtió qué tipo de regalos son los que el monarca realizó durante su tiempo como príncipe de Gales. “Me han dicho que dan regalos divertidos porque ¿qué le das a la realeza que lo tiene todo?”, comentó Grant Harrold.

El viejo empleado de Carlos, quien ofreció sus servicios durante siete años en Highgrove, se retiró de su trabajo y ahora se dispuso a revelar la costumbre que la familia real respetó durante décadas. En principio, lo normal es repartir los paquetes sorpresa antes del 25 de diciembre, pero en esta ocasión los más pequeños podrían encontrarse con más regalos en la mañana del domingo debajo del árbol navideño.

“También me gusta pensar que el día de Navidad los niños recibirán a Papá Noel y recibirán los regalos tradicionales debajo del árbol, creo que es probablemente cuando descubrirán que es cuando se darán los regalos serios entre ellos”, contó Harrold y añadió: “Y creo que dan cosas serias, pero desafortunadamente no sé qué, aunque quizá veamos a Kate usando algunas joyas nuevas o algo así”.

Además de la tradición que comparte Carlos con sus parientes, también suele repartir regalos con sus empleados. Algo que Harrold destacó como un buen gesto por parte del rey, quien entrega tarjetas de Navidad firmadas por él y objetos impensados, curiosos, y que normalmente no se encontrarían debajo del árbol. “En Navidad, siempre recibíamos la famosa tarjeta. Antes de que se casara con la ahora reina consorte, recuerdo de recibirlas de él, William y Harry, y eso siempre fue muy especial”, describió.

“La otra cosa que solía hacer es que todos teníamos estos casilleros donde obtenía mi correo por las mañanas y lo que solía hacer en Navidad, solía dejar pequeñas cosas divertidas. Una vez dejó una lata de salmón y un año recibí un molinillo de sal y pimienta envuelto en una cinta. Probablemente le habían dado un cesto y a veces había mucho en ellos y nos daba algunos de los pedazos”, dijo Harrold acerca de los hilarantes regalos que Carlos le entregó en ocasiones pasadas.

Si bien es normal que en Navidad muchos empleadores entreguen presentes a sus empleados, en este caso, la tradición de la familia británica es hacerlo con objetos hilarantes, algo que en otras monarquías europeas no sucede. “No esperas esas pequeñas cosas. Muestra que tienen ese lado divertido y práctico. Pero para los regalos apropiados serían cosas como tazas de té y platillos o vasos de whisky. Un año recibí una hermosa jarra de agua”, concluyó Harrold.

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