El Universal (GDA)
Más allá de que solo usemos el pijama por algunas horas y dentro de nuestra habitación, su lavado es muy importante. La frecuencia con que lo hacemos es fundamental no solo por una cuestión de higiene sino también de conservación de la prenda.

Aunque no lo creas, las mujeres tardan más tiempo en lavar los pijamas que los hombres. Una encuesta llevada a cabo en el Reino Unidos concluyó que las mujeres no cambian esta prenda durante 17 días, mientras que los hombres lo hacen en promedio tras 13 días de uso.

La realidad es que no existe una fecha correcta en que sea mejor lavar la pijama, todo depende de factores como la tela de la que está hecha, tu nivel de sudoración y otros.

El portal especializado en la calidad del sueño, Sleep Advisor señala que es muy común olvidar los cuidados que las pijamas requieren dado que la mayor parte del tiempo que la usamos estamos dormidos. Sin embargo, debemos tratarlas como cualquier otra prenda pues, incluso al dormir, nuestros cuerpos dejan bacterias, tanto que es una de las prendas favoritas de los ácaros.

Por otra parte, aunque quizá no lo notes, pues no siempre somos capaces de reconocer nuestro propio olor corporal, los pijamas que se vuelven a usar pueden acumular sudor seco lo que ocasiona un aroma desagradable, eso incluso si te bañas antes de acostarte.

Considerando lo anterior, si estás buscando un buen descanso, lo mejor es sentirse fresco y limpio.

Foto: Freepik.

Según el Instituto Estadounidense de Limpieza, debemos lavar la pijama después de cada tres o cuatro días de uso, y máximo una semana, principalmente por un tema de salud. Y es que las pijamas pueden ayudar a la proliferación de bacterias peligrosas como estafilococos o, en casos menos graves, provocar irritaciones en la piel, higiene deficiente y mal olor corporal.

Empecemos por los riesgos más importantes. Información de la Clínica Mayo señala que la bacteria estafilococo es muy común, de hecho, la mayoría de nosotros la tenemos en la piel, el problema es que una baja higiene lleva a la proliferación de esta bacteria ocasionado desde ampollas hasta náuseas y vómitos.

Y es que, cuando no usamos pijamas limpios, las bacterias, las células muertas y el aceite pueden acumularse en la tela que, al estar presionada contra nuestra piel durante toda la noche aumenta las posibilidades de que se infecten nuestros poros.

Si sufres de alguna alergia esto es todavía más importante pues los pijamas sucios pueden acumular una cantidad significativa de polvo, por lo que tus pijamas necesitan lavados regulares.

Sleep Advisor explica que al elegir, más allá del diseño, hay que poner atención a la tela que juega un papel importante en lo adecuada que será para dormir.

Así, cuando el clima es cálido, los pijamas de algodón livianos son una excelente opción, ya que son más transpirables. Los camisones de seda también son buenos para mantenerte fresco. Por el contrario, los pijamas de franela son la mejor opción para estar abrigado durante el invierno.

En cualquiera de los casos procura que sea holgada para poder moverte con libertad y cuando llegue el momento del lavado lee la etiqueta para no arruinar la tela y mantenerla en las mejores condiciones por más tiempo.