Realeza

La salida de los duques de Sussexde la casa real británica ya es un hecho definitivo. La decisión, sin marcha atrás, fue confirmada la semana pasada a través de un comunicado del Palacio de Buckingham en el que, además, se anunció que la pareja debía también renunciar a todos sus títulos militares y a sus patrocinios para que la Reina los volviera a distribuir entre los miembros trabajadores de la monarquía.

Para quienes siguen las noticias de la pareja, el hecho no fue una sorpresa: después de todo, Harry y Meghan pasaron todo el año pasado tomando decisiones relacionadas con una renuncia definitiva. 

No solo se instalaron en California y compraron una casa, sino que también firmaron contratos millonarios con empresas como Netflix y Spotify, que les aseguraron la esperada independencia económica.

Sin embargo, a pesar de la claridad de sus acciones, Isabel II, en concreto, guardaba cierta esperanza en el hecho de que tal vez la pareja decidiera volver a la vida de royals después del año de revisión del Megxit. 

“La reina esperaba que ellos se arrepintieran y que regresaran, pero no hubo demasiado que puedan hacer más que aceptar la decisión”, le aseguró una fuente cercana a Buckingham a la revista Us Weekly.