Bienestar

fanny berger

En todos los tiempos existieron personas que representaron un peligro para otros. Hace unos años que estos individuos están en las redes sociales. Observamos varios fenómenos de los que analizaremos su significado como ghosting, benching, phishing y grooming.

Este término que viene del inglés: ghost, que significa fantasma. Se refiere a esfumarse de repente, sin dejar rastro, ya sea bloqueando a la persona, borrando las cuentas o, sencillamente, dejando de responder a sus mensajes.

El ‘ghosting’ surge porque es más cómodo no enfrentarse a situaciones incómodas como tener que decir "no quiero seguir viéndote”. Los vínculos empiezan y terminan en forma muy veloz sin responsabilidad, ni involucramiento afectivo y a veces carecen de respeto y empatía.

El ‘ghosting’ es el resultado de la inmediatez, de la globalización, del anonimato de las redes sociales.

No podría existir en un pueblo de 500 habitantes, sino que tiene lugar en las grandes ciudades. El razonamiento sería: como no me ven ni me conocen, desaparezco sin aviso pues el anonimato me cubre, pero lamentablemente no se tienen en cuenta los sentimientos de los otros.

Debemos ser cuidadosos y desde el primer momento comprender las señales que el otro transmite para no frustrarte cuando desaparezca súbitamente.

Orbiting, o en español orbitar es parecido al ghositing, pero más cruel pues la misma persona que desapareció, se mantendrá viendo todas tus historias en Instagram y Snapchat, retuitiando tus tuits y hasta dejando comentarios  en tus fotos.

Este término también viene del inglés y se entiende como la situación en la que una persona mantiene cierto contacto con otra, comunicándose con ella generalmente de forma breve y superficial, pero sin pretender obtener amistad ni nada en concreto más allá de beneficiarse de él/ella.

Estamos ante un tipo de relación tóxica basada en la manipulación en el que un sujeto utiliza a otro como si fuera un suplente, dejándolo en el “banquillo” por si no sale nada mejor. Este no es realmente valorado, pero se pretende con el mantenimiento de contacto que no se olvide de la persona que realiza esta práctica.

No estamos ante una desaparición como en el ghosting, sino ante un contacto mantenido en que la persona no termina de desaparecer en la interacción con la otra y permanece a la espera, manteniendo cierto nivel de esperanza de tener una amistad o vínculo significativo.

El benching es especialmente visible en el contexto de las relaciones de pareja, pero al igual que ocurre con el ghosting, no estamos ante algo realmente nuevo: es posible hacer lo mismo telefónicamente o incluso cara a cara.

Pero la pareja no es el único contexto en que pueden aparecer actitudes semejantes: podemos encontrarlos también presente en relaciones de amistad siendo una parte utilizada por la otro únicamente como comodín, sin valorar realmente a la persona

La pregunta es qué te sucede que te permite negar que el otro no se involucre contigo, pero seguís esperando algo que no sucederá. Acá el tema es la falta de compromiso y la manipulación del otro.

El fraude informático mediante correo electrónico, comúnmente denominado phishing, es un proceso fraudulento cuyo objetivo es adquirir información sensible como nombres de usuario, claves o datos de cuentas o tarjetas de crédito, a través de una comunicación electrónica.

Existen estafadores de romances que crean perfiles falsos en sitios y aplicaciones de citas, o se comunican con sus posibles víctimas a través de Instagram, Facebook. Los estafadores entablan una relación con sus blancos para ganarse su confianza, y a veces, para lograrlo, hablan o chatean varias veces al día. Luego, inventan una historia y piden dinero.

Atención con los enamorados virtuales que piden dinero o prometen ganancias muy elevadas si le giras dinero para una supuesta inversión.

La confianza es un proceso que se gana con el tiempo, pedir dinero o ofrecer una inversión irreal denota una actitud fuera de lo normal.

Esta es la acción deliberada de un adulto, varón o mujer, de acosar sexualmente a una niña, niño o adolescente a través de un medio digital, como por ejemplo redes sociales, correo electrónico, mensajes de texto, sitios de chat o juegos en línea, utilizando un perfil falso.

En primer lugar, el pederasta digital se muestra como un par, es por eso que crea un perfil falso que lo muestre como un niño, niña o adolescente. Una vez que establece el contacto con la víctima, comienza a generar una amistad o vínculo de confianza. Para esto, recurre a la información que el niño, niña o adolescente tiene en su perfil y la utiliza para generar una sensación de familiaridad. Posteriormente, cuando hay una relación de confianza, el groomer comienza con el acoso y la extorsión, pidiéndole a su víctima fotos o videos de índole sexual. Si obtiene ese material, pueden suceder dos cosas: que el acosador desaparezca o que pida más contenido, hasta lograr el encuentro cara a cara.

Por eso es importante que los padres supervisen el acceso de sus hijos a internet y transmitan a los menores sobre los peligros que existen en la red.

Siempre existieron personas con malas intenciones, ahora están en las redes y debido al anonimato es más fácil el engaño.

conocé a nuestra columnista

Fanny Berger

Es psicoterapeuta gestáltica. Se dedica niños, adolescentes y adultos, y trabaja en el apoyo de padres. Implementó “terapia de alcance breve”, que en cinco sesiones trata temas concretos. Es conferencista y escribió varios libros.

Podés contactarla en su web, página de facebook o a través del teléfono celular 099 289 282.