Hogar

Leyendo el nuevo libro de Marie Kondo “La felicidad en el trabajo”, que aplica el famoso método Konmari al espacio donde se ejerce la actividad laboral, me llamó la atención “las nuevas fórmulas de la felicidad” que han surgido en los últimos años. Busqué en Google y encontré muchas, pero una fue la que me pareció más interesante: Lagom.

¿Alguna vez escuchaste hablar de Lagom? LinneaDunne es la autora del libro "Lagom" y dice que es “la receta sueca para alcanzar el equilibrio en tu vida”. Explica que Lagom “nos permite ocuparnos de nuestras necesidades y anhelos sin pecar por exceso ni por defecto”, por ejemplo, “aceptar la invitación a pasar el fin de semana en casa de un amigo, pero llevar tus propias sábanas porque es justo compartir el peso de hacer la limpieza”.

Pero ya en el 2016 en Dinamarca apareció el concepto de hygge, que significa algo así como "cosas que te hacen sentir bien, a gusto”, “bienestar” y se refiere a crear una atmósfera acogedora para disfrutar de un momento a solas o compartir con los amigos y seres queridos. Es una actitud total ante la vida. Se trata de encontrar la medida justa para alcanzar el equilibrio personal.

Me pareció interesante poder relacionarlo con el vínculo que tenemos con nuestras cosas y nuestro espacio. ¿Cuánto necesitamos? ¿Cuántas cosas de las que tenemos realmente disfrutamos? ¿Podemos ser felices con cosas más simples? ¿Qué necesito yo para vivir bien?

Lagom propone:

?Aprender a vivir con lo básico.
?Adoptar conductas sostenibles.
?Lograr el equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
?Aplicarlo a todos los ámbitos.
?Practicar una forma de consumo más conciente.
?Descubrir nuestras necesidades reales y no las impuestas por la sociedad.
?Aprender a socializar con los demás, vincularse y escuchar respetando el espacio de otros.
?Ser felices en el día a día con lo que tenemos.

LinneaDunne resume en cuatro puntos los beneficios de adoptarlo en el día a día:

?Espacio físico: Un consumo moderado y consciente hace más fácil tener un hogar despejado, que se convierte en un lugar más tranquilo.

? Espacio mental: Cuando uno aprende a distanciarse y a hacer que su mente deje de dar vueltas frenéticas, puede vivir la vida de una manera más auténtica y simple.

? Mejora económica: A medida que crece la consciencia no solo de las necesidades personales, sino también de las del planeta, es probable que uno consuma menos, y aprende a cuidar de sus recursos y ser ahorrativo con ellos.

? Sensación de pertenencia: Desde una mejor relación con los vecinos hasta la confianza en las responsabilidades colectivas y compartidas de la sociedad, una actitud lagom puede ayudarte a sentirte parte de algo más gr
ande y proporcionarte una razón de ser.

No se trata de ser conformistas sino de disfrutar la vida tal cual se nos presenta… “Lo importante no es lo que te pasa sino lo que haces con lo que te pasa”.

Ordená tu casa, ordená tu vida.

conocé a nuestra columnista

Ana Gu

Es organizadora profesional de espacios y desde hace un tiempo lleva adelante su emprendimiento Ana Gu.

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